miércoles, 31 de mayo de 2023

Rafael Serrano Elías in memoriam

RAFA

Querido Rafa, servidor y amigo de todos. Sí, simplemente Rafa, porque así de humilde eres.

Antes, desde esta mañana temprano, en la que apenas si he conciliado el sueño, no podía escribirte. Estaba sintiendo un dolor inmenso, de esos de los que sólo algunos sabemos. Tu fallecimiento me ha removido, nuevamente, los cimientos de mi interior, al igual que con los más recientes de la hija de Antonio, Mateo (perdonad ahora con las prisas no recuerdo los nombres de sus madres, pero también están aquí presentes) y de nuestra Carmen.

Afortunadamente, mi Merche, me ayuda en momentos así y me da fuerzas para seguir adelante. Alguna vez lo hablamos tú y yo.

Ahora sí puedo, aunque con lágrimas en los ojos. Es el momento de darte las gracias por ser como eres. De servir sin esperar, de sonreír, de ser fiel a tus sentimientos sin herir a nadie… ¿quieres que siga? Tengo más que decir sobre ti. Aún estoy esperando que digas no, a alguna solicitud de ayuda que se te haya pedido. Si, también de la firmeza que has demostrado ante tu enfermedad.

Una vez nos pediste ayuda:

-Andrés, estoy mal, pedid por mí.

Pues si, Rafal, no faltaron las oraciones por ti. Creo que, a Santa María de los Ángeles, le estuvieron pitando los oídos a cada momento. Otros, te enviamos nuestra ayuda en forma de amor, de fuerza, esperando a que nos dijeras algo para cumplirlo inmediatamente. Positivamente creo que, la fuerza común, también tiene sentido.

Muchos de los que hemos disfrutado de ti, en esa taberna de Plateros, aunque nos llevaras dos años de tu entrada en el Seminario, nos hemos sentido prendados de tus sentimientos, de tu grandeza, de tu amor, de tu servicio, de tu alegría. Menos mal que vas a seguir estando entre nosotros, querido Vicariano. Querido amigo de los Jueves fin de mes en Plateros.

Por cierto, el jueves del mes de mayo, lo hemos trasladado al jueves, día 1 de junio. Allí estaremos todos juntos.

Gracias, amigo Rafa.

VAMOS PALANTE

Córdoba, 30 de mayo de 2023
Andrés Osado








Navidad 2022

martes, 18 de abril de 2023

XXVII Reunión de Primavera

XXVII REUNIÓN EN EL SEMINARIO DE SANTA MARIA DE LOS ÁNGELES

Hornachuelos, 15 d abril de 2023

Los sinceros y emocionantes abrazos de despedida denotaban que, el nuevo encuentro, esta vez en el Seminario de Hornachuelos, había dejado una nueva huella en nuestros corazones. Más bien debería decir que, volvió a confirmar aquella que se produjo años atrás. Volvimos a ser esos niños que correteaban por el Palo Banderas, La Cruz, La Fuente de los Tres Caños, El Campo de Futbol.

¡Ay el Campo de Futbol¡

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La mañana se había despertado radiante.

–Rafa, ven, mira la salida del Sol –le increpé al Vilas, que había dormido en mi casa.

–Perfecto, voy a por la cámara para grabarla, será lo primero que aparezca en la película de este día.

Manos a la obra y quedó grabado.

Así comenzamos el día tan esperado.

Casi con puntualidad espartana (como suele decir nuestro compañero Antonio Estepa “Bronco” salimos para Hornachuelos. Tras una parada, con el fin de acallar los acordes de hambre emitidos por nuestras tripas, tomamos el camino de Santa María de los Ángeles. Hablando de ángeles, a ellos tuvimos que encomendarnos además de Ginés, Manolo Vida y Ángel el conductor, para que las cancelas estuvieran abiertas. Afortunadamente gracias a sus pesquisas tuvimos el paso franco.

Poco duró el frugal desayuno que nos tomamos, incluidos los churros. El camino, con sus alegres trotes, se encargó de favorecer la correcta trituración y posterior digestión de lo ingerido. Fundamentalmente, ese camino contribuyó a convertirnos, en esos niños emocionados que tanto tiempo atrás lo recorrimos.

Presté atención. Todas las conversaciones, rememoraban aquel momento. ¿Había pasado el tiempo o había retrocedido? ¡Cuantos sentimientos de nostalgia, ilusión y esperanza aparecieron!

Por un momento, un paisaje nos devolvió a la realidad.

¿Ese es el campo de Futbol? ¿Qué le ha pasado?

Simplemente nos mostró que por el, también los años habían pasado. Alguna barriga que otra, seguida de demasiadas arrugas, habían trasformado su apariencia.

Afortunadamente la niñez en la que nos habíamos sumergido nos hizo volver a verlo como antes:

¡Allí estaban las porterías! ¡Era totalmente llano!

Todo solucionado en un abrir y cerrar los ojos.

Llegamos, incluso a ver el agua correr por aquel surco profundo del lado derecho del camino y el agua del pozo reflejar las nubes del alto cielo.

Tras la curva, esa del Palo Banderas, El Bembézar se mostró majestuoso ante nosotros. Menos mal que le habían maquillado su apariencia. Estaba radiante, gigantesco, aunque no tanto como lo teníamos impreso en nuestra infantil retina.

Poco a poco fuimos introduciéndonos en el patio de nuestro antiguo seminario. También estaba reluciente hasta la altura de la primera planta. Será mejor no mirar más alto. A partir de la primera planta no había pasado los años, quienes habían pasado eran la barbarie y la desconsideración.

Pero afortunadamente, nosotros a lo nuestro. A recordar o, mejor dicho, a hacer presente los momentos. A vivirlos tal y como fueron.

Fuimos derechos a la Capilla. Estaba igual, o así lo hicimos realidad. ¡Es tan potente nuestra mente! Antonio Luna, como debía ser, nos dijo unas palabras de bienvenida y nos conminó a que ya empezáramos a preparar el siguiente encuentro. ¡Más fuerte Antonio! Armado de valor y sin necesidad de púlpito, desplegó su torrente de voz, acallando reproches. ¡Bravo por Antonio!

El ruiseñor de las cumbres, de Priego de Córdoba, también llamado “El Vilas”, como si de un sábado cualquiera de aquellos tiempos se tratara, entonó, emocionado el “Salve Regina” Una sola voz volvió a resonar en aquel recinto. Esta vez, afortunadamente, sumaron sus voces todas nuestras compañeras de viaje:

¡Sí, porque allí, no faltaba nadie!

Alguna lágrima que otra, dejó entrever en algunos rostros, el fruto de la emoción que embargaba los corazones.

Según se nos había dicho, en varias ocasiones y por varios responsables de aquel recinto, debíamos considerar aquella casa como si fuera la nuestra.

El primer paso provocado por la amabilidad de Cristóbal, que nos abrió las puertas del Seminario y de la capilla, se dio con toda amabilidad. Se le notaba, en su alegre rostro, que para nosotros era algo importantísimo en traspasar aquellos muros.

Ahora faltaba dar el segundo paso (este lo habíamos dado unos pocos afortunados hace algunos años) Era el poder ver las ventanas, por donde tirábamos aquellas morcillas y chorizos que resultaban ser incomibles.

¡Vamos pues!

Pero al abrir la puerta una figura blanca, pero blanca, nos cortó el paso: blanca de tez, blanca de barba y blanca de túnica. No llegué a vez los zapatos o sandalias, porque con eso tuve bastante.

¡Por aquí no se puede pasar! ¡Están invadiendo la intimidad de este lugar!

En este caso, su voz no sonó blanca, sino todo lo contrario.

Pobre personaje, no entendía que aquello era algo que pertenecía a lo más íntimo de nosotros. Tampoco comprendía que él y solo él estaba perturbando nuestra intimidad. Nuestros más íntimos sentimientos.

¿Dónde habían quedado esas palabras de que consideráramos aquello como nuestra casa?

La figura blanca se desvaneció tras la puerta, que truncó nuestro deseo.

Quedamos tristes por algunos momentos. A decir verdad, yo pillé un cabreo descomunal. No por mí, pues ya lo había visto, sino por quienes no pudieron verlo. Afortunadamente, ese cabreo, se pasó enseguida. Comprendí que ante la insensatez no se puede hacer nada. Quedaba mucho día para seguir disfrutando de la amistad.

Bajamos hacia la zona de la sala de juegos y la piscina. Allí vimos a unos hombres que estaban con sus tareas correspondientes. Se alegraron mucho al vernos. Estuvimos hablando con ellos. Por supuesto en momento alguno sintieron que estábamos invadiendo su intimidad. ¡Qué diferencia!

Algunos, los menos averiados, bajaron hacia la Cruz. Vinieron contentos.

A las una y media abandonamos el Seminario. Aún nos quedaba disfrutar de un excelente almuerzo y más diversión, en el Restaurante la Cañada Verde.

La comida estaba riquísima:

1.- A elegir entre: Gazpacho, ensalada o paella.

2.- Bacalao en salsa o Estofado de carne de monte

3.- Postre: natillas o fruta. El Pan y una bebida.

Bueno trato le dimos a las viandas, ya que estaban riquísimas.

¡Que rato más alegre echamos!

El sitio contribuyó a crear un excelente clima. Fuimos muy bien tratados, aunque comprendimos que éramos muchas personas de golpe. Nuestro sincero agradecimiento a la "Cañada Verde".

En una reunión de las nuestras no puede faltar la característica, el sello que le da el marchamo de “Denominación de Origen” Este no es, sino que Fili o Bronco nos deleiten con una de sus excelentes demostraciones o verificaciones de un hecho real. Dicho y hecho.

En este caso José María Rivera (Fili), actuó como magistral telonero precedió en la palabra a Antonio Estepa (Bronco) y presentó a este último para que nos deleitara con su último descubrimiento científico.

Antonio estuvo genial, como siempre. ¿Cómo puede no reírse cuando ve a todos los de su alrededor troncharse de risa?

Nos hizo pasar un rato inmejorable. Claro, hasta en que la próxima lo supere. Bravo, Antonio.

Poco a poco el sol de la mañana, el que Vilas filmó, se fue despidiendo también.

Hasta la próxima.

Que sigamos queriéndonos

Andrés Osado
Córdoba 18 de abril de 2023

viernes, 31 de marzo de 2023

Reunión del G. Córdoba del 30 de marzo de 2023

CRONICA DE LA REUNION CELEBRADA POR EL GRUPO CÓRDOBA EN LA SOCIEDAD DE PLATEROS DE LA CALLE DE SAN FRANCISCO.

Aunque con quince días de retraso, “Los idus de marzo” hicieron acto de presencia.

Conforme el día se iba cargando de vivencias, una maraña de sensaciones más o menos juguetonas, alteraban el ritmo de mis emociones según saltaran en un sentido o en otro.

—¡Menos mal que luego tenemos la reunión de Plateros! —decía para mí.

— Allí con los compañeros lograré organizar todo mi galimatías interior.

Efectivamente, tras los abrazos, todo comenzó a asentarse. La alegría del encuentro limpió todo lo que estorbaba.

Cervecitas, brindis y algún chiste que otro, entonaron el ambiente.

Sin embargo, “ellos” revoloteaban a nuestro alrededor.

Diversos temas alimentaron, aparte de las buenas viandas que nos metimos entre pecho y espalda, una agradable y distendida tertulia.

Pronto, como no, surgió el tema principal que estos días nos traemos entre manos. Por supuesto el Encuentro de Primavera.

Estuvimos contando las personas que se habían apuntado al evento. Fundamentalmente lo referente a quienes iban en el autobús. Todo muy bien llevado por nuestro querido compañero Manolo Sepúlveda.

¿Y los autobuses ya están reservados?

Y lo que tenía que pasar, pasó.

Se hicieron presentes “los idus de marzo”, alterarando la paz que allí reinaba. Si no los habíamos invitado ¿qué hacían allí?

Menos mal que pudimos contra ellos y después de nuestros clásicos acaloramientos, reinó la concordia y no hubo derramamiento de sangre. Todo se solucionó.

Luego, como si nada y previa retirada de una bolsa de plástico colocada encima de la mesa, nos hicimos la foto de rigor.

Muy encarecidamente acordamos que la colaboración de todos en el día del encuentro debe ser prioritaria para el buen funcionamiento de todo. A ser posible, que nadie escurra el bulto.

Con toda armonía y cariño fuimos pagando y nos despedimos con un fuerte abrazo. Bueno alguien hizo un “simpa”. Menos mal que al día siguiente lo solucionó, como no podía ser de otra forma. Un lapsus lo tiene cualquiera.

Por favor, cumplamos y colaboremos

Que seamos felices

¡VAMOS PALANTE!

Andrés Osado Gracia
Córdoba, 31 de marzo de 2023

sábado, 18 de marzo de 2023

Crónica de la 50ª Reunión del Grupo Madrid

CRÓNICA DE LA 50º REUNIÓN DEL GRUPO DE MADRID


Restaurante Casa Pepe - Fuenlabrada

Ante las pocas ausencias de nuestro gran cronista oficial Antonio Estepa, siempre me he resistido a actuar de sobresaliente. Es un “marrón” importante sustituir al enorme Maestro con la plaza llena a rebosar. Además, ya ha demostrado en varias ocasiones, que puede cuajar una gran faena en “diferido” y salir por la puerta grande a hombros de la afición.

Como si todo esto fuera poco, atesora Antonio esa gracia chispeante, ese puntito de humor que sólo él sabe trasmitir y que hace de sus crónicas todo un placer leerlas. Es un “arte” con el que se nace, reconozco que yo no lo tengo y que además sería un error grave tratarlo de imitar.

Seguramente la raíz del problema está en mí. Me tiene que salir muy de dentro y encontrar alguna motivación extra para coger el boli, mi cuaderno de notas y enfrentarme a la dura faena. Quizás en esta ocasión me acompañó ese plus que necesitaba, pero no adelantemos acontecimientos, trataré de contar los hechos en orden cronológico.

La noche anterior nuestro Comandante en Jefe, Victoriano, me pasó la Orden del día con la lista de asistentes y el horario para celebrar el encuentro de vicarianos de Madrid en Casa Pepe en Fuenlabrada, la que viene siendo ya nuestra sede social. La hora prevista para el aperitivo era a partir de la una y cuarto, a continuación, pasaríamos al comedor donde ya teníamos reservada mesa, gracias a la intervención nunca suficientemente valorada, de nuestro amigo Paco Ruiz Roldán.

Aparcábamos nuestro coche junto a la puerta de entrada del restaurante, cuando nos dimos cuenta que en paralelo, acababa de terminar la maniobra Victoriano, a su lado Consuelo y en el asiento trasero Caridad Cristóbal. Inmediatamente nos saludamos con los abrazos de rigor. Pensábamos que éramos los primeros en llegar, pero al abrir la puerta de entrada, nos dimos cuenta que ya estaban cogiendo sitio en la barra Antonio Porras, su mujer Pilar y la agradable sorpresa de la presencia de Antonio Rodríguez y Paqui. Los abrazos y las emociones apenas contenidas duraron unos minutos.

Antonio Rodríguez me había manifestado por teléfono su deseo de asistir a algún encuentro en Madrid, porque tenía ganas de saludarnos y pasar unas horas con nosotros. Nos ha hecho felices la presencia de ambos después de tanto tiempo. Dentro de lo posible hemos tratado de animarlos. Es muy buena señal que hayan querido venir a esta comida desde Segovia y que también se hayan apuntado al encuentro en el Seminario. Ojalá poco a poco puedan ir encontrando consuelo en sus vidas, aunque el dolor siempre estará dentro de sus corazones.

Estábamos degustando los primeros tragos de cerveza cuando llegaron Paco Ruiz y Vale. Los aperitivos de paella y estofado de patatas con costilla hicieron de buen acompañamiento a las cervezas y los vinos. Nos dimos cuenta que faltaba Antonio López Arenas; al rato se presentó y para compensar la tardanza se tomó un vino y un plato de paella sólo para él.

Una vez acomodados en la mesa del comedor y que el camarero tomó nota de los platos solicitados, lo primero fue levantar las copas y hacer un brindis por nosotros y por los ausentes Antonio Estepa y Andrea. A continuación, otro brindis por los amigos que ya no están entre nosotros: Antonio Crespo, Carmen Yagües, Elia Rodríguez y Agustín Fernández.

El revuelto de setas, el ánfora de sopa, con excelente carga de profundidad como demuestran las fotos, a continuación, el cachopo, el entrecot y la lubina fueron los platos de más éxito. Cerramos con flan, puding, helado o torrijas. Cuando estábamos tomando el café, se presentó Caridad con una ensaimada de nata. Hicimos un último esfuerzo, casi no había sitio para tanto...

La charla entre platos, como en otras ocasiones, fue transcurriendo entre anécdotas del Seminario, también de la mili y hasta de reformas en la comunidad de vecinos. Visualizamos algunas fotos para el recuerdo y aclaramos dudas con la consulta de las efemérides a la vista.

Era necesario un digestivo, así es que disfrutamos de un rato más de conversación en la terraza. A continuación la foto de todo el grupo y los abrazos de despedida, quedando todos emplazados para el encuentro en Hornachuelos.

Amigos, permitidme una última reflexión. Parece que “esto” va muy rápido: Tratemos de aprovechar las oportunidades que se nos presenten para pasar ratos juntos. Este nuevo encuentro en Hornachuelos será uno de ellos. Disfrutémoslo. Como decía el filósofo Epicuro de Samos: Vivamos cada día una vida sencilla y autosuficiente, compartiéndola con los buenos amigos.

Un abrazo fuerte y mucha Salud para todos. Hasta pronto.

Móstoles 19 de Marzo del 2023.
Manuel Jurado Caballero

lunes, 27 de febrero de 2023

Reunión G. Córdoba 23 de febrero de 2023

CRONICA DE LA REUNION CELEBRADA POR EL GRUPO CÓRDOBA

Sociedad de Plateros de Córdoba
Calle de San Francisco

Antonio Martínez y yo habíamos quedado a las diecinueve treinta en el autobús de la Línea 3. Así fue. Dos paradas más adelante, sin tenerlo previsto, se subió Antonio Gómez. El destino quiso que, otras dos paradas más se subiera Juan Villén. Por supuesto, no tuvimos que preguntar hacia donde se encaminaban. Seguro que coincidiremos alguna vez más, yo así lo deseo. En la parada Del Portillo, dimos por finalizada nuestra estancia en el bus.
Haciendo la “esquina” de la calle San Francisco, todo feliz y contento, nos aguarda Carlitos.
Como de costumbre, a las veinte en punto, se abrió el portón (no de los sustos sino de la alegría)
Al poco tiempo ya estamos todos sentados con la ilusión de siempre que, desde lo más íntimo de nuestro corazón, se reflejaba en nuestros rostros.


Nuestro primer recuerdo y brindis, como no podía ser de otra forma, fue para nuestro querido amigo Agustín. Durante un buen rato, expusimos nuestras impresiones sobre él. Valoramos, fundamentalmente la entereza que demostró ante esa enfermedad que iba deteriorando su cuerpo. Nunca escuchamos una queja, sino todo lo contrario. Quedó suficientemente ensalzada la gran lección que nos ha dejado. Paco Raya, nos hizo un pequeño resumen del funeral de nuestro querido Agustín.

¡GRACIAS, AMIGO AGUSTÍN!

Como a él le hubiera, pronto empezamos con nuestra tertulia distendida. Mejor debería ser calificada como verdaderamente cordial y entrañable. La reunión anterior, estaba dando sus frutos.
Mi más sincero agradecimiento por el comportamiento demostrado. En un momento me encontré pensando en aquellos inicios de Plateros. Por fin, estábamos retornándolos.
Hay que resaltar un hecho importante. A criterio de la nueva dirección de Plateros, ya no van a servirse “bocatas de camarales”. A partir de ahora, habrán de ser los platos indicados en la carta. Pues no sucedió nada. ¿Pensáis que se alteraron nuestros gustos? ¡Totalmente no! Si no había bocatas, tiramos de agudeza gastronómica y se pidieron medias raciones de… “camarales”. ¡Todo solucionado! Por supuesto aumentaron las degustaciones por otros platos.
Un hecho importante es que pudimos bromear sobre el equipo Barcelona, sin que hubiera piques. Eso es importante, la amistad por encima de todo. Incluso no pasó nada cuando quedó eliminado. Otro día le tocará al Madrid.
Lo cierto es que ironizamos de todo y por todo.
Dado que este año se cumplen los sesenta años en que estrenamos en recien remodelado Seminario de Santa María de los Ángeles, nuestro amigo Diego hizo la propuesta de que se fuera pensando en actos que podrían celebrarse durante este año. Por supuesto el primero será el Encuentro de Primavera. Las ideas se las podemos mandar a nuestro amigo Antonio Luna. Por supuesto también al “Insigne Anotador de Acontecimientos, nuestro amigo Manolo Sepúlveda.
Entre bromas y historietas y chascarrillos, también hubo lugar para una reflexión seria de nuestra situación vital. Nos hicimos conscientes de los amigos que faltan y de las enfermedades que nos vienen haciendo conscientes de la edad que ya soportan nuestros cuerpos. Quedó claro que ello no debe ser impedimento, en la medida de lo posible, para no seguir PALANTE.
Creo haber reflejado lo acontecido.
Si alguna cosa me he dejado en el tintero, que alguno de los asistentes, lo indique en “comentarios”
Que tengamos buena salud y se nos vayan curando esos pequeños achaques.
Sed felices y vamos palante.

Andrés Osado Gracia
Córdoba 26 de febrero de 2023





domingo, 26 de febrero de 2023

La otra infancia de Agustín - (Manuel Fernández)

La otra infancia de Agustín

La infancia de Agustín rompió balones y botas de invierno, manchó ropas de sudor y en más de dos ocasiones echó sangre por sus rodillas al caerse por las piedras de la calle Esperanza de Villaralto, donde tenía su casa y vivía cuando no estaba en la escuela. En el corral de su casa, en el rincón según se salía a la derecha, Agustín nos enseñaba el horno donde habían hecho pan sus abuelos cuando la vida había que fabricarla desde principio a fin, sobre todo si se tenían que ir a la sierra a coger aceitunas en el invierno. Esa era la infancia de cualquier muchacho cuya vida había empezado en la mitad del siglo XX, cuando no había móviles, ni ordenadores, ni televisiones ni, a veces, en algunos casos, nada de comer. Fue en ese momento cuando Agustín dejó la infancia de Villaralto, su pueblo, compró el baúl y el colchón, le hicieron la maleta, y se montó en el coche de línea que tenía la parada en la calle Bodega de Córdoba, por donde hasta los billetes del autobús olían a gas-oil, y transformó su infancia.

Si la patria es la infancia la que marcó el pensamiento de Agustín de por vida fue la que encontró, de pronto, sin esperarlo, en Hornachuelos, en el Seminario de Nuestra Señora de los Ángeles. En ese pueblo de Sierra Morena, a 43 kilómetros de distancia, está Sierra Albarrana, donde se encuentra el cementerio de residuos radiactivos de baja y media actividad El Cabril, que era un secreto en los tiempos de Agustín. También estaba el castillo, el palacio de Moratalla, la iglesia parroquial de San Calixto, la iglesia mudéjar de Santa María de las Flores​ y la muralla urbana. Pero desde el primer día Agustín lo que vió.fue la gran puerta de madera del Seminario donde al entrar le pareció que su historia iba a dar un vuelco. Y vaya que lo dio. A partir de ese día Sierra Morena sería como el corral de su casa de Villaralto y el río Bembézar, el milagro por donde transcurría, a su estilo, la vida, tanto la real como la imaginada por el cordobés Duque de Rivas, Ángel de Saavedra, nacido en la actual Vimcorsa, en su obra de teatro “Don Álvaro o la fuerza del sino”, escrita en 1835, que allí la situó.

Agustín, cuando empezó a fabricar su nueva infancia para incorporarla a su historia, entró en el seminario de Santa María de los Ángeles, un antiguo monasterio franciscano del siglo XV, que pasó a ser residencia privada de los marqueses de Peñaflor después de la Desamortización española en el siglo XIX, y además fue seminario desde 1957 a 1971. Tras varias décadas de abandono, en agosto de 2021 fue reconvertido en el centro de reinserción social San Gabriel.

Pero tuvo tiempo de guardar su corazón en esa Sierra Morena donde la Virgen del Buen Suceso, la patrona de Villaralto, y Santa María de los Ángeles, natural de aquellos montes, convivieron en su mente y consiguieron crear su nueva infancia, llena de historias, vivencias y paisajes.

La patria de Agustín fue su infancia, la que se construyó en aquellos amaneceres nublados del Bembézar con vapor de agua y atardeceres donde las campanas y la música transformaban el paisaje en una antesala del Cielo. La patria de Agustín, que se nos ha ido estos días.

Manuel Fernández


miércoles, 22 de febrero de 2023

Agustín Fernández Gómez - En su memoria

 


Querido Agustín:

La noticia de tu marcha ha corrido como la pólvora por nuestros Grupos de WhatsApp. Estamos todos consternados. Dice Alberto Cortez que:" Cuando un amigo se va/queda un tizón encendido/que no se puede apagar/ni con las aguas de un río ". Pues eso.

La última vez que nos vimos fue en Alcalá de Henares, el 7de julio de 2018, en el vigésimo noveno encuentro del Grupo Madrid. Damos gracias a Dios por haber sido parte de nuestras vidas.

Ahora te toca disfrutar eternamente de la misericordia y ternura de Dios y dejarte abrazar por Nuestra Señora de los Ángeles a la que tantas veces rezamos.

Agustín, haznos un favor: Pídele al Señor por todos nosotros para que nos mantenga unidos, y abraza a todos los compañeros que te estarán esperando con los brazos abiertos.

Recibe un fuerte abrazo de todos tus compañeros.

Con cariño,

Antonio Estepa