domingo, 30 de junio de 2019

CRÓNICA DE LA REUNIÓN DEL JUEVES 27 DE JUNIO

EN CÓRDOBA, OLA DE CALOR 

CRÓNICA DE LA REUNIÓN DE LOS VICARIANOS CORDOBESES,
CELEBRADA EL JUEVES 27 DE JUNIO DE 2019, EN LA SOCIEDAD DE PLATEROS 

A decir verdad, la ola de calor se producía en el interior de Plateros, alrededor de esa mesa rectangular -que no redonda- donde como cada casi todos los jueves fin de mes, nos reuníamos para celebrar nuestro encuentro. Si, esa que está, a la izquierda, nada más cruzar el arco central que da acceso al patio.


Bonito empiece. Me atrevo a considerarlo así, ya que no es mío, sino porque ha sido sugerido por nuestro querido Sr. Sánchez. 

Cuando llegué a la reunión, con unos minutos de retraso, ya tenía la palabra el diputado por Almodóvar, o mejor dicho, El Señor del mismo nombre, D. Francisco Contreras. Contrariedad produjo en su ánimo, mi solicitud de detener su alocución, dado que aún faltaban aún dos contertulios. No obstante, accedió a ello. Una vez reunidos todos, prosiguió con la exposición detallada de la reunión futura-próxima, a celebrar en los dominios de su señorío. Yo tomé la debida cuenta de todas sus indicaciones. Pero, permitidme que, en honor de la cortesía, no detalle aquí todos los pormenores. Estos han de ser tarea oportuna de Antonio Luna y Manolo Sepúlveda. 

Sobre los sesenta minutos de disertación, nos fue entrando un hambre morrocotuda. Ya se sabe, todo el personal a darle gustito al estómago. Pero el parlante no perdió ni un momento, solo el necesario para solicitar su alimento. Sin dudarlo, prosiguió. 

Os aseguro que me estoy conteniendo en desvelar el contenido de las palabras allí dichas. Soy hombre fuerte y como si de secreto de confesión se tratara, no he de decir ni “mu”.

Por mi mente discurrieron banderas medievales, castillos, torneos y un sinfín de parabienes. Todo llegará a su tiempo. Sólo diré que, currado está. 

Dio tiempo a alguna conversación de las nuestras, aunque para mí fue corto el disfrute de la reunión, ya que hube de abandonarla antes de su finalización. 

Allí siguieron algunos contertulios más, disfrutando de esa “ola de calor”.

Os deseo lo mejor a todos. 

Andrés Osado Gracia
Córdoba, 29 de junio de 2019

domingo, 9 de junio de 2019

Crónica de la 35ª Reunión Grupo Madrid


Reunión en Segovia 

8 de junio de 2019 

Acabamos de llegar a Móstoles después de pasar un maravilloso día de encuentro en Segovia. 

La última vez que visitamos esta preciosa ciudad fue el 2 de febrero de 2017. Hoy hemos vuelto para echar un rato con nuestros amigos Antonio y Paqui, que se han desvivido para que todo saliera perfecto. ¡Doy fe que lo han conseguido! 

El punto de encuentro, según las instrucciones recibidas, era en la puerta del Restaurante Casares, donde íbamos a comer. Estaba haciendo la maniobra de aparcar cuando llegaba también Manuel y Manuela. Estamos más sincronizados que la Patrulla Águila. Micciones en el WC y a la calle, a respirar el aire puro de la mañana. Antonio , Paqui, Vale y Paco llegaron enseguida y nos dirigimos a comprar unos dulces al convento de monjas Corpus Christi, ubicado en la plaza del mismo nombre. 

Caminando tranquilamente por la Calle Real, disfrutamos de la Plaza de Medina del Campo donde se contempla la Iglesia de San Martín (s.XII), el Palacio de los Tordesillas (s.XV), las Casas de Solier y de Bornos, bueno voy a parar que le parezco a D. Ricardo con un grupo de franceses recorriendo la Mezquita-Catedral. Pero es que no te cansas de mirar esta joya Patrimonio de la Humanidad. Después de tomar unas cervezas en la Plaza Mayor, Manuel y Manuela visitaban la Catedral, nos dirigimos para el Acueducto donde nos esperaban Consuelo, Victoriano y Antonio López. 

Nueva sentada en la terraza del Restaurante antes de pasar al comedor. Antonio Rodríguez, como el mejor chef del mundo, nos aconsejó los platos. En la anterior visita me la pegaron en el Restaurante San Martín y no estaba dispuesto a caer en el mismo error: judiones de La Granja, cochinillo y de postre ponche segoviano. Cuando terminé me entró una risita bobalicona fruto de la ingesta. Corté las dos orejas y el rabo. ¡No hay cosa más sabia que confiar en el amigo que sabe! 

La comida transcurrió por los cauces normales: Un poquito de ephemérides, cuarto y mitad de política y clase magistral de móviles a cargo de Jurado. Hablando de un compañero que nos dejó, y a la vista de una foto antigua, comentaba Antonio Rodríguez que era muy rubio pero que no se distinguía bien porque la foto era en blanco y negro. Victoriano le contestó sin inmutarse: -“Hasta ahí llego”. Es digno de mencionar la defensa que Consuelo hizo de su esposo al comunicarnos que estaba mejor conservado que todos nosotros. ¡ Y es verdad, no tiene una arruga! Yo he leído por ahí que si te mantienes activo sexualmente, la esperanza de vida aumenta considerablemente. ¿Estaré yo perdiendo el tiempo? En los postres le cantamos a Antonio Rodríguez el “cumpleaños feliz” por sus 67 añitos. Llegó la hora de marcharse y Victoriano, con la candidez de un infante se levantó, cogió su bolso en bandolera y lo tuve que detener: -“Me parece que esto hay que pagarlo, Victor”. 

Después, en tres coches, los anfitriones nos llevaron a visitar La Casa de la Moneda, fundada en el siglo XVI por Felipe II. En su amplia terraza dimos buena cuenta de los pastelillos que compró Antonio en el Convento. Más tarde visitamos el Convento de San Juan de la Cruz. Cuando vimos el féretro donde se dice que fue enterrado el santo hubo cierto escepticismo Las medidas de la caja eran muy pequeñas. Yo pensé que la única forma de que cupiera en ese cofre sería aplicando el método de recogida de un bastón de la ONCE. 

Llegó la hora de la despedida. De nuevo abrazos y besos sentidos y la esperanza de vernos el 6 de julio en el palacete de Antonio López. 

Gracias a Antonio y Paqui por regalarnos este precioso día. 

Paz y bien

Antonio Estepa Romero
9 de junio de 2019