domingo, 15 de diciembre de 2019

Comida navideña del Grupo cordobés

NAVIDAD CORDOBESA: 
CRÓNICA DE UNA COMIDA VICARIANA

Decía nuestro entrañable Gongora:
“Caído se le ha un Claver 
Hoy, a la Aurora, del seno…” 

Ese sentimiento me embargó ayer en la comida navideña, que a duras penas lograron organizar nuestros compañeros Francisco Sánchez, Carlitos y Antonio Martínez, bajo la supervisión del incomparable Manolo Sepu. 

Efectivamente, hablaba de sentimiento y más concretamente de amistad y alegría, el que revoloteó en el Restaurante “La Cope” 


A las 14:15, en punto, Antonio Martínez dio orden de que comenzasen a traen las oportunas viandas. Plazo de cortesía para que todos estuviéramos en los lugares de salida. Digo salida, porque ya desde pequeños nos enseñaron que, a la voz de “Deo gracias” en el comedor, todo el mundo se ponía manos a la obra. Ahí de aquel que se despistara en unos segundos: ¡si los manjares eran buenos, volaban en un visto y no visto! Pues ahora, ya de mayorcitos y con la lección aprendida, nos pasa igual. ¡Es que el rescoldo queda aún encendido! 

Primeramente, brindamos por los ausentes, por los allí reunidos y por el cumpleaños del señor de la fargo, Miguel.

En un momento de la comida, observé detenidamente a las personas que allí nos encontrábamos y aprecié la alegría en todos los rostros. Cuánta satisfacción sentí en ese instante. Estábamos felices. Alegres conversaciones. Sin oír claramente, intuía el motivo de tanta animación, Por un momento olvidamos los problemas de nuestra vida y nos sentimos como si el tiempo hubiera retrocedido. ¿Quién dice que no existe la máquina del tiempo? 

Aunque por un lado se colocaron las mujeres y por otro los hombres, sé a ciencia cierta, que lo prefirieron así y se lo pasaron de lo lindo. Por un momento, descansaron de oír nuestras interminables historietas. 

El Claver de Santa María de los Ángeles 
Se derramó sobre nosotros 

Excelente y bien servida, fue la comida que nos ofrecieron en el restaurante. 

Hubo impaciencia por terminar, ya que estábamos viendo el tomo de folios que nuestro querido Paco Moli, nos tenía preparados. Eran, como no, un manojo de notas musicales, dispuestas e impacientes por resonar entre aquellas paredes. ¡Que grande es Moli! 

Convertido en Director, a la vez que Solista, el simpar Vilas tomó la batuta y comenzó a ordenar el canto. Digo ordenar no porque siguiéramos la numeración que había indicado Moli, sino porque seguíamos la orden que se antojaba a cada persona de las allí reunidas. Una mano levantada, al igual que sus señorías hacen en el Congreso de los Diputados, indicaba la página sugerida-impuesta. ¡Que obedientes somos! Tanto se siguió la disposición establecida que, hasta se cantaron canciones que no estaban entre aquellos papeles. 

Tan disciplinados obedientes fuimos que, incluso la sugerencia de: 

“O cantáis EL CRISTO DE SCALA COELI o me marcho para Priego” —¿no es verdad Carmen? 

Se convirtió en una orden. Gracias a los móviles, pudimos seguir perfectamente la letra (para que luego digan que los móviles son el diablo) Así Carmen no tuvo que marcharse para Priego. ¡Bien por Carmen! 

Poco a poco, fuimos desgranando páginas, no sólo para deleite nuestro, sino también para el de algunas comensales de las mesas de al lado. Verdaderamente sonó bien. 

Tanta relevancia alcanzaron nuestros cantos que, hasta Carmen y Sole, se lanzaron a acompañarlos con unos excelentes bailes. ¡Es que no se puede aguantar tanto arte! ¡Bravo por ellas! 

El éxito fue rotundo. Hasta el punto de que algunas comensales de al lado, pidieron, autografiado por Moli, un librito de canciones. 

También sonó el Himno de rigor: "AMIGOS PARA SIEMPRE" 

Esta vez Carlitos inmortalizó el acto con sus fotos de costumbre. Como siempre el redactor-jefe Vilas las incluirá en su apartado correspondiente. 

Antes de despedirnos, nuestro hermano mayor, Ildefonso, con su característica paciente y sonriente voz, nos deseó unas felices fiestas y que la salud nos acompañara siempre. 

Justo a las 18:30, esta vez a la orden del jefe del restaurante, abandonamos el lugar. Después de tres avisos. 

Pero en la puerta, como resistiéndonos a la despedida, continuamos la amena conversación. 

Luego… colorín, colorado… 

¡¡FELIZ NAVIDAD!!

Andrés Osado Gracia


Crónica de la 39ª Reunión Grupo Madrid

En Casa Pepe 
Fuenlabrada (Madrid)
 
14 de diciembre de 2019

Acabamos de llegar a casa después de haber pasado una agradable comida, una más, en Casa Pepe. Casa Pepe es al Grupo lo que Agropopular a la Cope: todo un clásico. 

Antonio López, al encontrarse unos días fuera de Madrid, nuestro Intendente nos consultó, con gran acierto, que para eso es el Jefe, la posibilidad de cambiar el encuentro a Fuenlabrada, y así desactivar la total entrega y disponibilidad con la que Antonio nos tiene acostumbrados. Cuando se le comunicó a Paco, enseguida lo arregló todo. Paco y Vale tienen más cartel en Casa Pepe que Miguel Ángel Perera en las Ventas. 

Cuando nosotros llegamos ya estaban casi todos en el abrevadero. Enseguida Antonio Rodríguez nos ofreció unos extraordinarios torreznos que había preparado para el evento. Antonio López se retrasó un poco por causas ajenas a su voluntad. Besos y abrazos sinceros y sentidos entre todos. Nos alegró enormemente ver a Cari entre nosotros. 

Después de un largo aperitivo, donde se realizó un reconocimiento facial, después de cincuenta años, entre Antonio Rodríguez y Antonio Porras, sólo faltó olerse el culo, pasamos al comedor donde las féminas ya estaban sentadas. 

Ocupamos la amplia mesa presidida en esta ocasión por Manuel Jurado y su encantadora esposa Manuela. ¡La mesa no podía estar más bonita adornada con ocho flores!: Manuela, Pilar, Vale, Charo, Paqui, Andrea, Cari y Consuelo. En el otro extremo, ocho cardos borriqueros: Antonio Rodríguez, José María, Victoriano, Antonio López, Manuel, Antonio Porras, Antonio Estepa y Paco. La comida exquisita, como siempre. Eché de menos una cosa: Paco se olvidó de la pipa tostada GIGANTE AGUA-SAL de Hacendado. ¡Es que no se puede estar en todo! 

La conversación transcurrió por los cauces habituales: un poquito de ephemérides, cuarto y mitad de política, medio kilo de estudio sociológico (Priego y sus aldeas) y el resto lo dedicamos a reírnos de todo. Cuando terminamos de comer, al Porras y a mí se nos había puesto las barriguitas como al niño de los garbanzos de Paco Gandía. La suerte de Antonio es que estaba en plena convalecencia de un terrible resfriado y solamente se comió dos platos de sopa, que si no…! ¡Qué bien preparaos estamos para afrontar el último tramo del camino! 

Después del café y los chupitos, Antonio Rodríguez nos hizo cantar dos clásicos: “ Soy Cordobés” y “Serenata a la Mezquita”. Nuestras varoniles y afinadas voces se pasearon, con el garbo que da la tierra, por el amplio comedor. Fue tan grande y meritoria nuestra actuación que todos los comensales se quedaron boquiabiertos incapaces de aplaudir. Temimos que hubiesen sufrido un ictus, dada su quietud. Respiramos tranquilos al observar que poco a poco comenzaban a moverse. ¡Qué susto! 

Con languidez y parsimonia nos íbamos levantando de la mesa para trasladarnos al bar. Rematamos con unas tónicas para ayudar a nuestros pobres estómagos a superar la ingesta. 

Después de desearnos unas felices navidades y un 2020 lleno de esperanza, nos despedimos con besos y forzados abrazos (el que mucho abarca, poco aprieta). 

El Grupo de Madrid envía al Grupo Hornachuelos 63-65 una felices navidades y que el 2020 sea generoso con todos nosotros. 

¡Brindo por todos para que nunca nos falte las ganas de comer! 

Paz y bien.
Antonio Estepa Romero

sábado, 30 de noviembre de 2019

REUNION DE LOS VICARIANOS CORDOBESES

EN LA SOCIEDAD DE PLATEROS EL JUEVES, DIA 28-11-2019 

No habían sonado aún las campadas de las ocho de la tarde, en la Iglesia de San Francisco, cuando un grupo de nosotros, nos encontrábamos haciendo la “esquina” en la calle del mismo nombre. Al igual que en tiempos antiguos “aguardábamos” a que se abriera la puerta de los “asuetos y libertinajes” (léase Anales de la Calle de la Feria) Allí, bajo la tenue luz de la farola, aguardábamos a que Juan o Jesús, dieran el paso franco.

Entre el primer y último son, de la hora preceptiva, comenzó a abrirse el primer cuarterón de la puerta principal. A continuación, quedó expedito el paso. Sola quedó la esquina.

En el interior, como de costumbre, nos aguardaban los anfitriones, Antonio, Juan y Jesús. Por cierto, cuán distintos de la primera vez que tuvimos la gran suerte de conocerlos. En sus caras se denotaba una chispa socarrona de alegría. Quizás era presagio del buen rato que entre todos íbamos a pasar.

Poco a poco, “la mesa rectangular” fue ocupándose, en esta ocasión hasta el número de diez.

La primera ronda, con sus correspondientes tapas, fueron a cargo de nuestros compañeros Jesús Yamuza y Manolo Sepúlveda. Brindamos por sus felices cumpleaños. Creo que habían alcanzado la mayoría de edad.

Constituidos en Asamblea, inmediatamente, nos pusimos a tomar acuerdos. El primero fue, a petición de Manolo Vida y Pepe López, el establecimiento, salvo mejor prever, del día 30 de enero de 2020, jueves, a partir de las 12 del mediodía, para la celebración un perol en la Iglesia de la Margaritas. El motivo: Agradecimiento a Antoñita, “nuestra querida Antoñita de Santa María de los Ángeles” por los años que nos dedicó con sus servicios, cuidado y alegría continua.

De ello se tomó la debida cuenta, estableciéndose el mecanismo para llegar a tal fin. A su debido tiempo se indicará si tal sitio y fecha será los definitivos.

No indico más acuerdos, no porque se me haya olvidado, sino porque no los hubo. 

Rápidamente comenzamos la tertulia, que discurrió amena y dicharachera, como es frecuente.


Primeramente, demostramos nuestra complacencia al ver a Diego entre nosotros. Ello era síntoma que su proceso de recuperación va por buen camino. Nos contó, con ese espíritu alegre y despreocupado que le caracteriza, el proceso por el que había pasado.

Viveza adquirió el coloquio, cuando se tomaron en consideración y elucubración los conceptos de: 

- Compaginar lo que es el diálogo en lo “tumultuoso” en contraposición a “pequeño comité” ¡Casi ná! Todo ello a colación y producido por lo placenteras que suelen estas reuniones en la mesa rectangular. Se aceptó, como relevante, el espíritu del jueves plateresco y nocturno. Para ello lo importante es saber compaginar entre lo uno y lo otro. ¿Está claro? Yo lo veo meridiano. 

Desde luego, cuando dejamos libre el “coco”… se demuestra lo mucho que nos enseñaron de pequeños. 

Pero no quedó ahí la cosa. Por si no habíamos tenido suficiente: 

- Lo fotogénico y la opinión que tienen los demás de uno mismo. 

Esto ya para echar el resto. (Como suele decirse y viene bien a nuestras alturas… “para mear y no echar gota”) ¡Qué pasaba esa noche! Yo lo dejo ahí. Más me vale. 

No por ello decayó la noche. Todo lo contrario, porque al llegar la hora de los caramales, la cosa se apaciguó; la cordura se restableció y la noche siguió trascurriendo con normalidad. 

Por cierto, Juan y Jesús ya se han convertido hasta en nuestros fotógrafos Y Carlitos tocándose los… 

La noche siguió, el sitio permaneció, pero nosotros nos fuimos por donde vinimos. En esta ocasión, no hicimos la esquina. 

¡Hasta el próximo día! 

Que todo nos vaya por buen camino.

Córdoba, 30 de noviembre de 2019 (día de San Andrés) 
Andrés Osado Gracia

lunes, 11 de noviembre de 2019

38º Encuentro en Madrid

Crónica de la 38ª Reunión Grupo Madrid 
9 de noviembre de 2019 

Casa de Córdoba en Madrid

Cuando el invierno está llamando a la puerta con su cara de resfriado, y los cansados españoles acuden de nuevo a las urnas para decirles a los políticos ¡que ya está bien!, procedo a levantar acta del encuentro que tuvimos ayer en la Casa de Córdoba, en Madrid. 

La verdad es que la Casa me decepcionó. Eché de menos la alegría del sur. Cuatro cuadros colgados de Julio Romero de Torres; fotografías aéreas de la Mezquita-Catedral; un patio con macetas colgadas y en la segunda planta un comedor con una cabeza de Séneca que me pareció oírle decir: -¡Qué pasa, tío! Para rematar, el camarero que nos sirvió no era de San Basilio, ni de la Viñuela, ni del Parque Cruz Conde ni tampoco del Campo de la Verdad. Era marroquí. No tengo nada en contra de nadie, pero ¡joer!, ¿no hay ningún cordobés en Madrid que sepa de qué va esto? 

A la hora convenida fuimos llegando. Los compañeros del 61 tardaron en hacerlo unos cincuenta minutos porque habían estado visitando la ciudad. Saludos y presentaciones de rigor y subida al amplio comedor. Victoriano, nuestro Comandante en Jefe, presidió la mesa con la dignidad del titular de la Sala Segunda del Tribunal Supremo. Creo que fue un acierto el nombramiento. A ver si aprenden estos políticos de chichinabo. 

La comida no estuvo para tirar cohetes: ensalada, huevos revueltos y berenjenas con miel ¿?, para cada cuatro comensales, y de segundos entrecot y merluza a la romana. Entre bocado y bocado íbamos contando nuestras experiencias en el Seminario. Manuel Jurado, como siempre, era el encargado de aclarar y encauzar nuestra conversación para que las fechas y lugares no nos volvieran locos. Victoriano me miraba moviendo la cabeza, como diciéndome: -¡Y ahora qué! Fue laborioso el trabajo de Jurado porque existía cierta diferencia de edad entre nosotros, pero una vez más demostró el dominio de las ephemérides. Todo discurrió entre risas y bromas. 

De pronto, Fernando Prior se levantó y nos regaló a lo largo de unos minutos poesía de la buena. ¡Poesía de su cosecha! Nos recitó su “Romance a Córdoba”, mucho mejor que el de Pepe Marchena, décimas, sonetos… Tenemos un verdadero poeta en nuestras filas. A continuación, Fernando Horcas y Antonio Porras sacaron sus instrumentos, musicales claro. Aunque Fernando se tiró media velada con la portañuela abierta. Estuve observando y no ví ningún movimiento de entrada o salida. ¡Como si no viviera nadie en casa! Porras me transportó con su vieja bandurria a aquellos años donde la rondalla, con su director Manuel Cuenca a la cabeza, nos amenizaba los actos culturales y festivos del Seminario. Todavía guarda mucho arte y sensibilidad musical a pesar de tener los dedos gordos como morcillas de Burgos. Fernando Horcas, con finura y oficio, nos deleitó con su violín. Nos tocaron algunas obras de la tierra: “Cordobesita”, “Soy cordobés”, “Himno a San Juan de Ávila” etc., que nosotros intentamos cantar con más voluntad que acierto. Horcas, al final, nos deleitó con el “Concierto de Aranjuez” lleno de embrujo. 

Andrea y yo tuvimos que irnos antes de tiempo porque teníamos que festejar el cumpleaños de nuestra nieta. Se vinieron con nosotros Manuel y Manuela. Nos fuimos con ganas de haber estado más tiempo con el grupo. 

En resumen: una buena tarde de convivencia amenizada por el arte, la cultura y la amistad. 

Paz y bien. 

Antonio Estepa Romero

miércoles, 23 de octubre de 2019

III Encuentro de Otoño en Almodóvar del Río

Almodóvar del Río (Córdoba)

Entra en el álbum de fotos del encuentro pulsando en la imagen

Crónica de Antonio Estepa Romero

Ya tenía síntomas. Me iba notando el estómago revuelto desde que salí de Madrid. Era como si tuviera dentro a Raya Real cantando “Bamboleo”.

Cuando hicimos parada en Abades Puerta de Andalucía, salí del coche como el corredor de marcha, Paquillo Fernández, y seguí la línea azul que me llevó directamente a los W.C. ¡Tres botellas de Lanjarón de 1,5 l. podría haber llenado sin derramar una gota! Así, dos veces. Le comenté a Andrea que si seguía en este estado peligraría, primero la tapicería del coche y después el añorado Encuentro del sábado. En la farmacia de Montalbán adquirí una caja de suero y estuve veinticuatro horas sin probar bocado ¡una eternidad! Perdí dos tallas de pantalón.

El sábado nos pasamos por Córdoba para recoger a Sánchez y a Mari. Con la rapidez de una gacela moribunda se dieron cuenta de la pérdida de mi masa muscular.

Llegamos a Almodóvar de los primeros. En la amplia explanada de Las Parvas, dos encargados se afanaban en controlar el acceso al aparcamiento. Los primeros palmotazos y besos se hicieron oír en la fresca y plomiza mañana.

Sobre las diez, el excelente servicio de microbuses nos subió hasta el Castillo. Desde que estaba en Los Ángeles no había vuelto. La conservación es magnífica. Para mí es uno de los castillos más bonitos de España, haciendo un maridaje perfecto con la blancura del precioso Almodóvar.

Según Wikipedia, fue construido por los Bereberes en el siglo VIII, siendo su propietario actualmente el XI marqués de la Motilla.

El Encuentro se hizo coincidir con la celebración de las V Jornadas Medievales. Fue interesante presenciar una Recreación histórica, con entrenamientos de Combate, exhibición de cetrería, talleres infantiles, etc. Yo me quedé a ver dos combates. Me hice una idea de lo brutos que eran los del Medievo. Vamos, los de Fernán Núñez son oblatas benedictinas al lado de estos guerreros. ¡Qué leñazos se pegaban en la cabeza!

Visitamos casi todas las dependencias del castillo, entre los efluvios de la carne a la brasa. Mi estómago se iba desperezando lentamente. El haber servido a la Patria en el Cuartel de Lepanto como Mando (Cabo colorao), me hizo sobreponerme a la adversidad y pude conquistar las torres de la Cuadrada y del Homenaje. Dado el temblarito que empezé a notar en mis ancas, le comenté a Andrea la posibilidad de ir pensando en la retirada hacia el “campamento base”.

Cuando nos íbamos acercando al restaurante, observamos en la terraza a Sánchez sentado junto a la puerta de entrada. Parecía el dueño del Asador el Campero. Todavía nos quedaba una larga espera antes de la comida. Fue mitigada con unas cervezas que nos tomamos en compañía de Pablo Bosch y Marín Palomares. Aprovechando la coyuntura, le hice unas preguntas técnicas al compañero galeno que me asesoró magistralmente. ¡Una suerte tener en el grupo acuñadas todas las profesiones!

Pasamos una tarde extraordinaria. ¡Una más! Mereció la pena bajar para reencontrarte con gente a la que tanto quieres. Echamos de menos a los ausentes. En la comida se habló como siempre de todo: religión, política, seminario… pero siempre desde la libertad y el respeto. Entre plato y plato, Naz Valverde también me ayudo a seleccionar la ingesta. Me demostró su experiencia con soberbia pedagogía. Como los asistentes éramos pocos, treinta y cuatro, nos dio tiempo de compartir ampliamente con todos. ¡Fue una verdadera gozada!

Antes de terminar quiero felicitar a Paco Contreras y a Mari por los desvelos que han debido de sufrir para que todo saliera perfecto. ¡Enhorabuena y muchas gracias por habernos hecho pasar un día tan extraordinario!

Poco a poco nos fuimos despidiendo entre abrazos y jocosos comentarios, y la esperanza de volver a vernos el 18 de Abril en Los Ángeles. Algunos ya se han quitado el mono. Yo no he vuelto desde hace cincuenta años. Ya estoy pensando en el reencuentro.



Os deseo a todos lo mejor. Sólo me queda brindar por vosotros para que nunca perdamos las ganas de comer.




Paz y bien.

domingo, 22 de septiembre de 2019

37ª Reunión del Grupo Vicariano de Madrid

Casa Pepe 
Fuenlabrada (Madrid) 

21 de septiembre de 2019

Crónica de la 37ª Reunión Grupo Madrid 

“La noche de la tormenta, mare, ¡cómo llovía!”. Podría empezar la crónica con estas sevillanas de Chiquetete, para describir el tormentazo que cayó en Madrid el viernes por la noche. Me acordé de las inundaciones recientes, donde familias enteras lo han perdido todo. Egoistamente me preocupaba de la comida programada para el sábado en Casa Pepe. Tuvimos suerte y ayer amaneció con cielo claro, aunque a media mañana se puso color “panza burra”. 

La primera alegría del sábado fue cuando nos bajamos Andrea y yo del coche y vimos en la terraza del restaurante a Cari con nuestro Intendente Mayor, Victoriano y su morenaza Consuelo. Cari no asistía a un encuentro desde el 7 de julio de 2018 en Alcalá de Henares. Todos sabemos que tiene que hacer un gran esfuerzo, pero ella es fuerte y poquito a poco va superando la separación. Antonio seguirá siempre entre nosotros porque un amigo como él no se olvida nunca. 

Enseguida llegaron Manuela con nuestro bibliotecario Manuel, Antonio Porras, Pilar, José María, Charo, Paco, Vale y por último Antonio López. Total: catorce comensales dispuestos a pasar un día de convivencia y de paso degustar las exquisiteces de Casa Pepe. 

Primeros ejercicios de barra antes de entrar al “gimnasio”. Aprovechamos el tiempo para ponernos al día de cómo nos iba la vida. Lo podría resumir con una palabra: “extraordinariamente”. Entre cerveza y cerveza, me quedé fijando en los tórax y, salvo tres, aquello parecía un melonar . ¡¡Qué sandías, chacho!! Trabajo le doy a los galenos como tengan que palpar nuestros diafragmas. Victoriano, con esa agudeza visual que posee, se dio cuenta de mi delgadez. Lo demostré cuando exhibí, como si fuese un trofeo de caza mayor, mi cinturón donde se apreciaba claramente que le había ganado un agujero. Calculé en unos 600 gr. el resultado de mi gesta. 

La comida transcurrió de forma alegre y apacible. Entre Antonio Porras, Manuel y yo nos comimos dos cantaritas de sopa de mariscos. Tocamos diversos temas de la actualidad, pero sin calentarnos mucho la cabeza. Algún chiste que otro y sobre todo, “sucedidos”. Antonio Porras, con esa gracia natural que Dios reparte a quien le da la gana, nos contó anécdotas para enmarcarlas. Como alumnos desmemoriados, preguntábamos a Manolín por compañeros del Seminario y éste, con la paciencia y sabiduría de un docente, se bajaba de una imaginable tarima para instruirnos. Victoriano, ante las preguntas que le hicimos sobre su amigo Artemio, nos informó que el stock no peligra y la libido alcanza cotas insospechadas. ¡Enhorabuena… tigre! 

Terminada la larga sobremesa pasamos a la terraza donde dimos cuenta de algún que otro “cacharrito”. Nos acordamos de nuestra “amazona” Carmen cuando vimos el cochecito. Antonio López insinuó la posibilidad de pensar en hacer un viaje de pocos días. Nos comprometimos a estudiar el tema para ir dándole forma. Sería muy interesante hacer un viaje juntos todo el grupo. Queda en cartera. 

Tras la foto de despedida, abrazos y besos sentidos. ¡Qué pronto pasa el tiempo cuando estás con gente a la que quieres! 

Paz y bien. 

Antonio Estepa Romero

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martes, 10 de septiembre de 2019

Jornada de convivencia en Órgiva

En el cortijo de Lola y Manuel
Órgiva, 31 de Agosto de 2.019

Hacía tiempo que no tenía contacto físico con los amigos. Quiero recordar, si la memoria no me juega una mala pasada, que ahora hace justamente un año, un curso escolar. Y este encuentro ha sido en el mismo lugar, en la Alpujarra Granadina, en esa “Tierra de hierbas” o “Tierra de pastos”, a los pies de de la gran reserva (Sierra Nevada) de agua fresca y cristalina, con sus puertas siempre abiertas para regar ese valle que te hace sentir que siempre, o es primavera o es otoño. Hablo de Órgiva, corazón de la Alpujarra Occidental, y que forma parte de los pueblos más pintorescos y blancos del enclave.

Allí estábamos citados “a la hora que queráis”, según palabras de nuestro buen amigo Manuel Sepúlveda, que junto a su bondadosa, cariñosa y “buena gente”, Sra. Lola, estaban esperando, sin olvidarme de la madre de Lola, callada pero tierna, y cómo no, de los “amigos” del hombre, los perros Tigre y Dandi.

Poco a poco, sobre las once pasadas, de la mañana, fuimos llegando. Paco Moreno, Pepe Garcia Torres, Rafael Pérez, Antonio Llamas, Antonio Naz, Juande, Paco Sánchez, Muñoz Medrán, y nuestro fotógrafo oficial, Carlos Samaniego.. Todos con nuestras respectivas “donas”, y Rafa, fiel acompañante en mis asistencias, que también ha encontrado cariño en el grupo.

El encuentro era (y fue) en el cortijo “Nazaret”. Se encuentra en las afueras de Órgiva. Sus naranjos, limoneros, parras, almendros,… y sobre todo el gran árbol del aguacate, daban una sensación de encontrarnos, donde realmente nos encontrábamos, en un lugar privilegiado. La guinda al pastel la ponía el sonido relajante de la acequia (sabor árabe) de agua que pasa por el centro del mismo cortijo.

El ambiente festivo se percibía en los rostros de los asistentes. Los abrazos y saludos fue la nota dominante. Los corrillos no tardaron en aparecer. A veces, las preguntas no esperaban a las respuestas ¡Era tanto el deseo de comunicarnos! ¡Había que ponerse al día. Había mucho que recordar! De todo y de todos se hablaba: Los Ángeles, San Pelagio, profesores, compañeros pre-sentes y ausentes ¡Todo era motivo de conversación! ¡Cuánto se notaba el cariño! ¡Cuánto la amistad! ¡Cuánto se echaba de menos a todos y a cada uno de los no allí presentes!

Y mientras tanto, Manuel y Lola, Lola y Manuel, ayudados, eso sí, por las Sras., preparando los aperitivos tan exquisitos con los que se nos estaban agasajando. Jamón, queso, chacinas, frutos secos, … Y todo regado con caldo rubio. Vino y cerveza.

El plato estrella, fue el principal. Cómo no, fue una sorpresa. Comida alpujarreña. Habas fritas con jamón, chorizo, huevos fritos,… ¡Qué rico estaba todo! Y la faena se remató con ¡Una tarta helada! No se podía pedir un mejor refrigerio. Gracias Manuel. Gracias Lola. A “Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar”.

La sobremesa fue larga y fructífera. Amena y plácida. Hasta que llegó el momento. Los nidos estaban esperando, y comenzamos a despedirnos con un “hasta la próxima”. Un día para recordar. Un día para no olvidar. Aunque, seguro, eso sí, como todos los días en los que nos hemos visto y encontrado.

Un saludo.
Pepe García Torres (Pepe Torres)

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domingo, 1 de septiembre de 2019

Reunión en Plateros del Grupo Córdoba

REUNIÓN DE LOS VICARIANOS CORDOBESES
EN LA SOCIEDAD DE PLATEROS


JUEVES 29 DE AGOSTO DE 2019 

Sinceramente, no me atrevo a llamar a esta reunión “la correspondiente al jueves fin de mes” ya que la verdadera ha de ser considerada la que se celebra, hoy, en casa de Lola y Manolo Sepúlveda (Supongo que Fili o algún otro, dará buena cuenta de ella) 

Pero, como hubo una reunión de amigos, simplemente me voy a limitar a decir que, pasamos un rato agradable, como siempre. 

Aunque sea repetirme mucho, el Señor de Almodóvar, junto a su Lugar Teniente, insistieron mucho en que tuviéramos la bondad de ir apuntándonos a los festejos a celebrar en los dominios de su señorío (la verdad sea dicha la primera vez lo pidió con la cortesía que le corresponde, pero algo más tarde, blandiendo su espada, soltó mandobles a diestro y siniestro, poniendo a todos por… (imagínense ustedes que, un servidor, por mol de la vergüenza, no me atrevo a reproducir) Eso sí, yo os digo que, a ver si nos vamos poniendo las pilas. 

Estuvo nuestro amigo Pacomo. Ya hacía largo tiempo que notábamos su ausencia, de lo cual nos alegramos al verlo entre nosotros. Noté, algo extrañado, que la tenía más pequeña. Si, si, yo diría que bastante. Antes, con sólo alargarla en toda su plenitud, alcanzaba a hacer selfis con mucha profundidad. Ahora, apenas si lucía dos palmos. Tuvimos que recurrir a nuestro amigo Jesús, más jóven, para que nos hiciera algo bien hecho. 

Deseamos toda la suerte para que la reunión del sábado, en Órgiva, resultara fructífera. 

Pronto nos recogimos, pero lo pasamos bien. 

Hasta la próxima. Un abrazo para todos. 

Córdoba, 31 de agosto de 2019 
Andrés Osado

lunes, 12 de agosto de 2019

Reunión del Grupo Córdoba en Plateros

CRONICA, RETARDADA, DE LA REUNION DE LOS VICARIANOS CORDOBESES EN PLATEROS, EL JUEVES 25 DE JULIO DE 2019 

Cuando el propio Coloso -sí, ese mismo que estáis pensando- se escondía a la sombra de la siempre anfitriona Torre de la Calahorra, del tórrido sol de julio; unos cuantos chaladetes Vicarianos, nos encaminábamos hacia plateros. 

Menos mal que allá dentro de la sosegada taberna, nos esperaban, colgados del techo, los gigantes de nuestro excelso Don Quijote que, gracias al enarbolar de sus espadas, mitigaban nuestro sofoco. 

Rápidamente la petición fue unánime: “cervecita y bien fresquita” dicho y hecho. Las primeras duraron menos que los décimos que jugamos en la Lotería de Navidad. (por cierto, recordad que ya pueden ser recogidos, gracias a la gentileza de nuestros Manolo Sepúlveda y Carlitos, salvo que la memoria me juegue una de mis normales traiciones) 

La conversación que giró en torno a una lección magistral de nuestro querido amigo Antonio Gómez Ramírez, sobre la imposición fiscal. Tema, por cierto, que no ha sido debatido frecuentemente en nuestras tertulias. Bien venido fue, por lo grato y docto de su exposición. 

Ni que decir que, el Señor de Almodóvar insistió muy encarecidamente que nos fuéramos apuntando para el día de la convivencia en el Castillo de su Señoría. Pretende que en torno a cien comensales se reúnan en la Torre del Homenaje. Vamos a ver si lo logramos. En ello le va la vida. 

Inesperada y grata fue la presencia de Jenny. Más grato fue, aún, el excelente aspecto que lucía su figura. Totalmente restablecida de sus dolencias, departió con nosotros durante algún tiempo. Agradable sorpresa nos llevamos todos los presentes. 

Camarales, atunes y algún platillo de ensaladilla, circularon por nuestra no circular mesa. Gustosa cuenta dimos de ello, sin que sonara reparo alguno. 

Hasta aquí llegó la cuestión. Temprano se disolvió la reunión, dado que nuestro amigo Quijote acabó con todos ellos, amén de los correspondientes efluvios de las cervecitas y vinitos. 

Ya esperando, al autobús, comencé a escuchar el rumor del río que, empezaba a despertarse a la luz de la luna y de las encumbradoras alabanzas de Góngora, Pablo García Baena y otros… ¡Y yo pasmao! 

Hasta pronto en Órgiva. 

Córdoba, 11 de agosto de 2019

Andrés Osado Gracia
Córdoba, 12 de agosto de 2019

jueves, 11 de julio de 2019

En Memoria de Alfonso Torrico Romero



En recuerdo de Alfonso Torrico Romero

Hinojosa del Duque, 19 de junio de 1951 - 9 de julio de 2019
Santa Mª de los Ángeles, curso 1963 - 1964



AMIGO ALFONSO:

La llamada telefónica que mantuvimos, hace algún tiempo, amigo Alfonso, me dejó perplejo. Algo me decía que tu realidad se había descompasado. Tal vez fuera impresión mía. Aún recuerdo esa conversación, como si hubiera sido ayer: 

—“Yo no era ese” 

Por lo menos tuve la certeza de que aún estabas entre nosotros. 

Afortunadamente pude disfrutar, durante muchos años, de tu honradez, del gran sentido de compañerismo que inundaba todas tus acciones y del empeño que ponías en aquellos partidos de Balonmano. Nunca tuviste un mal gesto hacia los jugadores del equipo contrario y menos ante las decisiones de los árbitros -cosa que yo, algunas veces no lograba controlar. Ciertamente me ganabas en paciencia y serenidad. A decir verdad, también a algunos del equipo. 

Muchos compañeros dicen que ahora te habrás encontrado con algunos de aquel equipo, que ya no están entre nosotros: Francisco Caballero, Antonio Lara y Andrés Luna. 

A pesar de que nuestro querido árbitro de balonmano, Carlitos, dice cuatro jugadores no pueden seguir jugando y ha de darse el partido por finalizado, yo voy a proponer una cosa: 

De vez en cuando, vamos a quedar con vosotros y echaremos una pachanguita. Miguel, el TORRAOR, llevará en su Fargo, las camisetas y los balones. Somos cuatro contra cuatro: Por un lado vosotros y por el otro FAEMA-Francisco García, Miguel López, PALITO-Antonio Rodríguez y yo. Aunque Carlitos salga con el Reglamento, como tiene tan buen corazón, seguro que se pone de árbitro. 

A ver si nos reunimos y ponemos fechas. 

Hasta siempre Alfonso, y al resto del equipo.

Andrés Osado Gracia
Córdoba, 11 de julio de 2019

domingo, 7 de julio de 2019

Crónica de la 36ª Reunión Grupo Madrid

Casa de Antonio López Arenas
Madrid

6 de julio de 2019

Cuando aún revolotean dentro de mí, como libélulas desbocadas, las vivencias de ayer y en Pamplona se ha celebrado el primer encierro sanferminero, me pongo ante el teclado, cuan pianista, para intentar transmitiros lo que ayer ocurrió en el palacete de Antonio López.

Sólo faltaban por llegar José María García y Charo cuando Antonio nos abría la cancela. Con la puntualidad de una Jura de Bandera, Andrea y yo accedíamos al palacete. ¡Qué alegría ver de nuevo a Rafa Raya y a Elena, llena de alegría y de vida! Besos y palmotazos sinceros se oían en el porche, donde una alargada mesa aguardaba impaciente como una novia, el comienzo de la fiesta.

Antonio, como siempre, atento a todo y a todos para que nada faltara. ¡Y nada faltó! Manuel Jurado, metido de lleno en su rol de chef, comenzaba a sorprendernos con los primeros choricitos, así como panceta, secreto ibérico y filetes de ternera. Antonio Gutiérrez se encargó de los melones y sandías que me transportaron a mi querido pueblo de Montalbán. José María nos ofreció un excelente vino valenciano que maridaba perfectamente con los magníficos langostinos de Victoriano. Con el mimo de una enfermera y la paciencia de un cirujano plástico, Manolito iba dándole el punto exacto a los preciados manjares. Algo más de tres horas ininterrumpidas se pasó el tío ante la plancha. ¡Digno sucesor de nuestro querido y recordado Antonio Crespo!

Mientras tanto, algunas de nuestras ninfas se bañaban en la piscina, dándole un toque juvenil al ambiente. Primeras fotos para dejar constancia del encuentro. Poco a poco nos íbamos acomodando para dar buena cuenta de los víveres. Entre bocado y bocado se le dio repaso a casi todo: religión, deportes, estado de la nación… La mesa era una tribuna donde cada uno se expresaba con total libertad. Cuando la tolerancia y el respeto hacen acto de presencia en una convivencia nada hay que temer. Tuvimos tiempo para recordar acontecimientos de nuestro paso por el Seminario, pero sin acritud. Todos estuvimos de acuerdo que mereció la pena; la prueba es que seguimos unidos después de cincuenta años. 

A Victoriano le prometí dejar el tema de Artemio, su distribuidor particular. El farmacéutico ha demostrado, con atinado asesoramiento sexual, su valía para llevar placer a tantos hogares. ¡Enhorabuena, …seductor!

Victoriano expuso un tema sumamente delicado: la posible degradación de nuestro Intendente Mayor, Rafa Vilas. Manifestó que la dejadez en el cargo era evidente, así como las ausencias reiteradas del Grupo. A la mayoría se nos está borrando su faz de la memoria. No sabríamos distinguirlo entre Paquirrin, Juanito “el Golosinas” o Falete. Hay que añadir el vacío de poder que ha generado su ausencia y lo que es absolutamente imperdonable: se ha entregado como una mala mujer en los brazos del programa “El Paseíllo” de Radio Priego 107.0 FM, con notable éxito, por cierto. ¡Intolerable, esta infidelidad!

Por estas razones, y después de una votación, se decidió por unanimidad destituirlo del rango y nombrar a Victoriano Castillejo nuevo Intendente Mayor. El nombramiento quedó cerrado con un magnífico sorbete ofrecido por el anfitrión.

Antes de abandonar la reunión Antonio Gutiérrez y Paqui, cantamos “Soy Cordobés”, y “Serenata a la Mezquita”. ¡Hasta las aves dejaron de cantar, muertas de envidia! Todavía están en forma nuestras varoniles voces. Quizás sea lo último que tenemos ya servible. Poco después, Paco y Vale se tuvieron que ir también para atender a las obligaciones familiares. 

Caía la noche cuando el incansable Jurado comenzó a ofrecernos de nuevo los secretos ibéricos. Yo estaba para cantar lo del villancico: “ya no puedo más, ya no puedo más…” Victoriano y yo prometimos no cenar esta noche. Yo cumplí.

Llegó la hora de la retirada. Quiero agradecer a Antonio López, en nombre de todos, la acogida que como siempre nos ofrece. Siempre consigue que nos sintamos como en nuestra propia casa. No es una frase, es una realidad. ¡Con la sencillez de los grandes no te ofrece lo que tiene, se ofrece por completo! Y esa entrega te llega al corazón. Gracias, Antonio, por tu amistad.

Después de los abrazos, cogimos los coches con los corazones llenos de felicidad por el encuentro tan magnífico que habíamos pasado. El nuevo Intendente tiene la responsabilidad de fijar fecha y lugar para el próximo encuentro. Pero esa es otra historia.

Paz y bien.

Antonio Estepa Romero

domingo, 30 de junio de 2019

CRÓNICA DE LA REUNIÓN DEL JUEVES 27 DE JUNIO

EN CÓRDOBA, OLA DE CALOR 

CRÓNICA DE LA REUNIÓN DE LOS VICARIANOS CORDOBESES,
CELEBRADA EL JUEVES 27 DE JUNIO DE 2019, EN LA SOCIEDAD DE PLATEROS 

A decir verdad, la ola de calor se producía en el interior de Plateros, alrededor de esa mesa rectangular -que no redonda- donde como cada casi todos los jueves fin de mes, nos reuníamos para celebrar nuestro encuentro. Si, esa que está, a la izquierda, nada más cruzar el arco central que da acceso al patio.


Bonito empiece. Me atrevo a considerarlo así, ya que no es mío, sino porque ha sido sugerido por nuestro querido Sr. Sánchez. 

Cuando llegué a la reunión, con unos minutos de retraso, ya tenía la palabra el diputado por Almodóvar, o mejor dicho, El Señor del mismo nombre, D. Francisco Contreras. Contrariedad produjo en su ánimo, mi solicitud de detener su alocución, dado que aún faltaban aún dos contertulios. No obstante, accedió a ello. Una vez reunidos todos, prosiguió con la exposición detallada de la reunión futura-próxima, a celebrar en los dominios de su señorío. Yo tomé la debida cuenta de todas sus indicaciones. Pero, permitidme que, en honor de la cortesía, no detalle aquí todos los pormenores. Estos han de ser tarea oportuna de Antonio Luna y Manolo Sepúlveda. 

Sobre los sesenta minutos de disertación, nos fue entrando un hambre morrocotuda. Ya se sabe, todo el personal a darle gustito al estómago. Pero el parlante no perdió ni un momento, solo el necesario para solicitar su alimento. Sin dudarlo, prosiguió. 

Os aseguro que me estoy conteniendo en desvelar el contenido de las palabras allí dichas. Soy hombre fuerte y como si de secreto de confesión se tratara, no he de decir ni “mu”.

Por mi mente discurrieron banderas medievales, castillos, torneos y un sinfín de parabienes. Todo llegará a su tiempo. Sólo diré que, currado está. 

Dio tiempo a alguna conversación de las nuestras, aunque para mí fue corto el disfrute de la reunión, ya que hube de abandonarla antes de su finalización. 

Allí siguieron algunos contertulios más, disfrutando de esa “ola de calor”.

Os deseo lo mejor a todos. 

Andrés Osado Gracia
Córdoba, 29 de junio de 2019

domingo, 9 de junio de 2019

Crónica de la 35ª Reunión Grupo Madrid


Reunión en Segovia 

8 de junio de 2019 

Acabamos de llegar a Móstoles después de pasar un maravilloso día de encuentro en Segovia. 

La última vez que visitamos esta preciosa ciudad fue el 2 de febrero de 2017. Hoy hemos vuelto para echar un rato con nuestros amigos Antonio y Paqui, que se han desvivido para que todo saliera perfecto. ¡Doy fe que lo han conseguido! 

El punto de encuentro, según las instrucciones recibidas, era en la puerta del Restaurante Casares, donde íbamos a comer. Estaba haciendo la maniobra de aparcar cuando llegaba también Manuel y Manuela. Estamos más sincronizados que la Patrulla Águila. Micciones en el WC y a la calle, a respirar el aire puro de la mañana. Antonio , Paqui, Vale y Paco llegaron enseguida y nos dirigimos a comprar unos dulces al convento de monjas Corpus Christi, ubicado en la plaza del mismo nombre. 

Caminando tranquilamente por la Calle Real, disfrutamos de la Plaza de Medina del Campo donde se contempla la Iglesia de San Martín (s.XII), el Palacio de los Tordesillas (s.XV), las Casas de Solier y de Bornos, bueno voy a parar que le parezco a D. Ricardo con un grupo de franceses recorriendo la Mezquita-Catedral. Pero es que no te cansas de mirar esta joya Patrimonio de la Humanidad. Después de tomar unas cervezas en la Plaza Mayor, Manuel y Manuela visitaban la Catedral, nos dirigimos para el Acueducto donde nos esperaban Consuelo, Victoriano y Antonio López. 

Nueva sentada en la terraza del Restaurante antes de pasar al comedor. Antonio Rodríguez, como el mejor chef del mundo, nos aconsejó los platos. En la anterior visita me la pegaron en el Restaurante San Martín y no estaba dispuesto a caer en el mismo error: judiones de La Granja, cochinillo y de postre ponche segoviano. Cuando terminé me entró una risita bobalicona fruto de la ingesta. Corté las dos orejas y el rabo. ¡No hay cosa más sabia que confiar en el amigo que sabe! 

La comida transcurrió por los cauces normales: Un poquito de ephemérides, cuarto y mitad de política y clase magistral de móviles a cargo de Jurado. Hablando de un compañero que nos dejó, y a la vista de una foto antigua, comentaba Antonio Rodríguez que era muy rubio pero que no se distinguía bien porque la foto era en blanco y negro. Victoriano le contestó sin inmutarse: -“Hasta ahí llego”. Es digno de mencionar la defensa que Consuelo hizo de su esposo al comunicarnos que estaba mejor conservado que todos nosotros. ¡ Y es verdad, no tiene una arruga! Yo he leído por ahí que si te mantienes activo sexualmente, la esperanza de vida aumenta considerablemente. ¿Estaré yo perdiendo el tiempo? En los postres le cantamos a Antonio Rodríguez el “cumpleaños feliz” por sus 67 añitos. Llegó la hora de marcharse y Victoriano, con la candidez de un infante se levantó, cogió su bolso en bandolera y lo tuve que detener: -“Me parece que esto hay que pagarlo, Victor”. 

Después, en tres coches, los anfitriones nos llevaron a visitar La Casa de la Moneda, fundada en el siglo XVI por Felipe II. En su amplia terraza dimos buena cuenta de los pastelillos que compró Antonio en el Convento. Más tarde visitamos el Convento de San Juan de la Cruz. Cuando vimos el féretro donde se dice que fue enterrado el santo hubo cierto escepticismo Las medidas de la caja eran muy pequeñas. Yo pensé que la única forma de que cupiera en ese cofre sería aplicando el método de recogida de un bastón de la ONCE. 

Llegó la hora de la despedida. De nuevo abrazos y besos sentidos y la esperanza de vernos el 6 de julio en el palacete de Antonio López. 

Gracias a Antonio y Paqui por regalarnos este precioso día. 

Paz y bien

Antonio Estepa Romero
9 de junio de 2019