domingo, 28 de abril de 2019

El palacete de Medina Brillante

La verdad, no puedo quejarme. Llevo un mes de abril sencillamente maravilloso. Con todo lo que hablaban de sequía, tanta amenaza de cambio climático… y resulta que me encuentro exultante, que me habrán llovido… qué sé yo, por lo menos cientos de litros en lo que va de mes. Yo no entiendo mucho de litros por metro cuadrado, como les escucho decir a Rafael y a Toñi, mis dueños; yo sólo sé que me rebosa el agua hasta por las orejas, si las tuviera. Porque, ya lo sabéis, lo mío es el agua, es mi razón de ser, sin ella no soy más que un vacío de vértigo donde alguien puede descalabrarse si da un paso en falso.

Sí, es verdad. ¡Qué días estos de atrás tan relajantes! La gente no se da cuenta, solo piensa en sol, bronceado y baño, pero para una piscina doméstica resulta fundamental la tranquilidad, el descanso, el agua mansa que me inunda y me regenera por dentro, que me limpia de tanto cloro acumulado, que me hace lucir más transparente el orgullo de mi escudo blanquiverde del fondo, que me deja sencillamente escamondada. Y para colmo de mi quietud, mis niños, los de Madrid, a los que temo como a una jauría en cuanto que empieza a picar el sol, no me hacen ni puñetero caso en este tiempo tan deliciosamente lluvioso; vamos, ¡como si no existiera! Tampoco es eso, joer.

Rafael, mi amo, sí que me cuida. Gracias a él me veo bonita. Y presumo de ello, soy la reinona al lado de las piscinas vecinas. Ninguna posee mis proporciones, mi orientación sur-oeste, mi balaustrada, mis vistas… ¡Ooohhh, mis vistas!... Ocupo el centro del jardín, desde donde admiro el parador de la Arruzafa a mi derecha, y al frente, la inmensidad de la vega con el Castillo de Almodóvar en todo lo lejos. ¡Qué preciosidad! A lo que iba: que Rafael sabe cuidarme. Cada día me lava la cara de la hojarasca que me cae de granados y madroños; cada semana me da un repaso más a fondo con una máquina que recorre mi suelo y mis paredes haciéndome un cosquilleo enervante. En fin, que una está muy contenta con lo que tiene.

Pero hoy se avecina algo gordo. Y estoy mosqueada. Rafael se ha levantado a las ocho de la mañana para pasarme el limpia fondos, y me ha puesto dos pastillas más de la cuenta en sendos flotadores, y luego le he visto muy apurado paseando con el móvil de un lado a otro llamando a Rute para encargar empanadas y piononos de Galleros. Por su parte, Toñi, mi ama, está con los preparativos de las croquetas desde hace varios días, y anoche mismo frió una primera tonga de prueba cuya fragancia a puchero me llegó hasta el mismísimo skimer. ¡Uuuhhhmmm! ¡Qué ricas! Tienen fama en toda la zona sus croquetas. Y ya lo tengo comprobado: cuando me acicalan tan temprano y huelo a croquetas: fiesta segura.

Y le temo a las fiestas, es la verdad. Porque la gente no respeta nada y abusan de una, las cosas como son. Yo estoy para eso, para que la gente disfrute y se refresque. Pero no para que los niñatos y jovenzuelos se me metan con los pies llenos de yerba o incluso de barro, ni para que se me tiren de bomba, con lo que eso duele en mi espalda, y con el agua que desperdician con tanto salpicadura. Prefiero, claro está, las fiestas nocturnas de verano. Los amigos adultos de mis dueños son gente formal, y se bañan como Dios manda. Aunque, si hay que decir toda la verdad, en alguna ocasión también estos adultos decentes se han bañado en pelota viva y han hecho alguna que otra guarrería en mi seno. Pero bueno, esa es otra historia.

El caso es que esta gente de hoy parece bastante civilizada. He entendido, de pasada, que son antiguos compañeros de seminario de Rafael, se les supone, por tanto, la decencia y el saber estar. Viene con ellos, incluso, un cura. Buena señal. Según van llegando, solas o emparejadas, las personas, después de los saludos efusivos con mis amos y de unos con otros, centran su atención en mí misma. Me siento muy orgullosa de ser el objeto del deseo de gente tan importante como parece así a simple vista. De los primeros en llegar, un gordito de bigote con una cámara de fotos colgada del cuello todo el tiempo, me ha sacado tropecientas fotos desde todos mis ángulos curvos. Yo ya no sabía ni cómo ponerme. Luego, otros pocos se colocaban aquí o allá, para encuadrar mejor el instante y las vistas panorámicas. Uno, al que le llaman Pacomo -¡vaya nombre raro!-, quiere salir en todas, con sus sombrero campero. Luego, me enteré que es de Fernán-Núñez, claro, así se explica... Hay otro también del mismo pueblo, y también con sombrero, que parece el más bajito de la reunión, pero con mucho dominio. Chiquitito, ¡pero con dos cojones! Un tal Diego Ruiz, de amplio contorno, se me ha acercado tanto que ha mancillado mi delicada superficie facial con cáscaras de langostinos. Este, al parecer, es de los que pelan las gambas con una sola mano, herencia adquirida de un antiguo profesor de filosofía de ellos. Las mujeres, sin embargo, no me hacen mucho caso, es lo normal. Ellas solo me quieren para tenderse a tomar el sol en mis costados. Mejor para mí, así no me pringan con sus mejunjes.

Poco a poco, se van rejuntando todos. Y de tanto nombrarse unos a otros me voy quedando con sus nombres. Que si Pepín de Benamejí, que si Fraski de Palenciana, a este de aquí me parece que le dicen el Osado, a este otro rellenito, el Berni, uno muy chupado que se llama el Martón, otro de gafas, que cojea un poco, el Prior, creo que le nombran... Echo en falta a Paco Castro, un íntimo de mi amo, antiguo curilla también y un habitual en esta casa. Hay momentos en que les estrecha a todos la gazuza y se arremolinan en las mesas del jardín o en las del porche para ponerse tibios de jamón, de langostinos, de croquetas o de tomate con melva. Por lo que puedo ver desde mi posición privilegiada, me parece que los más discretos en esta tarea sean un tal Mateo Calero y el Hidalgo Naz, un hombretón de dos metros. Las mujeres -más listas- se han acomodado bajo el toldo muy bien sentaditas, picando lo justo y jartándose de charloteo. Bien que hacen. En un momento concreto se van todas detrás de mi ama para adentro: les va a enseñar la casa. Van a flipar, seguro. Yo nunca he visto nuestra mansión por dentro, es natural, solo soy la piscina, y no puedo moverme. Pero de tanto escuchar comentarios de tantas mujeres en tantas reuniones como hay en esta casa, ya saca una sus conclusiones. Es una casa maravillosa, única, un pequeño palacete en el corazón de Medina Brillante. Las personas cultas que suelen frecuentarme hablan sentados en mis bordes de Medina Azahara y de Medina Alzahira, como ciudades fantásticas y exuberantes del periodo califal. Pero yacen bajo tierra. Sin embargo, este territorio donde yo me asiento ahora es la tercera gran Medina de Córdoba, Medina Brillante. Solo que viva, verde y preciosa.

Hoy no espero grandes sobresaltos. No creo que nadie se atreva a asaltarme, a zambullirse en mis aguas frías y transparentes. El cielo está ocupado de nubecillas de algodón que siembran sombras apetecibles en el suelo del jardín. Pero de cuando en cuando aprieta un sol refulgente. Y entonces sí que temo lo peor. Unos pocos de estos parecen tramar algo, y no me gusta. Uno, al que le dicen el Fili, lo veo con ganas de armarla. Intenta convencer al Medrán, a Carlitos y a otro al que llaman "El Obispo" para tirarse sobre mí, vestidos y todo. Pero los otros, menos mal, lo desaniman. Mejor así, el tal obispo es de unas dimensiones tales que si se me tirara encima me vaciaría casi entera. Pero siguen bebiendo, y contri más alcohol, más locura, que lo sé por otras veces, y no estoy tranquila del todo. Y del que menos me fío es de un flacucho de alegre flequillo, un tal Paquito Contreras, que ya va diciendo que se va a tirar en calzoncillos. Y a este sí que lo veo capaz. Y si no se me ha tirado ya es porque Carmen, la mujer del fotógrafo sobradito, ejerce una autoridad moral contundente: "déjate de bobadas, que luego coges una pulmonía, y no está tu cuerpo pa eso" . Muy bien dicho, Carmen. 

Ya pasó lo malo. Ahora, mientras saborean el cocido con su pringá, estoy a salvo. Y luego, para rematar, unas lagrimitas de aguardiente de Rute y unos piononos de Galleros, me los dejan a todos planchaditos. ¡Qué bien, qué tranquilidad! Y lo bien planificado que lo tienen todo, oye. Cuando más lo necesitaban, cuando las bocas de todos parecían de mojama, se levantó un tal Alfonso, del Viso, para hacer de aguador. Se conoce que son gente organizada, sí señor.

Pero puede quedar aún lo peor: Rafa el fotógrafo y el Osado están preparando una queimada. Por otras ocasiones, sé de sus efectos. El cielo se ha despejado y esta gente, en su delirio de alcohol, se me va a precipitar con ropa y todo. casi lo estoy viendo. Menos mal que ha surgido milagrosamente la figura seria y dominante de un montillano de pro, un hombre de bien con pintas de cura de verdad, que ha sabido orientar la alucinación de los mamados hacia la música. El bueno de Paco Solano los entretiene a todos con cánticos sobre Córdoba y el seminario hasta que se les ha ido pasando la jumera.

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Por motivos de alta intendencia doméstica, Fraski, Pili, Prior, la Peque y un servidor, hubimos de abandonar el feliz cónclave un poco antes de la cuenta. Razones pastorales obligaron también a Manolo Vida. Aunque eché de menos a muchos ausentes, me vais a permitir que mencione a dos de los nuestros por lo que hubiesen disfrutado de tan excelente condumio: Antonio Estepa y Agustín Madrid, gente que antes pierde la cartera que las ganas de comer. Creo que lo mejor que puedo decir de esta comunión tan agradable con todos vosotros es que a la salida de la casa yo tuve la vivencia de haber estado en mi propia casa, que el palacete de Medina Brillante será como nuestro de aquí en adelante. Y sin hipoteca.

Toñi y Rafael: muchísimas gracias por vuestra dedicación y esmero, por habernos obsequiado con una jornada fantástica de amistad y de cariño. Habéis sido unos anfitriones excepcionales. Y si mi primo Castro no ha venido, él se lo ha perdido, ea.

Sed buenos y felices. Y por favor: votad bien; luego no me vengáis con monsergas.

José Mª Rivera Cívico "El Fili"
Antequera, 28 de abril de 2019


EN CASA DE TOÑI Y RAFAEL, EL DIA 26-4-2019

“Yo, si la reunión se celebrara en viernes, me vendría mejor. Si es así, el próximo fin de mes, lo podríamos celebrar en mi casa”

Estas fueron las palabras de Rafael Pérez, dichas en la reunión de Cónil. La aceptación, sin lugar a duda, fue unánime.

Como para algunas cosas, somos unos chicos muy obedientes, nos pusimos manos a la obra. Mejor dicho ellos, Toñi – Rafael con la intendencia y Manolo Sepu con su lista, fueron los currantes. 

El cielo, solidario con los anfitriones, quiso hacer acto de presencia, luciendo con sus mejores galas. ¡Y qué galas! De vez en cuando, hubo que guarecerse bajo el porche, pués no se podía aguantar tanta solidaridad. ¡Ganas hubo de darse un chapuzón! ¿No es verdad, Fili? El muy travieso proponía, con algo de pillería (cosa frecuente en el) darnos “sin querer, queriendo” un empujoncillo y caer en la piscina. No por nada, sino para ver más de cerca, el impresionante escudo del Córdoba, que relucía allá en el fondo. Menos mal que la cosa no cuajó. Mateo, de buena gana se hubiera aposentado en sus fondos, junto al escudo.

A la voz de ya (a estas alturas no necesitamos campana que nos avise) empezaron a salir aperitivos. ¿Los enumero? Bueno… venga: patatas fritas, aceitunas, queso, salchichón, lomo, tomate con atún, langostinos, una empanada que quitaba el sentido, y… seguro que ya estáis pensando en los “camarales” pues no, que esta vez eran cocletas caseras riquísimas. Aquí voy a hacer un inciso. No estoy de acuerdo con la Real Academia de la Lengua, al haber admitido cocletas y no camarales. Creo que voy a empezar a recoger firmas, para que acepten el término. Ni que decir tiene, todo esto regado con refrescos, cerveza, tinto y el excelente vino de la bodega de Rafael.

Por si fuera poco, Toñi se presentó con una profunda perola, llena de un magistral cocido, acompañado de su correspondiente y abundante “pringá”. Antonio Ruiz Martón, cual tiempo antaño, fue sirviendo en los platos. ¡Qué buena cuenta dimos de ello! ¡Estaba para chuparse los dedos! (A pleno sol, comiendo esos trompos y esa pringá, me vino a la mente aquel chiste que contaba Paco Gandía) Menos mal que los piononos y la excelente tarta, sirvieron de tapón.

Hacia mediados de los aperitivos, Paco Contreras y Antonio Hidalgo “Señores de Almodóvar” comenzaron a exponer la propuesta de celebrar la reunión otoñal en la ciudad de su señorío. Pués bien, habían sido degustados el resto de los aperitivos y los trompos con su pringá y aún Paco seguía con su exposición. ¡Cómo le cunde! Lo curioso es que nos tenía a todos embobados con su disertación. Lo cierto es que no me enteré muy bien si se trataba de asfaltar el camino hacia el pantano, hacer mas liviana la subida al Castillo o invadir el Ayuntamiento. Después de todo, su mejor conclusión fue la siguiente: Bueno, dejadme que lo piense y ya os lo comunicaré. Sabias palabras. ¡Qué gran señor!

Después de esto, tocó el turno al sabroso Turrolate, traído por Carmen y Rafa. Cuántos recuerdos traen a mi mente, ese sabroso manjar prieguense. 

Haciendo recuento de personas se colocó, con gran satisfacción de los anfitriones, “TODO EL PAPEL VENDIDO” Por desgracia faltaron Lola - Manolo Sepu y Elena – Rafa Raya, uno por gripe y otro por gastritis. Brindamos a la salud de los pachuchitos. 

Como su Santidad, no se llevó el solideo, no pudo ser investido como nuevo Vicariano, nuestro querido compañero Alfonso Sánchez Ramírez. No por ello faltaron muestras de cariño para con el. La próxima vez será. No se ahora mismo si Frasqui, posee ya ese gran honor; si no es así, también será en otra ocasión. Hablando de Alfonso Sánchez, se dio perfecta cuenta de la pandilla con la que había topado. Verán ustedes por qué. El, muy servicial, se prestó a servir copas a los contertulios. 

—¿Alguien quiere una copa de algo?

A la pregunta sólo responde uno, solicitando un Gin Tónic. Cuando muy gustoso se lo trae, otro (juancojones) va y le pide lo mismo.

—Alguien más?

La misma respuesta, nadie. La operación vuelve a repetirse, así como una nueva petición. Esta vez, alguien añade solicitando algo de limón. Ahí ya se lio la cosa y la buena voluntad de Alfonso se vio resquebrajada y comprendió “que vamos para mayores” Claro, la respuesta fue clara y contundente

—Quien quiera algo más que vaya el y se lo ponga.

Algunos tardan más en comprender donde se meten. Afortunadamente Alfonso, lo ha aprendido el mismo día. ¡Hurra! por él. Es que tenemos una pachorra digna del mejor Job.

Es de resaltar, la notoria presencia de compañeras que acudieron a la llamada. Bravo por ellas. 

Hubo queimada, acompañada por el sentido y sonoro “Conjuro” que, tan magistralmente recitó Carmen. En ese momento las llamas que surgían de tan apetitoso caldo, se animaron al oírlo (jo, ha quedado bien) Quisiera resaltar unas palabras que recitó: “Fuerzas del aire, mar y fuego, a vosotros os hago esta llamada: si es verdad que tenéis más poder que la gente terrena, aquí y ahora, haced con los espíritus de los amigos que están fuera, participen con nosotros de esta queimada”

Más piononos, tarta, turrolate y copitas, hasta que llegó la hora de los cantos. Dos, sobre todo, fueron entonados por la potente voz de Pacomo, a petición de Carmen, a saber: Soy Cordobés y Serenata a la Mezquita. Por supuesto, siguieron otros tantos. 

Gracias a la libretilla que me regaló Diego (eta vez si me la llevé y anoté cosillas) creo que he dicho lo más importante. 

¡AH! DECIR QUE LA REUNIÓN DEL JUEVES PRÓXIMO FIN DE MES, SE ADELANTA AL 16 DE MAYO. SERA A LAS 20 HORAS EN PLATEROS. SIN HAY CAMBIOS, SE PONDRÁ EN EL INFORMATIVO (esto debido a la Feria)

Ya está bien por hoy.

Salud

Córdoba, 28 de abril de 2019
Andrés Osado

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23 comentarios:

  1. Voy a ser el primero. ¡Qué chulada de crónica! Me ha encantado. Dadle al autor felicidades de mi parte. Y las fotos, preciosas. Hasta luego, que me voy a votar.

    El Fili.

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  2. Otra cosa: yo sé que mi amigo "El Obispo" me perdona por tanto meterme con sus abundancias.

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  3. Que arte tiene este Dr. Si así diagnostica, todos salvados. Excelente crónica. 'Felicidades Sr. Fili'

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  4. Distinguida piscina, creo que a la hora de redactar tu gran crónica, aún no habías visto los reportajes fotográficos de la comunión.
    De todas maneras, gracias.

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  5. Querido Pacomo: el relato no es fiel, es una ficción de algo real, una especie de realismo mágico, si se me permite la petulancia. Lo importante para la piscina ha sido ver a tanta gente a su alrededor pasándoselo de rechupete. Un abrazo.
    El Fili.

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  6. Tu licencia y maestría hacen prodigios. Decir más, sería mostrar adjetivos que podrían desmerecer tu excelente pluma. Un abrazo

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  7. Hay que ver esta "piscina" lo bien que sabe expresarse. Me ha tenido embobado. Has conseguido amigo José María que la piscina sea en tus manos un muñeco que hable y nos cuente esta crónica como cualquier ventrílocuo hace con sus muñecos. La fluidez narrativa está a la altura de los grandes genios de la literatura.Tu prosa es amena y divertida y te atrae y te te enreda sin remedio en la red del relato de manera que no puedes dejar de leer hasta concluirlo. He gozado . Un abrazo

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  8. Me apabulláis. Muchas gracias muchachos. Pero tengo un problema: solo soy capaz de escribir desde el optimismo. Contri mejor me lo paso, más riqueza literaria. O eso creo.
    En cualquier caso, querría decirle a Andrés que esta crónica mía es un relato ficticio. La crónica "de verdad" es asunto suyo. Así que no se vaya a escaquear.
    Un beso.

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  9. Es una magnífica crónica Fili, refrescante, tu verbo sigue siendo fluido, no podía ser menos. Dan ganas de irse directamente al más cercano lugar húmedo y rememorar tu crónica mientras el agua nos sacude. Gracias majo y un abrazo.

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  10. Gracias Paco. La verdad es que un lugar tan paradisíaco como el chalé de nuestros anfitriones, en plena Sierra Morena, te facilita mucho la inspiración. Un abrazo.

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  11. Interesante y original crónica enfocada desde la óptica de una pisciana señoritona y remilgada que no pierde detalle de lo que sucede a su alrededor.
    En un cursillo de Registros Akhásicos de hace unos meses, un compañero y yo amagamos con remojarnos en pelotillas en la piscina de la finca que alquilamos. Las mujeres parecían conformes y divertidas con la iniciativa varonil de los dos mendas vacilones.
    No catamos el agua limpísima de la piscinita porque estaba casi helada. A raíz de estas experiencias compruebo que los años nos vuelven, cada vez más, especies de secano. Aunque por dentro si nos sigue gustando remojarnos con vinos y cerveza.
    Gracias, Fili, por tu entusiasmo y desenvoltura en estos lances. ¡Ojalá Andrés entre al trapo y nos deleite también con sus ambrosías!
    No me olvido de los esforzados fotógrafos Carlos Samaniego y Rafael Vilas, especialmente, a quien tenemos que agradecer su pasión y su arte.
    Un abrazo a todos.

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  12. Jajaja. Que sepas que la piscina no se enteró porque en esta ocasión le pilló un poco lejos, pero Rafael, el anfitrión, me propuso medio en secreto tirarnos desnudos. Yo me apoqué -lo confieso- por temor al excesivo encogimiento de la sin hueso. Jajaja.

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  13. Querido Fili, en primer lugar gracias por tu recuerdo. Os tuve presentes todo el día. Ya estarán con los entrantes; ahora le estarán metiendo mano al queso; seguro que llevan más de tres botellas bebidas. Estas y otras eran las preguntas que me hacía. Menos mal que caía la tarde y me fui adormilando como la piscina del Palacete de Medina Brillante. Gracias amigo por tu exuberante prosa. Os deseo, como siempre, que no perdáis las ganas de comer. Un fuerte abrazo.

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  14. Muchas gracias, pequeño hombretón montalbeño. Debes saber que tu ausencia en estas reuniones deja demasiado vacío. Te necesitamos, manque sea para ocupar sitio. Jajaja.

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  15. Amigo José María, te felicito por tu original crónica. La puesta en escena de la piscina charlatana y "chivata" de todas las juveniles correrías de estos incansables vicarianos, me ha parecido genial.
    Recibe un cordial abrazo.

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  16. ¡No sé cómo he podido dudar de que Andrés nos participaría el encuentro con una sabrosa crónica!
    Andrés, aunque juegas un poquillo al despiste, ("¿Enumero los aperitivos?, sí, no, pues sí"), has cuajado un relato con los mejores ingredientes del evento.
    La anécdota del gin tónic ilustra magistralmente nuestra jodida condición humana.
    Como siempre brillante y eficaz.
    Un abrazo, y perdona mis dudas.

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  17. ¡Pobrecillo Alfonso! Lo paciente que fue. Jejejeje
    Mi jodida condición humana es olvidarme de cosillas. ¡Me olvidé dar las gracias a los excelentes fotógrafos que han contribuido a esta colosal galería de fotos, como es el caso de Carlitos y Rafa Vilas-Carmen. No digamos nada de lo bien maquetadas que han quedado las dos composiciones. Gracias Rafa.

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  18. Muchas gracias, Andrés por reconducir los eventos por su cauce natural, y no como otros que hacen hablar a las piscinas. Me perdí la queimada y sus conjuros por razones de fuerza mayor. Otra vez será. Besos. Y me alegro mucho de que hayáis votado muy bien.
    El Fili

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  19. Grande donde los haya, amigo Osado.
    Eres único para enumerar todo lo acontecido.
    Gracias campeón.

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  20. La libretilla hace milagros. Recuerdo los que provocaba la que usa D. Francisco Javier: a mí me "sanó" con un cuatro en conducta (por hablar en la fila) Ni qué decir tuvo, las "oraciones y jaculatorias" que recibí por parte de mi Padre. Espero que la mía sólo sirva para recordar lo bien que lo pasamos cuando nos juntamos.

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  21. Amigo Andrés mis felicitaciones por tu crónica. Has puesto algo de cordura, como dice José María, y nos has detallado con todo lujo de detalles y en perfecta cronología, todo cuanto ocurrió allí. Es como si hubiera estado presente.
    Recibe un fuerte abrazo.

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  22. Amigo Manolo, seguro, seguro, que algo habrá quedado suelto por ahí. Lo que no se me olvida fue el día tan estupendo que pasamos, gracias a Toñi y Rafal, que se portaron como unos auténticos campeones. Un abrazo

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