UN NO CUALQUIER 27 DE JULIO
Espero no osar, al hacer de sustituto de Osado, que hacer dicha cosa sería emularlo. No pretendo, Sólo intento hacer lo mejor que se una aportación al grupo sobre lo que aconteció ayer.
Y llegó el 27 de julio, con su calorcito y todo, creyendo que íbamos a ir menguados, por los anuncios de imposibilidad de asistencia, y por la separación de algunos, pero, ¡qué va! Allí se presentó nuestro reportero gráfico Carlos Samaniego, a pesar de que había anunciado que no, con cámara en ristre, y nuestro amigo Sepúlveda, que venía de La Alpujarra, acompañado de Antonio Luna y Compañeras.
Un día en el que habían anunciado su presencia cinco Damas, aunque el final fueron cuatro las que complementaron nuestra habitual mesa de hombres, y a las que las ya mencionadas, se sumaron la compañera de Paco Sánchez y de nuestro querido Andrés Luna.
La cosa comenzaba esperando porque los más tempraneros se encontraron "Plateros" cerrado. Algunos habíamos madrugado más que el tabernero. Tan pronto nos abrieron las puertas, al igual que tropel, invadimos el local presurosos.
Nuestras primeras miradas para la "vitrina", no sólo para ver lo que ya había, por parte de quien no la había visto, sino para hacer las aportaciones que llevaban, tanto Antonio Luna, Rafael Vilas, como Manolo Sepúlveda.
Y a sentarnos en la mesa a degustar, en primer lugar los caldos, etc., a lo que no tardaron en llegar los famosos bocatas de atún, jamón, calamares, ah! y por supuesto las verduras con guarnición de gambas con gabardina. Y lo más importante, nuestras conversaciones de vivencias, antiguas, diarias, viajes, etc., etc.
Transcurriendo el tiempo, muy temprano también se nos presentó, aunque en su convalecencia, en la bicicleta, "El Volaor"
Continuamos con nuestras distintas degustaciones, tanto de comida como de bebida y conversacionales, hasta que poco a poco se fueron produciendo las despedidas de cada cual, cantando bajito hasta sus destinos oportunos, lo que no quiere decir que fuese a casa.
¡Hasta la próxima!
Córdoba, 27 de julio de 2017
Paco Nieto
Amigo Francisco, magnífica crónica del encuentro y entrañables los comentarios sobre el sentimiento que envolvía a los presentes.
ResponderEliminarFelicidades por seguir manteniendo en alto mes a mes, el pabellón de los antiguos alumnos seminaristas.
Un abrazo.
Juan Martín.
Muchas gracias
EliminarConciso, preciso y exacto, bravo por el escrito y a ver si te prodigas más. Un abrazo Paco
ResponderEliminarGracias, Paco. Siempre he tenido la presente que para decir todo, no es necesario decir mucho. Solamente seré el sustituto
EliminarQuerido amigo Paco Nieto: la verdad es que produce un placer enorme, más que cuando uno lo hace, el leer unas letras, donde se desgranan sentimientos y vivencias. Ese tiempo, hecho escritura y aderezado del detalle fotográfico cobra un sentido especial. Y si, para colmo, se une una una tocata de Bach, como la que ahora suena entre mis cuatro paredes, la cosa se pone para chorrear. Gracias Paco por quitarme, tan magistralmente, la vez. Como dice Francisco Cesar, queremos más. Un abrazo
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