martes, 4 de septiembre de 2018

Encuentro en las Alpujarras

Tocando el cielo

A modo de prólogo

Suena el teléfono. Es Miguel López. Como siempre, sin rodeos, directo al grano; se ve que eso de ser de Cabra de Santo Cristo y haberse criado entre pescadores levantinos le ha quitado barroquismo a su carácter y no se anda con rodeos y formalismos:

- Oye Rafita. ¿Que te parece un "arrocico" en Granada?
- Muy bien, ¿Como me va a parecer?
- Pues anda, Llama a Sepúlveda y a ver como podemos organizarlo.

¡Vaya tío este Miguel! ¡No para ni para tomar aire!

Y dicho y hecho. Me pongo al habla con Manolo Sepúlveda, otro que tampoco hay que darle palmas para que baile, y al poco ya está organizado el "arrocico alpujarreño".

Aquí el relato del encuentro por el montillano-granaino Don Pepe García Torres.

Rafa Vilas (Un mandao)


Encuentro en las Alpujarras 

Órgiva es como todos sabemos una localidad perteneciente a la provincia de Granada. Está situada en la parte suroccidental de la comarca de la Alpujarra Granadina, en el valle del río Guadalfeo, a las faldas de la sierra de Lújar y Sierra Nevada, a unos 53 Km. de la capital provincial. Tiene unos 5600 habitantes, y es el municipio más poblado de la comarca. 

Insignia de Shrek y la princesa Fiona señalando el cortijo de Lola
Éste era nuestro destino, el jueves, 30 de agosto de 2018. Para lo cual, la Alpujarra Granadina se vistió de gala. Nazaret, así se llama el cortijo que Lola, Manolo y doña Gracia, la mamá de Lola, pusieron a nuestra disposición para el encuentro. Y allí nos fuimos presentando como "niños con zapatos nuevos". Sí, han leído bien. "Como niños con zapatos nuevos". Y es que ésa fue la sensación que percibí en las caras de los que allí nos reunimos. 

Manuel Sepúlveda nos citó "a la hora que queráis". Allí, en la B. P. "pequeña", estaré. Y si no estoy, preguntad por mí. Os dirán dónde es. (Esa mentalidad es la de pueblo que es de donde la mayoría somos). Y efectivamente, así fue. Y qué hombre más paciente! Tan convencido lo digo que seguro que si el personaje bíblico Job no se le hubiese adelantado, él sería el bíblico Job. 

El pirata Miguel "el arrocero"
Lola y Manolo Sepúlveda y , cómo no, Miguel y su amigo Antonio, (perdón, amigo ya de todos) ya nos esperaban y allí estaban "liados" con los preparativos culinarios cuando fuimos apareciendo. Abrazos, besos, saludos,.... Era la nota dominante. La verdad, que el bello rincón dónde se ubica el cortijo de Lola y Manuel es un lujo y lugar propicio para este jolgorio. Sin olvidar las 10 "rosas" que adornaban aquel bello jardín. Esas 10 rosas eran nuestras donas. 

Poco a poco fuimos llegando, Isabel y Paco Moreno, mi hijo Rafa y yo, Clara y Manolo Ruiz Nieto, Teresa y Juan de Dios, Pilar y Antonio Luna, Mari y Juan Ramírez y por último lo hicieron Carmen y Rafa Vilas junto a Don Manuel Cobos Rísquez (Cura párroco que fue de El Viso durante mucho tiempo), en el coche de Manolo Sepúlveda que se acercó al pueblo, donde habían dejado aparcado el coche. 

El hormigueo afloraba en el estómago. Y ellas, tan atentas, colocaron las mesas, los manteles, y los aperitivos con los que íbamos haciendo ganas de "ese arroz" caldoso que Miguel y "pinche" no dejaban de mimar. ¡Qué arte señores! El arroz tenía que estar, no bueno, ni siquiera buenísimo; tenía que estar del 10. (Más tarde Juan creo que fue, dijo que estaba del once). 

Y llegó la hora. ¡Qué rico! Y así debió ser. El silencio se adueñó del grupo. Cada uno estaba en lo suyo. Que por cierto, no era otra cosa que aquel dicho "comer y callar". Y también debió ser así, porque…¿Quién no repitió? Y para reafirmarme hubo quién pidió (mi hijo, Rafa) una fiambrera para llevarle a su madre y abuelo para cenar. 

Llegó la hora del postre. Melón de Órgiva. Tan rico como si fuera melón de Montalbán, por mal que le sepan a los de Fernán Núñez. Delicioso. Pero aún nos esperaba la sobremesa. Café con dulces. Y fue aquí cuando salió ese niño que todos tenemos dentro. Ni triglicéridos, ni colesterol, ni azúcar,... ¡Qué sanos estamos todos! O ¡Qué ricos estaban los pasteles! 

Al final, como colofón, nuestras canciones: Serenata a la Mezquita, Soy cordobés,... faltaban muchos “tenores” del grupo que estuvieron presente en todo momento y por ellos brindamos. Por nuestra amistad. Por todo lo bueno que la vida nos ha regalado, y que de ella hemos recibido. 

Atardeciendo, era el momento de ir diciendo un hasta siempre. Nos íbamos yendo, cada uno a su rincón, a su ratonera, a su destino. Eso sí, con la mochila cargada de alegría y satisfacción por ese día maravilloso, con gente maravillosa que el pasado nos dio. Con un ¡Hasta siempre amigos! 

Padul, 3 de septiembre de 2018.

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8 comentarios:

  1. Gran crónica de una estupenda reunión D. José.
    No sabía yo de su arte para estos menesteres.
    Enhorabuena y que nos veamos pronto en otra.

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  2. Pepe, muy buena croncró, aunque desde fuera. Te has estrenado, y tan bien, que me temo que ya estás comprometido. Ya sabes que en comunidad, no demuestres tu habilidad. Ya te las cargas todas.
    Enhorabuena!

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  3. Queria decir crónica, pero el dedo o el corrector es un H.P.

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  4. Es sin duda maravilla, que sin estar en Sevilla, tengamos una paella, tan alpujarreña ella, propiciada por Miguel.
    Y que quienes no estuvimos, sus bondades percibimos, en crónica apetitosa, coloquial y primorosa de manos de D. José.
    Valgan mis ripios groseros para ensalzar el esmero del fino arte andaluz, que mirándolo al trasluz suma amistad y placer.
    Pedro

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  5. Lo primero es felicitar a todo el grupo y a José su cronista.
    Luego ensalzar el magnífico marco natural perfectamente fotografiado, que encuadra una reunión de grandes amigos y amigas alrededor de una mesa, llena con el sabor de la tierra.
    Un afectuoso saludo a todos los presentes.
    Juan Martín

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  6. Amigo Pepe, te felicito por la excelente crónica. Está claro que eres muco más hábil con el arte del papel y la pluma que con el "localizador" del punto del encuentro.
    Me alegro que lo pasarais estupendamente y que el maestro torraor Miguel os hiciera disfrutar con tan suculenta paella, tal como ha quedado reflejado todo, en el buen reportaje de Rafael Vilas.
    Recibe un cordial abrazo.

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  7. Esta es, sin duda una auténtica crónica "a la limón". Aunque el limón, casi entero se lo ha tenido que lidiar nuestro querido Pepe.
    Del inicio, de Rafa Vilas, excelente, como corresponde a un buen estilista y compositor.
    Del resto, magnifica muestra de lo acontecido. Una genial forma de hacernos partícipes de los sentimientos allí desparramados por esas Alpujarras. Tienes que prodigarte más, amigo Pepe. Un abrazo fuerte.

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  8. Muchas gracias Jose, hemos estado ahí gracias a tu relato. Un abrazo.

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