sábado, 16 de julio de 2022

Misa en recuerdo de Carmen Yagües Soria

MISA AUSPICIADA POR LA HERMANDAD DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN - ORDEN TERCERA.

Córdoba, 15 de julio de 2022

A conciencia he puesto el nombre y apellidos de Carmen sin indicar “esposa de”. Recuerdo que en muchas ocasiones defendía: «yo soy Carmen Yagües y vosotros los curillas siempre me ponéis lo de esposa del Vilas»

¡Con el salero castizo de Madrisss, quién puede negarse a no cumplir sus deseos! ¡Pues va por ti, querida amiga Carmen, porque tienes toda la razón!

Esta vez no podía existir olvido alguno por mi parte, ya que todo estaba perfectamente organizado por Rafael Serrano, desde hacía días.

Bueno, en una cosa intervine y como siempre, en este caso Pacomo tuvo que hacerme el quite: a la hora de hacer la lista de asistentes le había casado con una tal Mari y no sé qué hice con su Isabel. Menos mal que todo volvió a su cauce y arreglé en entuerto. Me acordé de esa famosa frase “Ubi erat, Andrés”

A las veinte treinta horas estábamos todas y todos en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen. Si, de una forma o de otra no faltó nadie para arropar a la familia Vilas Yagües. El espíritu de concordia de Santa María de los Ángeles se hizo patente en ese momento. Yo por lo menos así lo sentí.

Con la entereza estoica, creo que, también heredada de aquellos tiempos de seminario, soportamos el inmenso calor que imperaba no sólo por entre aquellas cuatro paredes de la parroquia, sino por el exterior. Las gotas de sudor que ocultaban algunas otras gotas producto de la emoción y el recuerdo se dejaron escurrir por nuestros rostros.

La Eucaristía la concelebraron Manuel Pérez Moya, Antonio José, párroco del Carmen (más jóven que todos nosotros, por cierto, de Priego) y Manolo Vida.

Manuel Pérez, en su homilía, hizo en excelente desarrollo sobre la figura de la Virgen y en especial de la que lleva la advocación de Virgen del Carmen. Resaltó, dado que era el último día de la novena que se venía realizando en su honor, la intercesión fundamental que María tiene para la Iglesia y los católicos. “Camino hacia el cielo”. El elogio que derramó sobre ella quedó patente en toda su exposición de motivos y elogios. Se nota la vivencia que con ella mantiene.

Manolo Vida hizo una mención especial para Carmen, indicando que ya se encontraba en la morada celestial.

Marina, hija de Carmen, de vez en cuando, con la ternura de una hija, arropaba a su padre con el brazo, para mostrarle el cariño y transmitirle toda la fuerza de su corazón. O sea, lo que algunas veces decimos de “darle un poquito de mimosín a su papi”. Rafa se merece eso y mucho más. ¡Es una gran persona, digna de su Carmen!

Así transcurrió toda la ceremonia eucarística. Después, con esa parsimonia que nos caracteriza en las despedías, que se hacer eternas, nos fuimos encaminando hacia la Casa Hermandad, donde como decía Rafael Serrano:

«Vamos a celebrar, con una invitación, los Jueves fin de mes en Plateros»

Efectivamente, empezaron a ofrecernos en primer lugar una cervecita, para aplacar los rigores del calor pasado. Pronto llegó ¡Un excelente bocadillo de atún con tomate! Mientras, como debe ser, se mantenía una amena tertulia entre las personas que allí nos encontrábamos. ¡Que buena tertulia! Pero lo mejor fueron los anfitriones. Siempre estaban, las personas de la Hermandad, pendientes de nosotros.

En un momento aseguré que los bocatas de atún estaban tan buenos como los de Plateros, a lo que Jesús, gran servidos y miembro de la Hermandad, me dijo: «pero estos tienen el ingrediente de estar hechos con mucho amor». ¡Palabra mágica que todo lo mejora! Le contesté.

La sorpresa no se hizo esperar. Otra cervecita y lo que es de rigor ¡un bocata de caramales! Eso ya fue remate de la faena. Para salir a hombros. No se podía aguantar tanta torería.

No teníamos palabras suficientes con las que dar las gracias a las personas que nos estaban agasajando. Se merecen (en mi opinión) que un día les invitemos a un perol de los que haremos en Plateros.

Lo comenté en una ocasión y esta vez volvió a suceder. Quizás Carmen y quienes la habían precedido en su partida, unieron sus fuerzas para conseguir que surgiera ese “duende” Un algo que voló entre nosotros, haciendo irrepetible el momento. Una alegría y armonía que hacía difícil deshacer esa situación.

Y para que todo se pareciera más a un jueves fin de mes en Plateros, no podía faltar la toma de decisiones:

Manuel Pérez Moya, muy gustoso, aceptó, que en uno de nuestros peroles nos haría una disertación sobre la fundación del Monasterio de Santa María de los Ángeles y su posterior transformación en Seminario Menor. Esta propuesta partió de nuestro compañero Manolo Vida.

Como siempre, después de un rato, empezamos con las despedidas. Menos mal que en esta ocasión duraron poco.

Familia Vilas Yagües, sabed que aquí tenéis unas personas que os quieren. Estamos para ayudaos en lo que necesitéis. Siempre estaréis en nuestros corazones, al igual que nuestra amiga Carmen, vuestra madre y esposa.

Andrés Osado Gracia

domingo, 10 de julio de 2022

Crónica de la 47ª Reunión Grupo Madrid

Convivencia en la casa de Antonio López Arenas

Madrid, 9 de julio de 2022

Se nos fue. Carmen se nos fue, pero siempre estará en nuestro recuerdo. Las personas solo mueren realmente cuando se les olvida, y nosotros tendremos siempre presentes a todos los que se marcharon porque formaron parte de nuestras vidas.

El día prometía: inmejorable compañía, anfitrión de “todo diez” y un palacete abierto de par en par queriendo emular al corazón de su dueño. ¿Se puede pedir más?

Cuando llegamos a Princesa Micomicona, ya estaba el coche de Victoriano aparcado estratégicamente en la sombra. ¡Cómo se nota que es aldeano! Nada más bajar del automóvil, le comenté a Manuela que Consuelo estaría ya como un garbanzo remojao. A Victoriano lo vimos en la escalera de entrada, con los brazos abiertos en cruz, diciendo cosas ininteligibles. Parecía un cura preconciliar arengando a la feligresía a llevar una vida austera y casta, mientras que su voluminosa barriga le impedía moverse con soltura por el hexagonal púlpito.

¡Cómo se notan los abrazos cuando quieres transmitir lo que llevas dentro! Con uno cariñoso, le estás transfiriendo a la otra persona todo lo que sientes por ella. Me da hasta coraje cuando recibo un abrazo o un apretón de manos sin fuerza. ¡Aprieta coñ…que no soy de cristal! Con las damas hay que ser obviamente más delicados. No es nuestro caso. Nosotros cuando nos palmoteamos parecemos los palmeros de Peret, de lo bien que suenan en nuestras anchas y musculosas espaldas. Bueno, siempre hay excepciones. Con Manuel hay que tener más cuidado. Él es cristal fino, nosotros cristal gordo.

Ya estaba primorosamente montada la mesa, cuando arribamos al jardín. Se ve que Antonio madrugó. Todo esto no se realiza con una varita mágica. Como los escopeteros en una montería, íbamos eligiendo los puestos. Enseguida llegó Feli, la señora filipina responsable de que todo reluzca de bonito como Toledo por Corpus. Se presentó con una bandeja de rollitos de verdura y una deliciosa salsa para mojar. ¡De estrella Michelín! Menos mal que Vale y Paco tardaron poco en llegar y tuvieron tiempo para degustarlos. Nos acordamos de Cari, Pilar, Antonio Porras, que por diversos motivos no pudieron asistir. Y un recuerdo muy especial para nuestro Rafa Vilas. Me acordé de él y de Carmen cuando entré al baño en el que Rafa hizo una especie de strip tease. Lo vimos desde la calle. Aquello fue inolvidable. Llevaba tiempo que no me reía tanto. Era como ver a un paquidermo quitándose la ropa. Nunca olvidaré aquella escena. Carmen me la recordó, entre risas, más de una vez.

Cuando todos los escaños estaban ocupados, nuestro chef M. Jurado, con estudiado ritual, se “encasquetó” el precioso y personalizado mandil, que Vale decoró y le hizo entrega el pasado 18 de diciembre en Casa Pepe. ¡Estaba para comérselo, con su bigote acostado, cuan golondrina exhausta, debajo de la nariz haciendo un precioso contraste con el blanco inmaculado del delantal! Con sus guantes y gorra parecía un taxidermista a punto de disecar un buitre leonado. Calentó la plancha y empezó ufano, sabedor de su responsabilidad, con las viandas: choricitos y secretos. Langostinos, patatas fritas y un salchichón que Consuelo trajo de su pueblo fueron devorados con pulcritud. Todo acompañado con panecitos pasados por la tostadora. Los primeros salieron un poco quemados, pero enseguida, como si fuese un excelente francotirador, Manuel ajustó con precisión el selector de tostado y problema resuelto. ¡Recursos que tiene el tío! No faltó el vino, y sí las cervezas sin alcohol. Tirón cariñoso de orejas a Victoriano. Sé que ha tomado nota para la próxima ocasión. También acudió a la cita el afamado sorbete y una deliciosa tarta de manzana que nos hizo Manuela. Rematamos, Antonio está en todo, con sandía, helados, unas sabrosas pastas, café y los cubatas. No nos faltó ni las pipas saladas. Parecíamos gallinas camperas picoteando la mesa.

Brindamos, sorbete en mano, por todos nosotros, presentes y ausentes, para que no se apague nunca la llama de Los Ángeles y para que nunca perdamos las ganas de comer.

Las chicas, antes de la ingesta se metieron en la limpia y cristalina piscina. ¡Parecían un equipo femenino de natación sincronizada, de bonitas que estaban! Da gusto ver a nuestras compañeras de camino con esa empatía emocional que han llegado a alcanzar. Sin duda, la llama de Los Ángeles ha recalado en ellas.

Tocamos, en nuestra conversación, temas diversos: unos divertidos, otros profundos, sabedores que los últimos poseían el status de secretos de confesión.

Estábamos hablando, cosa rara, de Los Ángeles, de la dificultad para acceder al recinto, etc, cuando quise lucirme con una larga cambiada: llamé por teléfono a Francisco Sánchez, con Sánchez no me gusta usar el hipocorístico, y, como siempre, atendió mi llamada con la rapidez del 112. Con la velocidad de una gacela moribunda nos aclaró las dudas. Tenemos pendiente un encuentro general en el Seminario. A ver si la pandemia nos deja en paz para poder reunirnos allí. Me envió dos preciosos y emotivos videos de Los Ángeles. Después de agradecerle su disponibilidad, seguimos con lo nuestro.

Terminada la pitanza opté por un baño. Enseguida me acompañó Victoriano. Desde la piscina oíamos al Jurado dando una de sus charlas a Antonio y Paco, que, como alumnos adelantados, escuchaban “atentos” las explicaciones del profesor. Mientras tanto, Victoriano y yo discerníamos sobre qué curso académico estaba exponiendo. Los dos coincidimos que iba por tercero. ¡Bah, tenemos tiempo de estar un rato más en el agua! Poco tiempo tardó Manolo en coger la horizontalidad debajo de una cuidada magnolia. Desde el agua le comenté a Victoriano:

- Oye, no has visto el barrigón que se le ha puesto al chef?

- “No hombre, eso es el mandil que lo tiene subido”, me contestó.

- “Pues yo creo que está sufriendo una erección, aunque el bulto está muy arriba” le repliqué. Y con estas dudas salimos los dos del agua.

Quedaba todavía tarde para saltar al terreno de juego. Comenzaba la segunda parte. Yo creo que terminamos con todo.

Llegó la hora de recoger. Nos llevamos el excelente aceite virgen extra, que produce Antonio. “Don Lope”, se llama la exquisitez. Ya en la puerta nos deseamos todos un feliz verano con la esperanza de vernos pronto. Hasta entonces,

Paz y bien.

Antonio Estepa Romero

viernes, 1 de julio de 2022

Crónica de la reunión del G. Córdoba del 30 junio de 2022

REUNION CELEBRADA EN LA SOCIEDAD DE PLATEROS

Córdoba, 30 DE JUNIO DE 2022

El día de la reunión caí en la cuenta, de una manera más realista, de que mi cerebro me estaba, como suele ser costumbre en el, engañándome. Llevamos tiempo diciendo, sin ser muy conscientes de ello, esa frase tan manida: “nos estamos haciendo mayores”

Pues si, como certificación afirmativa de ello, ese día, (jueves 30) pasó lo que debía pasar: empecé el día como si tal, vamos como un día cualquiera. Nos es porque no lo llevara preparando con la suficiente antelación. Incluso Pacomo me enseñó cómo hacer una lista de los asistentes a través de WhatsApp, sin la penosa tarea de ir anotando yo quien asistía (cosa que tan admirablemente venía haciendo Manolo Sepúlveda, no porque haya desistido de ello sino porque yo mismo le insistí en que me encargaría yo para quitarle trabajo) Cada compañero se apunta el último de la relación, mediante el copia y pega, añadiéndose el último. Incluso realicé alguna llamada de teléfono. Todo perfecto menos mi cerebro, que andaba por otros derroteros.

A las 19:40 del día se le ocurrió avisarme de la reunión. Descolocado, no sabía cómo actuar; era tardísimo y no había llamado para reservar la mesa.

No me quedó otro remedio, a correr y llegar a la hora que fuere. El caso era no perderme ese momento.

Mientras iba en el bus, llamé por teléfono a Plateros:

-Sí, ha llegado Antonio Hidalgo y estamos preparando vuestra mesa.

Menos mal, Antonio Hidalgo estaba allí y pudo resolver todo. Siempre hay alguna mente más lúcida que la mía. Nos podemos apoyar los unos en los otros, buen asunto.

Todo perfecto. La tertulia ya había comenzado, pero fue fácil tomar el hilo rápidamente. Los ausentes, por supuesto estuvieron presentes entre nosotros.

Tomamos la decisión de que a partir de septiembre volveríamos a reanudar normalmente los “Jueves fin de Mes” También se vio la posibilidad de reunirnos al medio día para que les sea más fácil a algunos el poder asistir.

Rafael Serrano nos comunico que el próximo día 15 de este mes de julio, con motivo de la festividad de Nuestra Señora del Carmen y dentro de la novena que se realizará en la Parroquia del Carmen de Puerta Nueva, se va a tener una mención especial en memoria de nuestra querida Carmen Yagües (esposa de Rafa Vilas) Esta cuestión ha sido consensuada con Rafa Vilas. Oficiarán la misa nuestros compañeros Manolo Vida y Manuel Pérez Moya. La hora será a las 20:30. Se pondrá en Hornachuelos Avisos y volverá a recordarse unos días antes (espero que no se me olvide).

Echamos un excelente rato y nos contamos acontecimientos de nuestras vidas.

Por supuesto, no podía faltar nuestro bocata de camarales, atún y algunas repeticiones de bocatas con jamón. Por supuesto ayudados, para un buen tránsito por nuestros gaznates, con cerveza, vino y algún que otro caldo. Para rematar un buen depurativo alcohólico.

Nos deseamos unas felices vacaciones, con el mejor deseo de volver a encontrarnos pronto.

Mucha salud para todos los que formamos este gran grupo.

Andrés Osado Gracia

martes, 21 de junio de 2022

Palabras para Carmen

Hola Carmen:

Ahora te voy a echar a ti también de menos. Bueno, tendré la suerte de sentirte cerca de mi, de otra forma, como a Merche.
¡Vaya dos, las que vais a estar cerca de mí y de todos nosotros!
Solo os pido que no me metáis en muchos líos y la montéis al igual que otras veces.
Cuida de Rafa, “Er Vilas” como a veces lo llamabas, con ese deje madrileño. Es más chiquito y aún está verde en estas lides.
Seguirás estando en mi pensamiento y en el de todos los que han tenido la suerte de conocerte, una mujer repleta de vida, inquieta, alegre, y a veces un poco “bichillo”
Al igual que esa modistilla de Madrid, repartías alegría por donde pisabas.
Si, Carmen, a disfrutado de la vida y dado vida a los que te rodeaban. como una auténtica chulapa de Madrid. Supiste disfrutar a tope en las fiestas de La Paloma: con tu largo vestido de lunares bien ceñido; el mantón de Manila y el pañuelo en la cabeza. Sin embargo, esos dos rojos claveles desmerecían al lado de tus resplandecientes ojos azules.
Querida amiga, cuando te hiciste prieguense: cambiaste la falda de lunares por el vestido negro a la rodilla; el mantón de Manila por esa mantilla de ensortijados bordados en suave blonda, que se recostaba en esa barroca —¡Ay! El barroco de Priego—peineta de carey, donde tiernamente lo prendías por un broche de dorado resplandor. Así te engalanabas para ir con ese nuevo Cristo, El de la Columna, al que tanta admiración y devoción le profesabas y al que habías adoptado, sin abandonar a tu otro también querido Cristo de Medinaceli de tu amado Madrid.
Te digo una cosa amiga Carmen, vas a seguir estando entre nosotros con tu sonrisa, tus chistes y tus alegres canciones.
Entre tu y yo, sin que se entere nadie, he de decirte que ya no la vas a echar de menos, porque estaréis por ahí, entre las estrellas. Ya sabes a quien me refiero.

Un beso muy fuerte.

P.D. No te preocupes por tu Rafa, siempre nos va a tener para todo lo que necesite.

Andrés Osado
Córdoba, junio de 2022

lunes, 20 de junio de 2022

La Carmen de Priego

Carmen

Los de por aquí abajo estábamos sorprendidos con la disposición y desenvoltura de una mujer que, siendo la primera vez que venía a nuestras reuniones de curillas, hacía y deshacía, corregía, organizaba y se desgañitaba ordenando como una capitana.

-Es Carmen, la mujer del Vilas -nos aclaró Antonio Luna-. Es así de dispostona. Es que es de Madrid...

Y luego, a la hora de los discursos, conquistó definitivamente la simpatía de todos los presentes con una alocución tan contundente como clarificadora.

-Estoy encantada de estar aquí  con vosotros, casi todos unos perfectos desconocidos para mí. Hoy, aquí en Hornachuelos, tan lejos de mi ambiente y de mis hijos, es un día especialmente dichoso. Y lo es porque a este bobo que tengo a mi lado se le cae la baba de estar entre vosotros, porque no ha parado de reír y cantar, porque hace muchos años que no lo había visto tan feliz. Y eso, para una esposa, o por lo menos para una esposa como yo, es lo primero: verlo contento como unas pascuas.

He ahí, queridos amigos, una declaración de intenciones sin trampa ni cartón. Una mujer auténtica. Valiente, corajuda, áspera de trato si queréis, viciosa del tabaco a más no poder, de voz recia castellana. Sí. Una mujer auténtica. Vitalista. Enamorada. Lo único que no podemos decir de ella es que haya pasado desapercibida a lo largo de estos años en que todos nosotros la hemos podido disfrutar. Porque poseída por esa obsesión de hacer feliz a su marido no le han dolido prendas en abandonar los madriles y sus pompas y sentirse a la manera de la gente de la villa. Se nos ha hecho una prieguense más. La más de todas. La más ferviente "columnaria".

"La Carmen está bailando

por las calles de la villa,

tiene sueltos los cabellos

y brillantes las pupilas.

En su cabeza se enroscan

caracolas amarillas

y va soñando en el baile

con su Rafael y otros días.

¡Niñas, corred las cortinas!!!"

(Poema de Federico y de Paco César al alimón)

La cuenta atrás comenzó en febrero. Una fatídica llamada de Rafa. Temí lo peor. Pero había esperanzas. O eso quise ver. "La bicha" le ha ido comiendo su energía, su vitalidad, su alegría. Su vida. Y Rafa, a su lado, contra todos los elementos. Hasta el último suspiro. 

Adiós a Carmen, la Carmen de Madrid, la Carmen de Hornachuelos, la Carmen de Priego. Adiós a una mujer arrolladora. Que su venerado "Padre Jesús en la Columna" la acoja en su paraíso. Nos deja solo a Rafa. Entero, sufrido y resignado. Con quince kilos de menos. Ley de vida. Sí. Pero duro de cojones.

Carmen, descansa en la paz del Señor.

José Mª Rivera Cívico "El Fili"

martes, 24 de mayo de 2022

Crónica de la 46ª reunión del Grupo Madrid

46ª reunión del grupo Madrid

Restaurante Casa Pepe
Fuenlabrada (Madrid)

21 de mayo de 2022

No quiero ser reiterativo, pero lo de Manuel Jurado es para enmarcarlo. El viernes pasado, después de repostar y limpiar un poco el coche, subíamos en el ascensor del garaje cuando sonó el teléfono. Era él para preguntarme si pasaba el sábado a recogerme. ¡Está pendiente de mí, de nosotros, como la nodriza de Zeus! ¡Cómo no lo voy a querer! Claro, teniendo el pedazo de compañera que le ha tocado, es todo mucho más fácil.

El sábado llegamos más tarde. La culpa fue de Andrea, que me hizo cambiar de ropa cuando ya estaba el tío a punto de pisar pasarela. Luego, pensándolo, me pregunté -¡Si no fuera por ellas…!-

Llegamos a Casa Pepe y ya estaba casi toda la Plana Mayor en el abrevadero. Cuando Vale y Paco hicieron su entrada triunfal, éste nos presentó a su hermosa y simpática hermana menor, Mari Carmen, y a su cuñado Lucas; entre abrazos y bienvenidas los acogimos. Pilar y Antonio llegaron después, debido a un despiste automovilístico. ¡Los navegadores, que no valen ni una deposición!

Comenzó el Jurado con la varita verbal. Dejó caer el comentario, dirigido a nuestro Comandante, con la candidez de una serpiente tigre negra, que la mano que movía el avispero era la de Consuelo. Vamos, que la que manda en todo esto es ella. –“Toma, como en todas las casas”- contestó el agredido con el nerviosismo de un oso panda. Victoriano es capaz de comerse una paella, sin inmutarse, en pleno Dombás. ¡La gente se cree que uno llega a donde llega por su bonita cara! Los buenos líderes, como el nuestro, además de inteligencia, deben poseer intuición, creatividad, imaginación, visión de globalidad, capacidad de decisión y de asumir riesgos, empatía con sus subordinados y, sobre todo, saber qué terreno pisa ante su pareja. Por estas razones, el comentario de Manolito Jurado demostró que no está a la altura de un buen estratega como es nuestro Comandante en Jefe, Victoriano. Que estas palabras no os suenen a adulación, sino a justicia y reconocimiento por el impagable servicio que está haciendo a nuestro Grupo. ¡Y sin cobrar nada! ¡Eso sí que tiene mérito, y no lo de Mbappe!

Con la disciplina de una cordada por los Alpes, fuimos entrando en el comedor poco a poco para ocupar las sillas. Me recordó cuando entrábamos al comedor del Seminario, en dos filas, y con la mirada de un buitre leonado del Superior de servicio. Sabemos que dos sillas son intocables y las miramos con el mismo respeto y contención que lo hacen los futbolistas ante la Copa en una final de Champions.

Antonio Porras me preguntó dubitativo si íbamos a pedir la ánfora de sopa. Le puse al día de mi malestar porque la última vez no había pesca de bajura en la vasija. Al momento desanduve el camino reflexionando que no era justo quitarle a Porras el pienso por un criterio personal demasiado severo. Y de común acuerdo, como dos gatos relamiéndose ante un pequeño roedor, decidimos apostar toda nuestra inanición al rojo. Creo que acertamos, porque, antes de pedir la sopa de mariscos, le dejamos caer a la simpática camarera que le echara materia prima al ánfora. Comenzamos los dos a comer como dos chotos agarrados a las ubres maternas. Una vez más hubo desconcierto sobre la titularidad del pan, que rápidamente solventó Antonio López con la contundencia de un Juez de Menores: “-El pan que debemos coger es el de la izquierda”- A ver si nos vamos enterando de una vez. ¡Ay si D. Gaspar pudiera presenciar estas dudas; dónde pondría su malestar al comprobar sus infructuosas lecciones de urbanidad!

La conversación, en esta ocasión, siguió un curso… jurídico-pedagógico. Victoriano se adueñó de los conocimientos de Antonio López, y lo puso a prueba con preguntas personales sobre Hacienda y otras. Preguntas que Antonio iba contestando con la rutina del rezo del rosario y la entrega de una monja benedictina. ¡Es un verdadero chollo tener a este hombre!

Como siempre, nos acordamos de los ausentes. Cari no pudo venir esta vez. También tuvimos un recuerdo muy especial para Rafa y Carmen. Los echamos mucho de menos, pero siempre los llevamos a todos muy adentro.

Esta tarde, en la 2 de TVE estuve viendo un reportaje donde salía el Seminario. ¡Cuántos recuerdos afloraron en un segundo al ver aquellos parajes maravillosos! Y fruto de aquella estancia estamos disfrutando de una amistad difícil de encontrar en los tiempos que corren. ¿Cómo es posible que, después de cincuenta años sin vernos, sigamos adelante? ¿Qué tuvo Los Ángeles para que la convivencia de unos pocos años de adolescentes nos mantuviera unidos de por vida? Lo cierto es que lo estamos viviendo a tope con el añadido de haber irradiado nuestra amistad a nuestras mujeres.

Siguiendo con la comida, Antonio Porras y yo observamos como Victoriano hizo un movimiento escatológico en la silla. Los dos nos miramos y comentamos, sin que nos oyera, ¡“ya ha soltado amarras”! Nos equivocamos porque no detectamos en el éter olor alguno. Menos mal, porque si no, yo no hubiera seguido comiendo. Soy muy especial, y con cualquier cosa pierdo una comida. Me da rabia ser tan tiquismiquis. Será cosa de la edad. Yo me acuerdo cuando estaba chico, en los melonares, comer al lado de un mulo pegando peos y ni me inmutaba. Me parecía oír la 5ª Sinfonía. Y ahora…

La reunión siguió por los mismos derroteros de siempre: recuerdos de los Ángeles, fotografías de entonces, anécdotas y risas para poner tres puestos en los mercadillos. Alegría con el que ríe y tristeza con el que sufre. Estas son nuestras coordenadas.

Yo me dejé caer con una anécdota referente a un maestro albañil de mi pueblo. Resulta que hizo una corraleta para los cochinos. El dueño le apuntó que le diera al suelo un poco de caída con el fin de drenar las micciones de los mamíferos. Le dio tanto ángulo de inclinación que no se podían levantar. Los lugareños hablaban de un ángulo de 45º. Yo creo que son exageraciones de mi pueblo.

Después de la sobremesa pasamos al bar. Fotos de despedida porque Manuel y Manuela se tenían que ir a Aranjuez. Quiero comentar la foto de despedida. En ella se puede observar al Grupo con Victoriano al frente. Le parece al Coronel del CIR nº 5 de Cerro Muriano observando la instrucción de los reclutas. ¡Ya no se puede ocupar más espacio! Parece un luchador de sumo. El que está detrás, apenas visible, es este cronista que hace el papel de cornetín de Mando. Se tomaron, los más valientes, unos “vasitos largos” para alargar un poquito más la despedida. Abrazos, besos y sonoros palmotazos dieron la puntilla a la reunión. La próxima se celebrará (D.m.) el próximo día 2 de julio en el palacete de Antonio López.

Hasta entonces, paz y bien.

Antonio Estepa Romero

martes, 10 de mayo de 2022

Crónica de la reunión del G. Córdoba el 28 de mayo de 2022

REUNION CELEBRADA EN LA SOCIEDAD DE PLATEROS

El no haber hecho la Crónica de la reciente reunión de los Vicarianos de Córdoba, ha podido deberse a algo:

Los gallegos expresan aquel dicho sobre las meigas —haberlas hailas—

Yo opino, con respecto a las casualidades, algo parecido —haberlas las hay—

Me explico:

La reunión del jueves, último de mes, día 28, también fue muy interesante. Por la foto se puede apreciar quienes pudimos reunirnos.

Estuvo llena de emotividad:

Primero, porque nuestro querido camarero Juan, aquel que, por error, en mi primera crónica de las reuniones, tildaba de “hombre serio”, vino a demostrar que las apariencias engañan. Entre los asistentes y los del bar como Antonio, Rafael, Jesús y Juan se creó un ambiente de cordialidad como nunca lo habíamos experimentado. Quizás la próxima jubilación de Juan, dio pie a ello. Lo cierto es que un “duende” de esos que aparecen de vez en cuando, nos hizo darnos cuenta del cariño existente en el grupo, puesto en práctica en las reuniones de Plateros. Hubo risas, abrazos y fotos por doquier.

Segundo porque, como siempre suele pasar, se habló de nuestros tiempos y los acontecimientos vividos. En uno de esos momentos Carlitos nos enseñó la foto de su madre Encarnación y de lo bien que se encontraba (asunto este que frecuentemente se repetía en otras tantas reuniones). Al hilo nos contó, porque surgió el tema de la tele y cine que veíamos en San Pelagio, que su padre fue quien regaló la máquina de cine que se utilizaba:

“Como mi padre conocía a D. Martín (el Rector) a través de los cursillos de cristiandad y en una conversación sobre el cine que se proyectaba con una máquina pequeña, mi padre, ni corto ni perezoso le ofreció donarle una máquina de las de verdad, es decir, la utilizada en el cine que ya no regentaba. Dicho y hecho. D. Martín se puso en contacto con Cabrera —dueño de la mayoría de los cines de Córdoba— Este mandó a un operario suyo para que instalara la máquina en el salón que había a la izquierda de donde estaban las duchas.”
A partir de entonces, empezaríamos a ver películas tal y cual se proyectaban un cine de verdad. Con la ventaja añadida de, además, hacer “cine fórum”

Yo, no se por qué motivo le comenté que el número ocho, era una constante en mi vida: nací un día dieciocho, en el seminario tenía el número ochenta y ocho. Ese número se ha venido repitiendo en acontecimientos felices y no tan felices, por desgracia.

Quien nos iba a decir que, días después de esta reunión, el pasado día ocho fallecería Encarnación, su querida madre, a la que ya conocíamos de sobra a través de sus comentarios y a la que habíamos tomado cariño.

“Casualidades las hay”

Encarnación Ortiz
La crónica no pensaba hacerla porque no quería darle mucho trabajo a Rafa, ya que anda más ocupado. Pero, por la casualidad, he de confeccionarla, fundamentalmente como homenaje a Consolación. Una buena madre, de siete hijos y que ha sido feliz durante toda su vida. Por la foto que nos enseñaba, se apreciaba una bondad y alegría de espíritu que a raudales brotaba de su rostro. Ni que decir tiene, solo mostraba su excelente interior.

Ha sido un place haber disfrutado de ella, si no en presencia, si a través de los cometarios de Carlitos. El viernes pasado, sin ir más lejos, me contaba lo feliz que se sintió Encarnación el día de la madre:

“Había conseguido yo un vino de excelente calidad, muy clarito con algo de dulzor. Cuando fui a verla, en lugar de llevarle el correspondiente ramo de flores, llevé la botella y le di a probar un sorbito de ese vino (a ella le gustaba cuando era más joven, tomarse una copita) Cuando lo probó puso una cara de felicidad, más que si hubieran sido esas flores. La vi radiante y me sentí muy feliz”

Así era Encarnación, sencilla y feliz con las pequeñas cosas.

Para no terminar con excesiva tristeza, quiero traer a colación una respuesta que me dio Antonio, el dueño de Plateros, a mi pregunta sobre el mejor vino:

“El vino es un arte y así como hay un arte que te gusta o no, lo mismo pasa con el vino”

Respuesta contundente y clarificadora cien por cien.

Claro y para remachar en la respuesta, Antonio (el Volaor) respondió:

“Di que si, el arte es morirse de frio”

Y se quedó tan pancho, es que Antonio Martínez es así, derrocha buen humor por los cuatro costados, y eso que estaba saliendo de un resfriado (sin COVID) de los que hacen historia.

También se comentó de las reuniones que Diego y algunos compañeros de su curso, mantenían con D. Moisés. Editaban una revista que se llamaba reencuentro. Por cierto, si alguien posee algún ejemplar podía escanearlo y mandármelo para que se ponga en el blog. La totalidad eran compañeros que ya había abandonado el seminario. Diego era el responsable de la revista y de la convocatoria. Hubo más cosas, pero con esto es bastante por hoy.

Encarnación siempre estará en la memoria del Grupo.

Hasta pronto.

Andrés Osado Gracia
Córdoba, 9 de mayo de 2022