GRUPO VICARIANO DE MADRID
Alcorcón
(Madrid)
6
de octubre de 2017
¡Ya
tocaba!
Siete
meses sin poder asistir a los encuentros es mucho tiempo. A Victoriano y
Consuelo no los veíamos desde el pasado mes de diciembre. ¡Mereció la pena
tanta espera!
Volvíamos
de nuevo al “Pirata´s”. En mi opinión creo que es el mejor restaurante de
cuantos hemos visitado hasta ahora. Tiene buena cocina y un servicio, no me
refiero a WC, excelente. Tienes que llevar muchas horas sin comer para terminar
los platos. Crespo se encargó de todo y todo salió bien. El único punto
negativo es el aparcamiento. Yo tuve que dar tres vueltas al ruedo para poder
hacerlo. Íbamos llegando con la misma majestuosidad que los diputados el
edificio del Congreso.
Estábamos
ya sentados cuando el Vilas hizo su
entrada triunfal en el amplio comedor. ¡Pero viene solo!, comentamos
extrañados. Terminados los abrazos nos comentó que Carmen había anulado la cita
por “indisposición”.
Comenzando el segundo plato la vimos, agradablemente
sorprendidos, acercarse a la mesa. Poco faltó para atragantarme de risa ante el
comentario de su cónyuge. ¡Aquí hay arte para dar y tirar! Bueno, pues ya
estamos todos: Carmen, fuerza
incontrolada de la naturaleza; Consuelo,
envidiable moreno caribeño; Manuela,
belleza serrana cordobesa; Cari,
eterna sonrisa luminosa, y Andrea. Victoriano, elegante socarrón; Manuel, memoria fotográfica del grupo; Rafa, biblioteca ambulante; Crespo,
bondad infinita, y yo.
Llevábamos
cinco minutos hablando de nuestras cosas cuando Rafa comentó extrañado: “¿Os
habéis dado cuenta que no hemos hablado de Cataluña?” ¡Se jodió la marrana!
¡Casi toda la velada hablando de los insurrectos! La verdad es que el tema da
juego. Entre bocado y bocado íbamos desgranando nuestras opiniones,
coincidentes esta vez en casi todo. Aprovechando que Rafa se paraba para beber,
entrábamos a saco en la conversación. Lo he pensado muchas veces; ¡este tío de
parlamentario arrasaba!
Estuvimos
comentando la idea de vernos en Dos Torres. Excepto Crespo y Cari que no
pueden, los demás estamos apuntados para el encuentro.
Entre
chistes y bromas se fue pasando las tres horas de encuentro. Levantamos la acampada
minutos antes de la cinco de la tarde, hora taurina por excelencia. La foto de
rigor, los abrazos y la despedida al estilo de los fuegos artificiales: cada
uno para un lado.
¡Qué
bien me sienta estos encuentros! Independientemente de la comida, para los que
somos de poco comer esto es secundario, el compartir tu tiempo con las personas
que quieres es una gozada.
Le
pido al Señor que durante muchos años nos dé salud para poder disfrutar de
nuestra amistad. ¡Que así sea!
Paz
y bien
Antonio Estepa Romero
Cómo siempre, Antonio, fenomenal. Algunas afirmaciones que habrá que corroborar, como las ganas de comer... Pero fabuloso, la redacción y el encuentro en sí
ResponderEliminarGracias Paco. Lo de comer es un poco exagerado. Un abrazo.
EliminarComo siempre la redaccion estupenda. El encuentro extraordinario, solo nos falto la asistencias de algunos que habitualmente asisten.....y los hechamos en falta. La proxima, seguro que alguno mas habra
ResponderEliminarEs verdad, Antonio. Siempre los tenemos presentes aunque no se mencionen. Hay que tener esperanza en que alguna vez nos encontremos todos. ¡Sería extraordinario!
ResponderEliminarAmigo Antonio. Con la brevedad que te caracteriza, pero con una pluma magistral y fiel para contar lo substancial de los momentos vividos en nuestro escuentro. Te felicito una vez más por tu cronica.
ResponderEliminarNo has querido ahorrar elogios para todos y cada uno de los asistentes. Has sido prudente y no hubiera quedado estético, que hablases de ti y de Andrea, tu mujer. Pero yo si tengo la libertad para decir aquí, que ambos sois dos excelentes personas y que estamos todos orgullosos de contar con vuestra amistad y cariño.
Recibe un fuerte abrazo.
Amigo-hermano Antonio: Sonrío y casi me relamo leyéndote. Me encanta el trato que das a los pequeños detalles y como los hilvanas para coser un relato tan lleno de vida en el que nos reconozcamos todos. ¡Si es que te tengo que querer,joio!
ResponderEliminarUn abrazo.
Querido Andrés, ya que con tanta simpatía y afecto describes a los "parroquianos", permíteme decirte que como cronista te superas día a día y mereces el título de "gran cronista vicariano".
ResponderEliminarMe gusta mucho el puntito personal que has dado a la crónica y las felices metáforas coloristas.
Felicidades a todo el grupo, por sabe cultivar la amistad y la alegría de vivir por encima de todo, sin concesiones a la tontería nacional.
Un abrazo.
Pedro
Perdóname, Antonio, el haberte confundido con Andrés. Se me ha ido la olla, pues tu territorio es el centro peninsular y el suyo el sur.
ResponderEliminarEn cualquier caso felicidades por la gracia y facilidad de tu crónica.
Abrazos para ti, y, en este caso, también para Manuela y Manuel.
Pedro
Muchas gracias, Manuel, Rafa, Pedro por vuestras palabras que demuestran más el cariño que la realidad. Yo también me siento orgulloso de todos vosotros y, como dice el Vilas, os tengo que querer a la fuerza, joios. Un abrazo.
ResponderEliminarExcelente sitio de reunión y para dar mas lustre a su nombre, se reunió en ese lugar una brava y sin par tripulación. De lo acontecido, con letras de oro, trabadas por el puño del "Maestre Antonio", en el Libro de Bitácora, queda para la posteridad alli reflejado. Que tengais siempre buena singladura. Un abrazo al Maestre y al resto de la Tripulación.
ResponderEliminarGracias, Capitán, por tus buenos deseos. ¡Vive Dios, que haremos lo posible para llegar a buen puerto con el botín de la amistad intacto! Llegará el día que podamos hacer un brindis por el resto de la tripulación. Un abrazo.
ResponderEliminarEn hora buena a todos por el encuentro y la camaradería. Un valladar en la defensa, aun lo recuerdo.
ResponderEliminarFelicidades D. Antonio.
Un abrazo.
Juan Martín.
Jajajaja... Dice el tío,"los que somos de poco comer"... Más que genial. Querido Antonio, para mí, desde el punto de vista literario-artístico-jocoso, esa frase es un potosí.
ResponderEliminarUn pedazo de abrazo.
Gracias, MAESTRO.Un abrazo.
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