domingo, 17 de diciembre de 2017

Crónica de la 26ª reunión Grupo Madrid

Reunión en Casa Pepe

Fuenlabrada (Madrid), 16 de diciembre de 2017

Con el alba de compañera, me pongo manos a la obra para intentar hilvanar todo lo que sucedió ayer en Casa Pepe.

No estaba seguro de que pudiera asistir a la reunión. Andrea seguía con el insistente dolor de pierna y todo dependía de la evolución a lo largo de la mañana. Manuel Jurado me mandó un correo a la 9,44 ofreciéndose generosamente para recogernos. Decliné su invitación, primero porque todo estaba en el aire y segundo porque desde la experiencia con Rafa Vilas, el 3 de octubre de 2014, en la segunda reunión del Grupo en El Escorial, me prometí no subir en coche ajeno salvo en caso de extrema gravedad. Pero vayamos al grano.

Con la incertidumbre de cómo se desarrollaría el encuentro, llegamos a Casa Pepe a la hora acordada. Jurado lo hacía simultáneamente en su flamante coche. Después de darle mi experto “visto bueno” nos dirigimos al restaurante. Dentro nos aguardaban Carmen y Rafa y la primera sorpresa agradable: Rafael Raya de la Mora. Primeros abrazos y comentarios ante unas cervezas y aceitunas aliñás. Manolo Jurado no las probó porque conserva un trauma infantil. Nos contó que se quedó muy jartico de ellas cuando las tenía que recoger en la finca familiar. Lo comprendí. 

No tardamos mucho en sentarnos. Hombres a un lado, mujeres a otro. ¡Menos mal que la mesa no era una góndola! Me tocó Andrea a mi lado y casi no comí de embelesado que estaba mirándola. Bueno me he pasado un poco. En el ambiente flotaba el recuerdo de Antonio Crespo. También de los ausentes porque quedaron sillas sin ocupar. 

La conversación fue amena y diversa. Se tocó varios temas: fútbol, Raya fue árbitro, ephemérides, aquí arrasó Manuel, y religión. La eterna conflictividad entre Razón y Fe. Decía Juan Pablo II que “la fe y la razón son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad”. Cuando entre las personas hay respeto, tolerancia y empatía se puede hablar de cualquier tema con la seguridad de salir ilesos.

¡Y otra vez ocurrió! Fue en el segundo plato. Todos los comensales apurando con exquisita avidez sus viandas y yo mirando a un lado y a otro. Tuve que hurtarle al Vilas algunas patatas; al observar mi famélico rostro, reaccionó con prontitud y, emulando el estilo franciscano, me ofreció un exiguo trozo de carne. Se lo agradecí con la mirada mientras que las glándulas salivares se abrieron sin avisar. No babeé porque todavía conservo reflejos de mi cercana juventud y pude evitar la mancha.

Terminados los postres nos ofrecieron los típicos licores de hierbas. Estábamos brindando por Antonio Crespo cuando ocurrió: ¡hizo su entrada en el comedor, Cari y su hija Gemma! ¡Segunda sorpresa del día! Como una piña nos arremolinamos junto a ellas para saludarlas. Tuve que beber agua rápidamente para deshacer el nudo que me atenazaba la garganta. Entre lágrimas nos explicó que tenía que hacer el esfuerzo de venir para estar con nosotros. Poco a poco se fue relajando y la conversación manaba mansamente. 

Rafa Vilas se sentó un rato con las mujeres. Parecía el capellán de las monjas de clausura. Con sabias y certeras palabras estuvo dándole aliento a Cari para lidiar este toro que le ha tocado en suerte. Todos estamos seguros que saldrá adelante. Ayer dio el primer capotazo. 

Otro ejemplo más de entereza, de fuerza, de querer superar esta dolorosa pérdida. Y lo va a conseguir. Primero porque tiene unos hijos extraordinarios que van a estar a su lado. Gemma es una chica maravillosa, llena de fuerza y positivismo, ¡como su padre! Será un buen bastón donde apoyarse. Y además nos tendrá a nosotros, que tampoco la dejaremos sola.

Siempre me hago la misma pregunta. ¿Cómo se puede explicar que un encuentro, después de 50 años, te lleve a una amistad tan profunda? ¿Y nuestras mujeres? Se llevan conociendo 3 años. ¿Cómo se puede labrar una amistad tan auténtica en tan poco tiempo? Ellas no estuvieron en el Seminario pero el espíritu de Los Ángeles ha recalado también en ellas a través de nosotros.

Después de una larga sobremesa tocó la despedida. Creo que salimos todos con el corazón henchido de emociones. 

En estos días hay muchas comidas de empresa, muchos besos y felicitaciones. ¡Tó er mundo es güeno! Sólo me queda decir que somos unos privilegiados por contar con vuestra amistad.

Paz y bien.

Atonio Estepa Romero

13 comentarios:

  1. Emotiva crónica Antonio, tienes tanta sensibilidad y tan exquisita narrando los encuentros que parece que está uno presente. Te felicito y te agradezco que nos hagas participe de ellos. Un abrazo amigo

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  2. Enhora buena Antonio por tan maravillosa crónica explicativa del primer encuentro de una segunda etapa.
    Un abrazo para todo ese pequeño gran grupo.

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  3. Antonio, nos has vuelto a deleitar con una de tus narraciones. Cómo si hubiésemos estado presentes. Tan presentes como lo estuvo nuestro amigo Antonio. Un saludo desde Córdoba a tod@s.

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  4. Gracias, amigos. Es un premio de navidad, el gordo, tened una legión de AMIGOS. Con lo difícil que es encontrar uno hoy en día. Un abrazo muy fuerte para todos vosotros.

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  5. Gracias Antonio somos afortunados al contar con cronistas como Andrés Osado y tu; cada uno hace que podamos, los que no asistimos, vivir esa experiencia de comunidad con vosotros, sois graciosos y dicharacheros y vuestros escritos denotan el afecto que nos tenéis y la bonhomia que os caracteriza. Un abrazo.

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  6. Amigo Antonio, a mí también se me ha hecho un nudo en la garganta cuando estaba leyendo tu emotiva crónica y ví la foto del grupo de señoras en la que aparecían Cari y Genma. Por otra parte me he sentido muy orgulloso de vosotros por el cariño que les habéis ofrecido.

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  7. Antonio, no es por incordiar, pero me parece que ese apetito tuyo terminará por ponerte más "hermoso" que nadie.
    Te felicito por la crónica (¡una más!) tan bien aderezada con las fotos.
    Un saludo cordial y navideño a todas y todos los concurrentes.
    Pedro

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  8. Amigo Antonio, como siempre genial en tu crónica. Eres rápido y detallista para captar todos los matices de nuestras reuniones.
    En esta ocasión los sentimientos se desbordaron cuando vimos aparecer a Cari y a Gemma. Hacia sólo unos minutos que habíamos brindado por Antonio Crespo y por su amistoso recuerdo.
    Antonio tengo que echarte una mano. Algunos han interpretado mal tu "poco comer". El sábado nos diste una lección de disciplina ascética. Si Antonio. No conozco a nadie que con cuatro cucharadas de sopa de pescao, aguante estoicamente casi una hora, a que le sirvan el segundo plato, por una confusión en cocina. Mientras todos los demás nos poníamos hasta arriba. Bueno todos no. Rafael Vilas seguía sin parar de hablar y tú al comprobar que se le enfríaban las patatitas, quisiste ayudarle...
    Bueno aclarado queda. Recibe un fuerte abrazo.

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  9. Enhorabuena por tu crónica del encuentro en Fuenlabrada, fiel reflejo de lo ocurrido, momentos emotivos con la llegada de Cari y Gemma.
    Y sobre todo para mí personalmente y como alguien ya dijo es increíble que después de más de cincuenta años, estos niños sigamos con tolerancia y respeto manteniendo esa amistad. Gracias Antonio y gracias a todos.

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  10. ¡Eres un monstruo, maese Antonio!
    Rápido, cual "Velero Bergantín". Nos ha dejado una, sin par, crónica llena de sentimientos. Creo que no voy a poner ni una letra más a lo que has dicho. Solo darte las gracias y un fuerte abrazo.

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  11. Gracias, amigos por vuestras generosas palabras. Cuando la amistad de la güena corre por nuestras venas ¡qué fácil es todo! Tendremos que seguir siendo buenos hortelanos para que este frondoso jardín de amistad no se seque nunca. UN ABRAZO MUY FUERTE A TODOS.

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  12. Felicidades a todos los asistentes a la reunión, y a Antonio Estepa el excelso cronista que nos traslada los avatares de la comida.
    El sentimiento que apretujó los corazones de los asistentes ante el recuerdo de Antonio Crespo, también llegó hasta los que estamos lejos.
    Un abrazo a todos y Feliz Navidad.
    Juan Martín


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