sábado, 16 de junio de 2018

Encuentro en casa de Manuel Ruiz Nieto

PEROL DE SAN ANTONIO 

Como dice el refrán, a falta de pan, buenas son las tortas. Y yo lo traduzco en este caso: si no hay cronista oficial, nos tenemos que conformar con el sustituto. Vuelvo a osar de “Osado” 

Para el pasado día 13 de junio, nuestro amigo Manolo Ruiz Nieto nos comunicaba, por medio de nuestro soporte, el whatsapp, que el superior que tuvimos en Los Ángeles, D. Antonio Pedro Llamas Trujillo, tenía el gusto de invitarnos el día de su santo a un perol en su parcela, la de Manolo. 

Y allí fuimos acudiendo, como es lógico en esas ocasiones que no se pone hora fija, sino que se queda “a partir de…” Llegábamos en función de las posibilidades o disponibilidades de cada cual y algunos hicieron hasta doble entrada, como nuestro amigo “el volaor” que al estar de guardia con su madre, hizo acto de presencia a primerísima hora y también nos acompañó a la hora del café. 

Como siempre, faltaron unos, se sumaron otros, pero hay dos cosas a resaltar: de una parte, apareció por sorpresa Miguel “el manisero de Elche” con su amigo Antonio y faltó la pareja de Priego “Rafael Vilas y Carmen” que se quedaron sin perol y sin perito, qué le vamos a hacer? 

Al igual que en la canción de Sabina: y nos dieron las una y las dos… nos fueron dando cerveza, refrescos, vino y patatas con anchoas, chorizo, salchichón, cabeza de jabalí, gambas etc., etc. Eso sí, yo resaltaría, por lo bueno que estaban unas rebanadas de pan con ali-oli untado, que al parecer lo había hecho, creo que es Mari, la mujer de Antonio Pedro. 

Se fueron desgranando conversaciones bajo el chamizo perfectamente reacondicionado por nuestro amigo Manolo, al que le había puesto un cañizo nuevo y bajo el cual se estaba fresco, excepto el que en algunos momentos le daba el sol, que trataba de sortear y cambiarse y punto. 

Conversaciones que en su mayoría trasponían a tiempos remotos de Los Ángeles o San Pelagio y en las que se recordaba a personas, algunas desaparecidas, otras a las que se había perdido la pista y así fue transcurriendo el tiempo, teniéndolo también para recordar los tipos de comidas “garbanzos con acompañantes” con los que nos deleitaban en aquellos momentos. Hubo hasta quien recordó que en alguna comida llegaron a darnos vino. 

Estuvimos acompañados de tres damas: Clara (Manolo Ruiz), Paqui (Ildefonso Belmonte) y Mari (Antonio Pedro), de las cuales abusamos porque fueron las que más rato pasaron en la cocina, hasta que llegó la hora del perol, que eso sí es ya clásico de hombres (aunque algunos también echaron mano en la cocina) y en el cual especialmente se prestó Antonio Pedro que fue el factótum, por cierto muy bueno y al que hay que felicitar, no solo por su santo sino por el esquicito manjar con el que nos deleitó. 

Tras el suculento perol, la ya clásica ensalada de naranja, aguacate y atún preparada por la familia Clara-Manolo, con naranjas de Palma del Río aportadas por Ildefonso y Aguacates de Almuñécar de la familia de la casa, de la que dimos buena cuenta y en muy poco rato. 

Pasamos a continuación a los cafés, bizcocho, licor de hierbas, anís y otros, tras lo que llegaron las despedidas, besos abrazos, etc., dejando allí a los que estaban dispuestos al cubata. 

En resumen, muy buen día de celebración de San Antonio. 

Hasta otra ocasión.


Paco Nieto. 
Junio 2018

viernes, 8 de junio de 2018

Crónica de la 28ª reunión Grupo Madrid

Cronica de los vicarianos de Madrid

Casa Pepe 
Fuenlabrada (Madrid) 
 

¡Chicos, qué encuentro! 

Hacía dos meses que no nos veíamos. Desde la quedada de Priego, exactamente. La verdad es que ya teníamos ganas de palmotearnos. La puntualidad, inoculada en nuestros jóvenes y vigorosos cuerpos hace cincuenta años en Los Ángeles, seguía intacta en nosotros. Victoriano nos adelantaba por whatsapp que recogería a Cari. ¡Magnífica noticia! Antonio López no pudo asistir por obligaciones familiares. 

Saludos y apretones sinceros y sentidos, especialmente con Cari. ¡Dios, cuánto seguimos echando de menos a Crespo! 

Sin perder un minuto los chicos no acercamos al abrevadero. Vilas se quedó solo con las chicas en la terraza. Al cabo de un ratillo lo vimos acercarse a la barra con visibles toques de femineidad. Unos minutos más y hubiese sido irrecuperable. Cañitas para regar la plaza y al comedor en fila india. Cuando entraron las chicas ya estábamos acomodados. Primer problema: desacuerdo de Carmen por no poder situarse más cerca de la salida. ¡Cualquiera nos movía de la silla una vez sentados! ¡Vamos, ni Gruas Aguado! 

Comienza el festín y se nos presenta el segundo problema. Paco, siempre atento, comenzó a servir un Ribera del Duero. Al dejar la botella en la mesa existía un pequeño desnivel y el líquido manchó el vestido de mi Carmelilla. Agustina de Aragón era una Oblata Expiadora comparada con Carmen. La comida, excelente como siempre, fue amenizada por Manolo Jurado y Rafa Vilas. Se tiraron toda la comida hablando de la visita a Los Ángeles. Cuartos, aulas, duchas, estudio, piscina, cocina, comedor…no se dejaron nada atrás. - ¿Pero no te acuerdas…? –Pues no, Manolo, no me acuerdo. Lo siento. ¡Qué cabezas! 

Acabada la comida nos trasladamos a la terraza. Llevaba tiempo que no me reía con tantas ganas. Victoriano y el Vilas se pusieron a contar chistes mano a mano, y yo ya no podía más. ¡Estaban sembraos! Eran chistes graciosos y cortos. Ahí Rafa ha mejorado bastante. Me dolía el diafragma y la “tableta de chocolate” de mi tórax, de tanto reírme. ¡Qué rato más bueno! 

Pero nada es eterno y se iba acercando la hora. Tocaba las fotos de despedida. Carmen, con la agilidad de una gacela moribunda, saltó al vetusto cochecito eléctrico, quedando encajada en él. La elasticidad del cuerpo femenino es admirable. Parecía una amazona montando, a horcajadas, un brioso corcel. Nosotros nos pusimos detrás, como… arropándola. Después les tocó a las mujeres. Como por arte de magia, el viejo cochecito de transformó en un magnífico florero donde exhibía orgulloso aquel ramillete de flores. ¡ No se podía aguantar tanta belleza sin quedar deslumbrado! 
Nos hemos comprometido a no tardar tanto tiempo en reunirnos otra vez. El caudillo Vilas se va a Priego y aquí no se mueve nadie. Menos mal que Castillejo alza la voz de manijero y nos ponemos todos a trotar. 

Una despedida llena de cariño y buenos deseos sirvió de colofón a este vigésimo octavo encuentro. Yo me fui para Móstoles completamente henchido e hinchado. 

Paz y bien.

Antonio Estepa Romero
Móstoles, 7 de junio de 2018

lunes, 4 de junio de 2018

Crónica de la reunión de los vicarianos cordobeses

PEROL EN NUESTRA SEDE DE LA SOCIEDAD DE PLATEROS
Córdoba, 31 de Mayo de 2018

Con alegría, despedimos este mes de Mayo. Mes de recuerdos, entrañables recuerdos y fiestas cordobesas.

Con enorme entusiasmo, también, nos reunimos, unos cuantos, en la Sede, para celebrar uno más de nuestros queridos encuentros. Esta vez el reclamo estaba bien diseñado: “toca perol de arroz con carne”.

A la hora prevista, se presenta nuestro querido cocinero, Paco Nieto con su perol a cuestas, ayudado muy gentilmente por el servicial Manolo Sepúlveda. A Manolo Vida y a un servidor de ustedes, nos dejaron con la miel en los labios. Es decir, nos dieron un regate: esperábamos a un taxi, que se detendría en el parking de la Cruz del Rastro y luego, cual incógnito que sale de los jugados para no ser visto, realizaron su llegada en coche camuflado -léase de Manolo Sepúlveda- y claro está, “si te vi, no me acuerdo” El caso es que el perol había llegado sano y salvo, que era de lo que se trataba.

Esta vez no hubo imposición de “gorrilla”. Los presentes estábamos ya muy vistos y no era cuestión de repetir.

Claro está, rápidamente comenzamos con la algarabía y el desenfreno “voceril” ¡Y qué desenfreno! Manolo Vida, por mucho que trató de explicar a sus señorías aquello de… escuchar a uno y los demás callan… quedó en saco roto. Fieles a nuestros principios: hablábamos todos y escuchaba uno. ¡Así es, como debe ser! No tenemos arreglo.

Bueno, el caso es que la conversación y los acuerdos se iban tomando. Incluidas las autocríticas. Como también debe ser.

Y por lo tanto, previa consulta con el interesado y vista su propuesta, acordamos que el encuentro, de otoño, se realizará en el muy honorable pueblo de Hinojosa del Duque; a lo que muy gentilmente se ha ofrecido nuestro querido compañero Ramón. Será el día 20 de octubre de 2018. Ya se hablará más detenidamente de ello, pero se dice para ir reservando el día, a ser posible.

He de resaltar que, al rato de estar dando cuenta de nuestras viandas, se presentó José María, la persona que actualmente se encarga de custodiar Santa María de los Ángeles. Echamos un buen rato con el y se mostró muy contento con el grupo.

Brindamos, por supuesto, por todos los enfermos del grupo, a los que dimos nuestros mejores deseos de salud. De los ausentes, realmente, ni nos acordamos… que hubieran venido.

Y llegó el momento crucial de la reunión. No sólo porque ya estábamos todos, sino porque el arroz estaba listo para ser servido. ¡Menudo arroz con carne nos preparó Paco Nieto! Dicho y hecho. Se sirvió muy ceremoniosamente, como, también, debe ser. Estaba riquísimo, de lo que hicimos gala, dando nuestras felicitaciones al cocinero. ¡Hasta repetimos! Satisfecho quedó el cocinero, al ver que, a su perol, se le había dado buena cuenta. Con lo que ofrecimos a las personas que nos había estado sirviendo, no quedó gota alguna. Se le devolvió el perol totalmente limpio. ¡Que más puede pedir un cocinero!

Así, terminamos nuestra entrañable reunión, con el deseo de vernos pronto.

Mientras tanto… que nos vaya a todos lo mejor posible.

Andrés Osado Gracia