lunes, 4 de diciembre de 2017

CRÓNICA DE LA REUNIÓN DE LOS VICARIANOS CORDOBESES

EN LA SEDE DE LA SOCIEDAD DE PLATEROS

Córdoba, 30 de noviembre de 2017

Con el sentimiento encontrado: por un lado por la muerte de nuestro querido Antonio Crespo y por el otro, debido a la alegría de volver a vernos, otro jueves fin de mes; nos hemos dado cita en este día especial, también, por la celebración de San Andrés.

No podía faltar que nuestro primer brindis, fuera dedicado a la memoria de Andrés Luna. Pero el siguiente, lo hicimos en honor de otros dos queridos compañeros que nos alegraron con su presencia: Francisco Castro Jiménez y Rafael Pérez Molina. Después de los cálculos correspondientes dijeron que ellos eran del curso 66. Nuestra más sincera felicitación por su incorporación al grupo (no saben ellos bien donde se ha metido, bueno… sinceramente de algo empezaron a darse cuenta, por lo que más tarde relataré)

Esta vez los comensales estuvieron de suerte. Primero y como era de rigor, ofrecí una invitación por el día de mi santo y por tanto cariño demostrado. Sin embargo ahí no quedó la cosa. Tanto Paco Jiménez como Rafael Pérez, mejor dicho a la limón, ofrecieron otra invitación por el feliz reencuentro. He de decir que nos quedamos todos algo sorprendidos, pues se trataba de la primera vez que, unos compañeros recién incorporados, ofrecían una invitación. ¡Bravo por ellos! 

Al poco rato se presentó Jenny, de lo que nos alegramos mucho. Sentíamos más cerca a nuestro querido Andrés.

Excelente plática se entabló, sobre todo por la incorporación de nuevos miembros y por los datos que fueron aportando y que van engrosando la memoria histórica de aquellos tiempos. Digo buena, hasta que “se armó el Belén” (parafraseando el título de aquella película protagonizada por Paco Martínez Soria, de los años 70) Resulta que empezamos a hablar sobre la comida de Navidad… la poca gente que nos habíamos apuntado; lo tarde que dejamos el decir si se va a un acto o no. Se recordó la cita de Dos Torres y lo mal que se funcionó en este sentido. El Belén resultó mejor que los que monta Moli, pero en esta ocasión, los Reyes Magos estaban en el Castillo de Herodes; Herodes con la lavandera; el caganet haciendo de las suyas en el propio portal y la mula de parranda con el mulo del que estaba arando. En fin, un guirigay. Los pobres nuevos me miraban (es que los tenía al lado) y yo les miraba a ellos y ambos nos mirábamos con cara de… Noté en ellos la expresión en sus rostros, como preguntándose dónde se habían metido. Yo traté de explicarles que, en ocasiones, no nos pone de acuerdo ni el mejor “intermediario”. Que no lo tuvieran en cuenta y no se asustaran. No se si lo conseguí… que sí, lo conseguí, porque se fueron muy contentos.

Son cosas de niños y como tales hemos de tomarlas. Sí, sí pero como no avisemos con la suficiente antelación en los próximos actos, ni Antonio Luna ni Manolo Sepúlveda, nos van a tener en cuenta (¡ah! y luego no borrarse el mismo día, salvo lo que se salva). He dicho. 

Bueno, bromas aparte, me hubiera gustado que vierais la cara de susto de nuestros más jovencitos, la cosa no fue a mayores y como siempre… se llegó al consenso. ¡Uf, pero después de un buen rato!

Diego estuvo también con nosotros, lo que significaba que se encontraba mejor de su intervención y del estómago. Se le podía abrazar un poquito mejor, debido a su pérdida de peso. 

¡Qué bien se explicó Carlitos en la disertación que nos dio sobre Santa María de los Ángeles! Nos puso al corriente de todo lo que había escuchado por boca de su amigo, una veces “con Don y otras sin Don” no digo el nombre, por aquello del secreto de la confesión. En resumidas cuentas, parece ser una realidad, al darle algo de uso a aquel sitio de nuestras alegrías y penas. Que así sea y para bien de todos.

Como siembre, quedaron unos cuantos para el final, sí, esos del mal vivir. Pero mirese por donde, no fue el balde. En conversación con Antonio, el dueño de Plateros, nos ofreció la posibilidad de celebrar peroletes en la Sede de Plateros, siempre que se lo avisemos con tiempo. Podemos llevar nuestra comida y no nos hemos de preocupar por el tiempo. Así que ya tenemos otra cuestión a debatir. ¡Espero que no sea traumática!

Cuidaos mucho y nos vemos pronto. Un abrazo.


P.D.: No quisiera dejar estas letras, sin dejar constancia de mi recuerdo hacia Antonio Crespo.


“Como decíamos ayer” (Fray Luis de León)

Ahora, reposadamente,
cuando el noviembre se ha fijado en tí,
y sin borrar la sonrisa de tu rostro,
te ha reclamado;
dejo volar mi mano para recordarte.
Fue otro noviembre,
engalanado entre flores
de jarales y madroñeras,
quien nos marcó,
entre latines, griegos y alegrías,
con el sello de la amistad,
de la nobleza y la sencillez
(aunque tú ya lo llevabas de nacimiento)
Ese noviembre se hizo continuo,
 con etapas sin calendario,
pero no importó.
Nuestro reencuentro,
nos devolvió a la niñez.
Contigo, en el recuerdo,
seguiremos desgranando noviembres.
Por eso, amigo Antonio…
“como decíamos ayer”
Córdoba, 29-11-17

Andrés Osado, 3 de diciembre de 2017

11 comentarios:

  1. Andrés, excelente crónica; como siempre, vamos.

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  2. Andrés es que eres un fenómeno. Un fuerte abrazo

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  3. Muchas gracias Andrés, no sé cómo lo haces pero siempre escribes aquello que todos sentimos, habrás contraído la telepatía, eso o que eres muy grande y todo lo abarcas, me inclino por lo segundo. Un abrazo.

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  4. Andrés magnífica crónica. Además en esta ocasión te lo pusieron difícil los asistentes con sus diferencias de criterio. Así somos, como un crisol de diferentes tonalidades.
    Precioso poema en homenaje a nuestro querido compañero y amigo Antonio Crespo. Mis felicitaciones.
    Recibe un abrazo.

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  5. Muy bien Andrés cómo siempre ese relato, pero sobretodo,esa elegía con la que has puesto el punto y final, me ha encantado.Ademas de un gran relator eres un gran poeta y con mucha alma

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  6. Muy bien Andrés cómo siempre ese relato, pero sobretodo,esa elegía con la que has puesto el punto y final, me ha encantado.Ademas de un gran relator eres un gran poeta y con mucha alma

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  7. Gracias Gran Andrés por descubrirme lo acontecido en la reunión y lo que me he perdido, como siempre, mejor no se puede exponer. Un fuerte abrazo amigo.

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  8. Gracias, Paco Nieto, Antonio Estepa, Manuel Rafael, Francisco César, Manuel Miguel y Manuel Sepúlveda. Lo de abarcar, esta vez, no fue mucho que digamos. Al ser más, los vicarianos reunidos, estuvimos un poco alejados, yo casi tirando córneres. Esta es una cuestión a solucionar en otra ocasión. Me alegra que, aunque corto, os haya gustado. Como siempre gracias a Carlitos y Rafa Vilas. Un abrazo

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  9. Perdona Antonio Rodríguez, no vaya a pensar que te ignoro, eso nunca. Mira que, a pesar de decirlo por duplicado, te salgo. No tengo perdón. Gracias Palito. Un abrazo

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  10. Reunidos para recordar con dolor la pérdida de Antonio, un compañero querido. Recogido el momento desde la pluma de Andrés, otro compañero amigo, para que los que estamos lejos sepamos como lo que vivieron.
    Descanse en paz Antonio.
    Mi saludo a todos los presentes.
    Juan Martín.

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