CRÓNICA DE LA REUNIÓN MENSUAL EN LA SOCIEDAD DE PLATEROS
Córdoba, 30 de julio de 2015
Francisco Solano Raya Marqués
Córdoba, 30 de julio de 2015
Francisco Solano Raya Marqués
Diez
menos uno no es cero, como ocurre en las Matemáticas de Dios. Pero tampoco es
nueve e intento explicarme. Cierto es que en total fuimos nueve los que
asistimos físicamente a nuestra reunión mensual, pero sois tantos los que nos
acompañáis todos los meses en la distancia, que sea cual fuere el número de
asistentes, siempre será la reunión de todo el grupo de Hornachuelos 63-65.
Físicamente
asistimos a dicha reunión Andrés Luna Prieto, Antonio Gómez Ramírez, Carlos
Samaniego Ortiz, Manuel Rafael Muñoz Medrán, Diego Ruiz Alcubilla, Francisco
Sánchez Sánchez, Antonio Hidalgo Naz, Francisco Nieto Molina, y un servidor. En
la distancia sois tantos que es imposible dejar constancia de vuestros nombres.
Todos sabéis que siempre os tenemos en nuestros corazones.
No
acudió ninguna de nuestras santas y sigo insistiendo que deberíamos
replantearnos su asistencia, debate que deberemos retomar en la reunión de
Septiembre en la que ya estaremos todos de vuelta de vacaciones.
Hubo
una ausencia muy especial y no fue otra que la de nuestra querida VICARIA en
forma de camiseta roja o blanca, ya que tanto Paco Moreno como Andrés Osado no
pudieron asistir y a ninguno más se nos ocurrió llevarla. No obstante, como
todos los ausentes, siempre será centro de nuestras reuniones.
Esta
vez, cuando llegamos a la Sociedad de Plateros, no oímos crujir el aldabón ni
tampoco chirriar los goznes de la puerta, aunque Antonio Gómez Ramírez y un
servidor llegamos con una puntualidad inglesa. Andrés Luna, cada vez más
sonriente y feliz, nos va recibiendo, uno a uno, en la gran mesa de nuestros
primeros encuentros y todos, -yo observaba conforme iban entrando, a donde
dirigían las miradas- con discreción eso sí, clavaban sus ojos en el siniestro
amigo de Andrés Osado, que se encontraba tras el mostrador. Tampoco se oyeron
sonidos de ultratumba, e incluso pareció que se le escapase alguna sonrisa al
susodicho, no estoy seguro; de lo que sí estoy seguro es que es algo sordo y te
ve cuando le da la gana. ¡Ay Dios si nos oyera¡
¿Orden
del día?, ¿para qué? Como siempre, todos ávidos de saber de los demás y, sobre
todo, contar nuestras batallitas particulares, nos enfrascamos en agradables
conversaciones, eso sí, pero sin encontrar ninguna manera o forma de poder
ponerlas en común. Insisto, junto con el tema de las santas, nueva tarea para
la reunión de Septiembre.
Vinitos,
cervecitas, gin tonic y cubatas, cada loco con su tema, pero uno en común, con
una excepción que confirma la regla, y que no es otro que la masiva petición a
nuestro serio camarero, de los bocadillos de calamares y de tomate con atún,
que sin orden ninguno, servía cuando le venía en gana. Como eran pequeñitos,
alguno se comió tres, -mea culpa- y otros, incluso me superaron. ¿verdad,
Sánchez?
Todo
se desarrolló en un ambiente de alegría y cordialidad, como siempre digo, de
hermandad, durante más de tres horas y ya al final, cuando casi nos estamos
despidiendo, de hecho yo acababa de irme con Antonio Gómez, surgió la anécdota
del día, alguien llamó la atención por ruidos a los compañeros que en ese
momento se encontraban despidiéndose. Como dice Antonio Martínez Rangel, seguro
que un@s malfollad@s.
Decir,
finalmente, que con la ausencia, totalmente justificada, del Sr. Moreno Osuna,
nuestro único fotógrafo oficial, que espero ilustre debidamente esta crónica,
fue don Carlitos Samaniego. Gracias amigo por tu generosidad.
Por nuestro grupo de Hornachuelos 63-65
Da igual vino o cerveza en Plateros
Da igual un Gin Tonic o un cubata
Pero que no falte nuestro bocata
O no somos el grupo de Hornachuelos.
Que no falten los brindis, compañeros
En nuestra reunión tan esperada:
¡Por nuestras vivencias tan añoradas
del lugar de nuestros sueños primeros!.
¡Que este grupo ya consolidado
cada día sea mejor y aumente
tras años de vicarianas locuras!
¡Que nuestros sueños se cumplan, hermanos
ya que gozamos de la gran suerte
de compartir cariño y ternura!
¡Que nuestros sueños se cumplan, hermanos
ya que gozamos de la gran suerte
de compartir cariño y ternura!
Como nuestro poeta-cronista ha estado ausente, no he querido que faltara mi humilde soneto.
Como siempre os digo, os espero en la próxima reunión; será si dios quiere el próximo jueves, 27 de agosto, a las 20:00 hrs. en la Sociedad de Plateros (San Francisco, 6 - al final de la calle La Feria) y en la que seguro vamos a reencontrarnos con nuevos compañeros.
Un afectuoso abrazo
Ni mejor, ni peor esta crónica que las del compañero Osado, pero fiel reflejo de lo que aconteció. Grandes, todos.
ResponderEliminarBuena redacción Sr. Rector.
ResponderEliminarGracias por lo que a mí me toca.
Buena redacción Sr. Rector.
ResponderEliminarGracias por lo que a mí me toca.
La referencia en común que tenemos fueron aquellos años de ilusión y aprendizaje, siempre en orden y atentos al toque del regulador que hacía sonar aquella campana acatarrada.
ResponderEliminarCaminando en fila del patio a clase, o viceversa.
Bajo la atenta mirada de unos formadores que lo hicieron como mejor pudieron, y que nos dejaron una impronta que nos dura hasta el hoy.
Caminando cada cual por la rueda de la vida, cincuenta años después nos seguimos acordando unos de otros, de aquellas laderas y de aquel río ancho y quieto.
Algo de allí se nos quedó dentro, de eso no hay duda. Aunque solo sea para estar juntos un rato y tomar unos medios o lo que se tercie, si lo aguanta el cuerpo, sintiéndonos grupo.
Aun seguimos rumiando aquellas clases y aquellos ratos de juegos y de compañeros del sesenta y tres y más incluso, aprendiendo en orden y disciplinadamente.
Recordándonos ahora ya maduros como éramos en aquel equipo adolescente brotando a la vida sin darnos cuenta.
Desde Barcelona un sentido saludo compañeros, me habría gustado estar con vosotros.
Juan Martín.