lunes, 21 de febrero de 2022

Grupo Madrid - Crónica 45ª reunión

Crónica de la 45ª Reunión Grupo Madrid
19 de febrero de 2022

Casa Pepe
Fuenlabrada (Madrid)


Cuando sonó el móvil, apareció en pantalla Manuel Jurado. La llamada me cogió en plena ruta andariega y mañanera. Tuve que aminorar la marcha porque jadeaba como un mulo cargao de melones en una cuesta arriba. El Jurado me llamaba para preguntarme si iba a utilizar mi coche para asistir a la reunión o si se pasaba a recogernos. ¡Siempre tan atento! Cuando terminamos la llamada tuve que esforzarme en coger de nuevo el ritmo. Luego me pasa lo que me pasa, que como me entrego tanto, el cuerpo se niega a tanta fogosidad y enseguida se quejan las lumbares. ¡Para todo soy lo mismo, si no que se lo pregunten a Andrea! Antonio Porras y Pilar nos avisaron el día anterior de que no podían asistir por el cumpleaños de su hijo.

Siempre es emocionante el momento de saludarnos: abrazos sentidos y sinceros después de dos meses sin vernos. Y el mecanismo es siempre el mismo: vamos entrando a Casa Pepe como las tórtolas al coto. En esta ocasión, y como casi siempre, ya nos estaba esperando Manuela y cónyuge. Poco después, Paco y Vale, Antonio López, Cari y nuestro Comandante Victoriano y Consuelo. Las chicas ocuparon una mesa y nosotros nos alineamos en la barra como si fuésemos la mejor defensa del mundo. Rápidamente hicimos un breve resumen de nuestro satisfactorio estado de salud, recordando con cariño a Jesús Yamuza Redondo, el último compañero que nos ha dejado. La lista de clase se va menguando poco a poco. Es ley de vida. Pero nunca se van del todo porque los tenemos siempre en nuestra memoria.

Después de ingurgitar unos aperitivos pasamos al comedor. Victoriano insistió, sin conseguirlo, en dejarme presidir la mesa. Soy consciente del lugar que me corresponde. No quiero tropezar otra vez en la misma piedra y usurparle el escaño que por derecho le corresponde. Creo que, por su amplia sonrisa, me lo agradeció. Cuando observé la distancia existente entre Victoriano y Consuelo, me acordé del “cálido encuentro”, que hace unos días celebraron Putin y Macron en el Kremlin. Sé que el ejemplo no es bueno porque aquéllos tendrían oportunidad de reencontrarse en una noche loca de alcoba, mientras que éstos se conformarían, sobre todo el ruso, con un puñado de cacahuetes… ¡no es feo el tío! Su hábitat natural sería, a mi entender, el gibraltareño.


Después de elegir el menú, nuestro Comandante seguía con la mascarilla puesta a modo de barbuquejo. Le insté al Jurado que le hiciera una instantánea para que constara en acta. Me recordó a la esportilla que llevan los carneros para impedir montar a las cabras.


Una vez más, y haciéndole un homenaje al Porras, Victoriano, Paco y yo pedimos una ánfora de sopa. Tampoco en esta ocasión triunfamos, porque, a pesar de que existía pesca de bajura, se limitaba a langostinos. Aprovechamos la visita del chef a la mesa para pedirle que la próxima vez nos sirviera la sopa de fideos con los langostinos pelados. Una sonrisa giocondina fue la respuesta que obtuvimos. ¡Mi segundo plato fue espectacular! La verdad es que se come muy bien en Casa Pepe. Y las atenciones que recibimos llevan el sello de Paco y Vale, que son los reyes del local. En la sobremesa, Victoriano se ausentó un momento. Pensé que sería cosa de próstata. Otra vez que me equivoqué. Se presentó con un paquete de pastelería. Se trataba de una ensaimada realmente exquisita con la que nos obsequiaba Cari.

El tema de la conversación ocupó gran parte de la comida. En esta ocasión nos centramos en la problemática escandalosa por la que atraviesa la Iglesia en estos momentos. Como siempre, todos expusimos nuestra opinión. Siento repetirme, pero cuando en una reunión de amigos existe respeto y empatía se puede hablar de cualquier tema por espinoso que sea. Tocamos también la problemática de la vacunación, de los negacionistas, etc.

Sin llevarlo en el orden del día, siempre nos acordamos de nuestro antiguo Comandante, el Sr. Vilas y de Carmen, su encantadora esposa. Los echamos mucho de menos en estas reuniones. Son una bicoca para este cronista. ¡Dan mucho juego!

Yo veía que el encuentro se iba acabando y no me daban titulares para la crónica. Pero esto es secundario. Lo importante es la unión y el cariño que aflora en cada encuentro.

Las chicas nos dieron un ultimátum: Si nos levantábamos de la mesa sería para irnos. Así es que los “vasitos largos” fueron consumidos sobre el terreno.

Y esto fue todo. Quedamos, sine die, para la próxima reunión que se celebrará en el palacete de Antonio López. La encargada de instigar el "avispero" recae en Consuelo, siendo Victoriano el ejecutor.

Foto de familia, fuertes abrazos y rompan filas.

Os deseamos a todos,

Paz y bien.

Antonio Estepa Romero

viernes, 18 de febrero de 2022

Despedida a Jesús Yamuza Redondo

 

Ayer, día 17 de febrero de 2022, se nos ha marchado nuestro compañero Jesús. Con él parte a la eternidad un trozo de nuestra infancia, dejando en nuestros corazones un hueco irremplazable.
Que estos versos de Francisco Cesar nos sirvan para homenajear su memoria y unirnos al dolor de Mª Carmen, su esposa y toda su familia y amigos.

Reencuentros

Las notas de una canción alegre;
el sabor que nos devuelve a madre;
los trinos de los pájaros
como briznas de plata.

Un suave, tierno, tacto de piel;
un tenue humo de alhucema quemada;
agua con hierbaluisa y hojas de nogal;
pan recién horneado y aceite de almazara;
olor a tierra mojada en una tarde de verano;
un paseo sorprendido por la lluvia;
el primer libro la poesía;
la sonrisa inesperada
que envuelve ese beso único;
las despedidas,
los reencuentros.

Estas huellas van como hojas en la lluvia.

Francisco Cesar García


JESÚS, UNA SONRISA CONSTANTE

Querido amigo Jesús:

Tu hija Esther nos despertaba hoy con la inesperada noticia de tu fallecimiento. Ni que decir tiene, nos ha dejado a todos doloridos profundamente. Cada vez vais siendo más los que vais dejando un hueco en nuestras reuniones, aunque nunca quedarán huecos en nuestro recuerdo.

Ha sido un placer el haberte conocido. Desde pequeños, allá en Santa María de los Ángeles, vivimos ilusiones que nos dieron saber y educación. Hubo algo más importante aún: fue una amistad y cariño que, luego, a pesar de los años transcurridos sin vernos, volvimos a disfrutar como si del primer día se tratara.

Nos alegramos de haber formado parte de algunos pedazos de tu vida. “Grandes pedazos”

Gracias por esa sonrisa que nos ofrecías cada vez que nos juntábamos allá en Plateros o en algunos de los peroles.

Desde ahora te compartiremos en nuestro recuerdo y siempre estarás presente, ante nosotros, allá donde nos reunamos.

Te hemos querido y aún seguiremos haciéndolo.

Gracias, nuevamente por tu vida.

Un saludo de parte de todos.

A tu familia le transmitimos nuestro más sentido pésame y que de una u otra forma estaremos presente en tu despedida.

Descansa en paz.

Foto tomada por Paco Moreno en su capilla ardiente
Escrito por Andrés Osado Gracia

viernes, 4 de febrero de 2022

Con D. Manuel Cuenca - Andrés Osado


Diego Ruiz Alcubilla, cuidador de D. Manuel, D. Manuel, Paco Sánchez y Andrés Osado

LAS CUATRO ESQUINAS

Entre las bulliciosas y sentimentalmente recordadas cuatro esquinas, formadas por las calles San Fernando, Caldereros y Lucano, que dan la bienvenida a la Cruz del Rastro, vinimos a parar Diego, Paco Sánchez y un servidor de ustedes. Era la tarde del pasado día 2.

Decidimos sentarnos en un de tantos bares, para disfrutar del entorno, de la apetecible tarde de sol, así como de una jovial y desenfadada conversación.

—¿No es ese D. Manuel Cuenca?

Efectivamente, Diego hombre que domina toda la situación, no solo por su gran altura, sino porque parece que con un ojo te mira y con el otro “guarda la moto”, se había percatado que por la calle Lucano, venía D. Manuel.

¿Será, no será? Un momento de duda hasta que el Sr. Sánchez lo llamó. Efectivamente era el. Paco se dirigió a su encuentro e invitarle a nuestra mesa. El gustosamente accedió. a sentarnos con nosotros.

Cuando se sentó con nosotros, su rostro relucía de alegría:

—No os podéis imaginar la alegría tan grande que me habéis dado. Después de tantos años, me seguís recordando. Yo que no era prácticamente nadie en aquellos años— repetía una y otra vez D. Manuel.

Los años han dibujado un hondo rastro en su figura. Pero lo que no han logrado es borrarle esa sonrisa permanente de su rostro.

Un buen e inolvidable rato de tertulia mantuvimos con el. A cada momento repetía la alegría tan grande que le habíamos dado.

Nosotros también estábamos alegres. Volver a ver a esa gran y a la vez humilde persona que se esforzaba en arreglar todos los desperfectos que se producían en aquel gran caserón. Realmente era “un chico para todo”. Incluso el aún recordaba acontecimientos de aquellos tiempos.

Acordamos invitarle un día en Plateros, a lo que se mostró muy gustoso y agradecido por el ofrecimiento. Nos indicó qué deberíamos hacer para recogerlo en la residencia del Seminario.

He pretendido haceos partícipes de este hecho.

De cómo esa gran persona que es D. Manuel Cuenca, nos sigue apreciando y alegrándose de estar con nosotros. Con tiempo suficiente quedaremos para estar con el todos los que podamos.

A ver si el jueves, fin de mes próximo o el día que se establezca podemos reiniciar los encuentros.

Mucha salud y que la felicidad reine en vosotros.

Andrés Osado, 4 de febrero de 2022

domingo, 19 de diciembre de 2021

Grupo Madrid - Crónica 44ª Reunión

 


"CASA PEPE"

Fuenlabrada (Madrid)

Antonio Estepa Romero
18 de diciembre de 2021

Desde el 21 de junio de 2020 no había cogido el coche para asistir a la reunión del Grupo. Manolo Jurado me llamó el viernes para decirme a qué hora tenía que pasarse para recogernos, como lo había hecho en las dos últimas reuniones. Le agradecí de nuevo su ofrecimiento, comentándole que ya me encontraba bien para utilizar el mío.

Cuando Andrea y yo llegamos a Casa Pepe y entramos al bar, no encontramos a nadie. Solo a una chica sentada de espaldas a la puerta. Rápidamente reconocí a Manuela. Pero eso no tiene mérito. El mejor sitio para camuflarse una mujer es una floristería. ¡No hay forma de encontrarla! Recuerdo que una primavera estuve con Andrea visitando El Jardín de los Rosales, me despisté unos segundos y no fui capaz de localizarla hasta que me llamó la atención. La saludamos y enseguida se presentó Manuel. Poco a poco iban entrando como tórtolas al aguaero. Primero los “anfitriones”, Paco y Vale, después, Antonio López y por último Cari, Consuelo y Victoriano. Antonio Porras avisó de que no podía asistir con Pilar.

¡Pronto empezó el cachondeíto! Victoriano se presentó con un apósito en la frente. Rápidamente nos interesamos por él. Nos explicó que le habían quemado una protuberancia cutánea, y que por estética, para no quedarnos impresionados, se había puesto la tirita. ¡Qué tío más coqueto! En mi pueblo a eso le llaman verruga, Si hubiese estado un poquito más al centro lo hubiese confundido con un unicornio. Alguien comentó por lo bajito: “ -mucho ha tardao-” refiriendo a los cuernos cutáneos, lesiones epidérmicas subyacentes. ¡Mala leche hay por ahí suelta!

Entre risas íbamos apurando las bebidas para entrar al comedor. Llegado el momento de sentarnos me vi en la obligación de cederle la “cátedra” a nuestro Comandante en Jefe, Victoriano, que por derecho  estatutario le pertenece.

Rápidamente se sentó por temor a que me arrepintiese. La última vez tuve el atrevimiento de ocupar su sitio y no lo haré nunca más, pues estuve varios días con remordimientos de conciencia. Desde Los Ángeles no había sentido nada parecido. Menos mal que no se me apareció en sueños “el cura-atleta”.

Antes de comenzar la comida, Vale hizo entrega a nuestro chef, M. Jurado, de un precioso delantal que le había decorado y que serviría para futuros encuentros. Con este detalle de Vale, se cumple parcialmente el acuerdo que llegamos a aprobar por unanimidad, con fecha 19 de junio de 2021, en el palacete de Antonio López, de vestir a nuestro chef como se merece.

Ya solo nos queda cubrirlo con el “Toque Blanche” para coronarlo como rey y señor de nuestra mesa.

Enseguida llegó, bolígrafo en ristre, el camarero para tomar nota. Paco y yo no lo dudamos. Casi al unísono pedimos: “Ánfora de sopa”.¡ Cómo nos acordamos de Antonio Porras! Y de Pilar, por supuesto. Ya se encargaron las dos sillas vacías de recordarlo. Mentalmente pensaba cada vez que metía la cuchara: -“Una para ti, otra para mi…”- Salía la sopa como el magma del Cumbre Vieja. ¡Qué pechá, niño! Salí como el de Paco Gandía.

Como siempre, la conversación resultó amena e instructiva. Victoriano abrió de nuevo la sandía, preguntándole a Antonio López por temas que domina completamente. Nosotros nos aprovechamos de las preguntas de aquél y las respuestas de éste. Cada día que pasa está más consolidado el Grupo. Se lo debemos a las chicas, que han sabido interiorizar el espíritu de Los Ángeles.

Después de la comida pedimos café. Manuela se dejó caer con una caja de perrunas de El Viso. ¡Extraordinarias! Seguidamente, Antonio López le dio a cada chica una botellita del primer aceite de la campaña 100% virgen extra Don Lope, cosecha familiar. Las chicas, levantando las botellas, comentaron entre risitas que desayunarían con el Sr. Lope durante unos días. ¡Verás por dónde va a salir el aceite!

En el bar nos tomamos algo y nos hicimos la foto de despedida. Terminamos el encuentro deseándonos todos una Feliz Navidad y un 2022 saturado de salud para todos. Estos sentimientos fueron refrendados por sentidos abrazos y con la esperanza de vernos todos en el próximo encuentro.

Desde esta humilde tribuna me hago portavoz del Grupo de Madrid para desear a todos los compañeros una FELIZ NAVIDAD y un venturoso 2022.



Paz y bien.

sábado, 18 de diciembre de 2021

MERC INCIP FER EXIT ALUMN

22 DECEMBER

MERC INCIP FER EXIT ALUMN

No se por qué, pensando en nosotros, los compañeros de Santa María de los Ángeles, me ha venido al recuerdo ese día 22 de diciembre en el que nos daban las vacaciones de Navidad (así queda reflejado en el Kalendarium de las Ephemerides)
Quizás sea por la reflexión que vengo haciendo sobre lo permanente y aquellas otras cosas que van cambiando a nuestro alrededor e incluso a nuestro grupo.
Permanente, esas tiernas despedidas de “hasta luego y feliz Navidad” que nos dábamos ese día. Las recuerdo perfectamente. Más aún esa Misa y su emotiva canción de despedida. ¡Qué voz la de Rafa Vilas!
Me gustaría pensar que estas fiestas nos sirvan para disfrutar, cada uno según su forma de entender la Navidad, pero también para reflexionar en el paso que dimos en nuestro reencuentro.
Muchas cosas están cambiando en nuestro grupo. Todas ellas, pienso yo, por no saber adaptarnos a los pensamientos de cada uno. Por querer imponer y no dialogar nuestras ideas.
No sólo la COVID nos está alejando. Algo también lo está provocando.
Creo que debemos aceptar lo cambiante y no consentir que ese “EXIT ALUMN” se convierta en algo duradero.
Afortunadamente nos queda tiempo para poder seguir juntos, pero cuidado que cada vez queda menos.
¿Por qué no olvidamos todo lo que nos haya desunido y volvemos de esas “vacaciones” con ganas de formar un grupo de verdad?

            FELICES FIESTAS Y FELIZ REGRESO

Andrés Osado
Córdoba, Navidad de  2021

miércoles, 24 de noviembre de 2021

Juan Martín - Hermanas Hospitalarias

Sin pretenderlo medité ante aquel Crucifijo en la sala de espera.

Caminante no hay camino, se hace camino al andar. . . .En todas las generaciones y en cada criatura, me pareció que seguía germinando la eterna trascendencia de Dios.

Hermanas Hospitalarias
Desde la misma entrada del hospital ya se percibía en el entorno un estilo diferente, sería la mano femenina de las monjas y su devoción Mariana. Nada más traspasar el recibidor se encontraba una gran sala de espera, un kiosquito de revistas y la capilla abierta. Como en otras ocasiones tomé un folleto que comentaba el Evangelio, un curso para jóvenes, y el espíritu misionero de la Iglesia Católica. Los comentarios escritos en aquella hoja, me recordaron los retiros espirituales en los Ángeles y en S. Pelagio.

En recepción indicaron que la endoscopia estaba en el segundo piso, allí pude apreciar el trabajo sostenido y encomiable del personal sanitario. Eran chicos y chicas muy jóvenes y también de otros países, para los asustados pacientes era un bálsamo verlos trabajar con aquella organización y determinación.
Sin embargo, la serenidad del personal sanitario, contrastaba con una sociedad ciega ante el futuro, por culpa de la corrosiva actividad humana. En el móvil las últimas noticias del volcán canario hablaban de evacuar la zona, la lava parecía un toque de atención para navegantes igual que las homilías de aquellos retiros en los Ángeles, en donde uno de los temas preferidos de nuestro rector eran los diez Mandamientos.

Tocaba esperar ante la sala de exploraciones, la revisión endoscópica no era una cosa grave, pero cuando te duermen para mirar por dentro, a saber, lo que puede pasar. En realidad, era miedo mal disimulado ante mi mujer, que estaba a mi lado mirando el móvil, y que yo por no ser menos hice lo mismo. En aquellos momentos de nervios, traté de mitigar la espera leyendo el folleto de la capilla y las noticias del día. En la salita de espera me sentí como un seminarista setentón, que hacía ejercicios espirituales en diferido con D. Gaspar.

Recuerdo que nuestro rector nos decía: Los Valores espirituales y morales nos hacen mejores ante los ojos de Dios, y nos elevan por encima del materialismo humano.

Yo desde la inseguridad de aquel asiento me atreví a añadir, que la mercantilización de la vida nos ha llevado hasta este presente. El crecimiento ha de estar situado entre un equilibrio de valores y el trabajo, y no al revés.
Progresar a costa del deterioro del clima, de la pobreza de la gente, y de los recursos del Planeta, la formación de la juventud, o de la inseguridad en el empleo, es un error.
El Mundo hoy ha de actuar como una civilización global, los problemas se han resolver en bloque.
El deterioro del clima deshace en los polos la nieve, altera la presión y el peso en la corteza terrestre, derrite la tundra que libera virus, se inundan las ciudades, y se desertizan los campos.
Está claro que la responsabilidad humana es la que está fallando, y la actual generación que vive en el Planeta, ya paga el coste de tal despilfarro contra la Naturaleza.

En aquellos retiros nos decían: Nada tiene sentido en la vida sin la bendición de Dios.
Hoy el futuro de la sociedad lo dictan los mercados, y no la moral o la equidad. El ser humano es muy pequeño, olvidamos que el Planeta es una bola de piedras y tierra bajo los pies, con cuatro mares de agua flotando sobre una esfera de magma sin salidas de emergencia. Nos dijeron en el seminario que la oración era un acto de humildad, por el que nuestra frágil condición humana se podía conectar con la inmensa bondad de Dios. En Google encontré los Diez Mandamientos, y los comparé con el presente.


Los diez Mandamientos del Sinaí, y aprendidos en el catecismo
*Éxodo. 20:2-3 Yo soy Yahvé tu Dios... No tendrás otro Dios frente a mí (Amar a Dios sobre todas las cosas).
*Éxodo. 20:4-5 No harás escultura alguna ni imagen de lo que hay en el Cielo o aquí abajo en la tierra….No te postrarás ante ella....¡Soy un Dios celoso, y castigo la iniquidad del padre en los hijos hasta la tercera o cuarta generación!...
*Ex. 20-7 No tomarás el nombre de Yahvé en vano, porque Yahvé no dejará sin el castigo a quien tome su nombre en vano.

(No tomar el nombre de Dios en vano).
*Éxodo. 20-8 Acuérdate del día del sábado para santificarlo. No trabajarás ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tus siervos, ni el ganado, ni el extranjero que viva contigo.
(Santificar las fiestas).
*Éxodo. 20-12 Honrar al padre y a la madre para que tus días se alarguen sobre la tierra, que el Señor tu Dios te da. (Honrar al padre y a la madre).
*Éxodo. 20-13 No matarás. (No Matarás)
*Éxodo 20-14 No cometerás adulterio (No cometerás actos impuros)
*Éxodo. 20-15 No robarás (No hurtarás).
*Éxodo.20-16 No darás falso testimonio contra tu prójimo. (No dirás falso testimonio ni mentirás)
*El mandamiento del catecismo: (No consentir pensamientos ni deseos impuros) es muy similar al décimo del Sinaí, y no salía en las tablas de la Ley.
*Éxodo. 20-17 No desearás la casa de tu prójimo, ni su mujer, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que a él le pertenezca. (No codiciarás los bienes ajenos). Parece ser, que el pueblo de Israel salió de Egipto cuando gobernaba el faraón Tutmosis III (1.479/25 a/C), en aquel entonces la mujer estaba sometida al varón. Los preceptos siempre iban dirigidos a los jefes de familia, porque ellos tenían la autoridad para exigir su cumplimiento a la mujer, los hijos o los siervos.

En Google pude simplificar algo la historia.
Hablamos de lo humano y lo Divino sin valorar nuestra dimensión en el Cosmos, somos muy pequeños. Google dio sobre el Mundo todo un resumen de datos: La invención del fuego, la rueda, la cultura helena, el Hinduismo, el Budismo, Alejandro Magno, Julio César, Cristo, la Edad Media, Napoleón, las Guerras Mundiales, la modernidad, Internet y las naves espaciales. Repasé desde el Paleolítico al Curiosity, el corona virus, y la lava del volcán en la Palma, y deduje: Que la inspiración divina siempre guió a la ignorante cultura humana ante el desafío que supuso, sembrar de vida orgánica la Tierra.

Jesucristo predicó las Bienaventuranzas hace 2000 años. Era una guía espiritual ante la suprema mirada de Dios, que buscaba la orientación dentro de la corta y frágil vida de cada persona, para rentabilizar el mérito de existir como personas sobre la Tierra.

El presente en este punto de la historia, parece que precisa más que nunca del consuelo espiritual de Cristo. A los desastres naturales se suman la pobreza moral en las ciudades deshumanizadas y llenas de indiferencia, con el desapego social y la mala gestión. El futuro mal orientado de una sociedad robotizada, que solo adjudica el papel de consumidores a la gente, ocasiona frustración moral. De ahí que hoy sea necesario recuperar el sentido real de la Fe, y de la Esperanza perdida.

* Las Bienaventuranzas: S. Mateo 5:3-12. y S. Lucas 6:20-22
Bienaventurados sean los pobres en el espíritu, los que son mansos, los que lloran y sufren los avatares de la vida, los que tienen hambre de la justicia de Dios. Bienaventurados los misericordiosos con sus iguales, las personas limpias de corazón, y quienes llevan la paz a los demás.
Bienaventurados los que son perseguidas por actuar en justicia, y aquellas personas que son ultrajadas por defender su Fe en Dios.
Jesús prometía el Cielo como premio, por superar las angustias de este mundo desde la aceptación de la Fe, y el cumplimiento de la Voluntad de Dios en la vida de cada una de sus criaturas: Mujeres u hombres, ancianas o ancianos, niñas o niños.

La Iglesia Católica, continuadora de los Apóstoles mediante los obispos y presbíteros ordenados, enseñaba el mensaje de Cristo guiando a los fieles con unas normas.

Los sacramentos: El Bautismo, la Confirmación, Penitencia (confesión), la Eucaristía, Unción de los enfermos, Orden sacerdotal y Matrimonio.

Mandamientos de la Iglesia Católica: Oír misa entera todos los domingos y fiestas de guardar. Confesar los pecados una vez al año, en peligro de muerte, y antes de comulgar. Comulgar por Pascua de Resurrección. Ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo manda la santa Madre Iglesia. Y ayudar a la Iglesia en sus necesidades.

Hay gente marginada que prefiere rezar a solas, antes que ir a la Iglesia
Jesucristo hablaba de austeridad, y de amor al prójimo, de igualdad entre los hombres y mujeres ante el desafío de la vida. Y de vivir la Fe al margen de los poderes políticos, o los intereses materiales.

Muchas personas hoy rezan en casa el Padre Nuestro enseñado por Jesús, quizás sea por la tendencia observada cuando se mezclaron los poderes económicos y políticos, con una Fe demasiado burocratizada.
La juventud convertida en objetivo comercial, vive al margen de la Iglesia. Sin poder independizarse de los padres, dan la espalda a los valores espirituales y sociales. Se refugian en una vida festiva, saturada de medios informáticos y de redes perdiendo los mejores años de su vida, y avocados al fracaso, la soledad, el alcohol, o las drogas.

Sacaron una camilla con un paciente dormido y enseguida tras la puerta entreabierta una voz dijo mi nombre, le di a la esposa el móvil, el anillo de casados y el reloj. Y luego entré con el volante de la cita en la mano hasta un pequeño despacho, en donde una enfermera constató los datos y me pidió que le firmara una autorización sanitaria.

Después me condujo hasta un cuartito allí me dijo que debía desnudarme excepto los calcetines, ponerme una bata y unas pantuflas verdes en los pies. Y luego debía volver para acompañarla ante la doctora, yo hice todo aquello de una manera mecánica, la bata no quedaba sujeta por detrás así que la agarré con una mano, llevándola como si fuera el capote de un torero.
En la camilla la doctora me comentó que me ponían una vía, hablaba sobre mi peso y la altura, pero apenas si me dio tiempo a oír las últimas frases. Enseguida desaparecieron de mi mente las caras de la doctora y de la anestesista, diluyéndose mis pensamientos en la nada más absoluta. Mi mujer dijo luego que tardaron alrededor de una hora y media, pero yo no fui consciente del tiempo transcurrido.

En la salida del hospital con la mascarilla puesta y las gafas empañadas, nos cogimos de la mano de forma precavida, pues aun se notaba algo la anestesia. No obstante el día me parecía luminoso, sentí en mi interior la necesidad de dar gracias a Dios a pesar de todos los pesares, por poder seguir caminando por aquella calle llena de sol, de ruido y tráfico, en este tramo final del año 2021.
Junto a nosotros en el césped de la zona de acceso, se veían algunas palomas ajenas a nuestra presencia picoteando los brotes. Mientras que varias personas que esperaban su turno en la puerta, hablaban entre ellas o miraban el teléfono distraídamente.

Juan Martín Santiago

domingo, 17 de octubre de 2021

Crónica de la 43ª Reunión Grupo Madrid

CASA PEPE
Fuenlabrada (Madrid)


Crónica de la 43ª Reunión Grupo Madrid

Con la misma precisión de una tortuga marina, que se orienta por el campo magnético de la Tierra para volver a su “casa”, así llegamos todos a Casa Pepe, después de veinte meses de ausencia. Manuel y Manuela nos recogieron para ir juntos. De nuevo Manuela me cedió el asiento de copiloto a sabiendas que atrás se marea un poco. ¡A ver si no es para comérsela!

Llegamos los primeros. Enseguida nos dimos cuenta de la cantidad de clientes que ocupaban las mesas de la amplia terraza. Se nota que estamos volviendo a la “normalidad”. La gente tiene ganas de abrazarse y disfrutar juntos, después de pasar estos meses tan duros.

Enseguida llegaron los demás. Por orden de aparición, como en las películas del cine español,: Antonio, Consuelo, Victoriano, Vale y Paco. Antonio Porras y Pilar no pudieron asistir por encontrarse en Villafranca.

Abrazos sentidos y sinceros. Según Veturián Arana, terapeuta holístico, “los abrazos liberan serotonina y dopamina, generando una gran sensación de bienestar y felicidad”. ¡Ahora me explico por qué me siento tan feliz cuando os veo!

Después de los primeros intercambios a pie de barra, las chicas estaban con sus cosas en una mesa, pasamos al comedor donde nos esperaba impaciente una larga y pulcra mesa. En esta ocasión tuve el atrevimiento de ocupar la silla de nuestro Comandante con el objeto de escuchar mejor la conversación, que ya voy teniendo el empleo auditivo de “teniente”.

Un inciso: como podéis observar a través de las crónicas, siempre uso la misma escaleta del evento para no perderme en la narración. Por cierto, expuse a los comensales la posibilidad de que el Jurado cogiera el testigo de cronista, y el intento resultó fallido. Más adelante lo intentaré de nuevo.

La comida, excelente, como siempre. Nos pusieron de segundo un solomillo que solo faltó hacerle la ola. ¡Extraordinario! Nos dijo Paco que lo habían comprado expresamente para nosotros. ¡Qué bien sabe la comida cuando se está en buena compañía!

En esta ocasión, la charla derivó sobre las nuevas tecnologías. Aquí debo reconocer que hago aguas. ¡No me entero ni papa! Me dedico a escuchar y aprender. El cuerpo humano es casi perfecto. Tenemos, entre otras cosas, dos orejas y una boca. Eso quiere decir que tenemos que escuchar el doble de lo que hablamos. Antonio López puso encima la “mesa de despacho” y de forma sencilla y pedagógica contestó a las múltiples preguntas que le hicimos sobre temas bancarios, tributarios, hereditarios…Me uno al filósofo griego Platón cuando se dejó caer con esta frase: “Solo sé que no sé nada”. Hace tiempo que me di cuenta de lo completo que es este Grupo. Dominamos, rozando la excelencia, distintas disciplinas. Tenemos cocineros, juristas, personas con dotes para el mando, meloneros, etc.

Llegó un momento que cambiamos de tercio. Manuel Jurado le hizo una pregunta capciosa a Victoriano sobre la medicación que le suministraba su amigo farmacéutico, Artemio. No estuvo fino el Jurado. Hay que acercarse a la presa como hacen las leonas, sigilosamente, sin que el grácil cervatillo se dé cuenta del peligro. ¿Qué pasó? ¡Pues lo que tenía que pasar! Que el cervus elaphus se escapó del acoso del félido. Vamos, que no entró al trapo. Creo sinceramente que el tema farmacéutico se ha jubilado como el gran Artemio.

Entre risas y bromas se iba pasando la tarde. De pronto, recibo una videollamada. Eran Antonio Porras y Pilar que no se conformaban con no estar en el evento, ¡Fue un puntazo! Le comenté que nos estábamos acordando de ellos, como de todos los ausentes, y el móvil pasó de mano en mano, como la falsa monea, para saludarlos. Le comenté al Porras que no tenían ánforas, pero nos metimos un solomillo extraordinariamente bueno. Ayer dejé la dieta aparcada un rato y “roí bien la soga”. Después del café y licores nos dirigimos a la terraza exterior. Al salir, otra grata sorpresa: Cari con su preciosa hija Gema. Abrazos incontenidos por la emoción y alegría. El día rayaba lo completo.

Después de una larga sobremesa, acordamos que la despedida del año fuese en el palacete de Antonio López. Éste, con la entrega de siempre, aceptó la idea. Antonio y Victoriano se pondrán de acuerdo para preparar el cenáculo. Antes de levantarnos, Victoriano nos recordó nuestra senectud al comunicarnos que por la noche se irían a una sala con su grupo de baile. ¡Este tío me tiene mosqueao con tanta pastillita! Última foto grupal, nuevos palmotazos y besos…y para casa. A Móstoles llegamos a las siete de la tarde. Después de agradecerles a Manuel y Manuela su disponibilidad hacia nosotros, llegamos a casa tatareando aquello de :”tengo el corazón contento, el corazón contento…”

Hacedme el favor de ser felices.

Paz y bien.

Antonio Estepa Romero
Móstoles, 16 de octubre de 2021