jueves, 30 de enero de 2025

Reunión del G. Córdoba del 30 de enero de 2025

CRONICA DE LA REUNIÓN CELEBRADA POR EL GRUPO CÓRDOBA EN LA SOCIEDAD DE PLATEROS DE LA CALLE DE SAN FRANCISCO.

Un jueves, fin de mes, nuevamente nos encontramos en plateros.


Teníamos un encargo de Antonio Luna. ¿Alguien quiere encargarse de la próxima Reunión de Primavera?

Entre los que allí nos encontrábamos, nadie se comprometió a ello. Antonio Hidalgo dijo que, si era en Córdoba, podría pensárselo.

Paco Sánchez, comunicó la propuesta de Rafael Pérez Molina: “si nadie quiere organizarla, él podría organizarla en Torremolinos”

No hubo más planteamientos.

Era noche de análisis y no quedó más remedio que efectuarlos. Considero que sirven para avanzar hacia mejor.

El primero, fue debido a la convocatoria de la reunión del jueves anterior. Nada que objetar por el motivo de esta. El encuentro era dignísimo –la celebración del cumpleaños de Pedro Antonio– Momento óptimo para festejar, además, los años en los que fue un digno y más querido aún, profesor nuestro, en Los Ángeles. Lo que faltó en esa convocatoria fue la explicación, oportuna y requerida, del motivo. Reconocí que había sido un fallo mío, que nunca más volverá a repetirse.

El segundo, que las reuniones serán siempre el “jueves fin de mes” A las 20 horas, en Plateros. No obstante, si el motivo lo requiriera, podría trasladarse a otro lugar, fecha y hora. Por supuesto con la oportuna indicación.

Y el tercero, a partir de ahora y para evitar confusiones y olvidos, se volverá a encargar, nuestro querido amigo, Manolo Sepúlveda. Él publicará y controlará la lista de asistentes. Seguro que, como siempre lo ha hecho de corazón y con gran perfección, lo va a llevar mejor que yo.

Fue una noche en la que se dieron suelta a sentimientos interiores. Al igual que un torrente de agua, por muy cristalina y apacible que se muestre, cuando se ve comprimida al atravesar un estrecho paso, pierde su luminosidad y eleva crestas burbujeantes, así revolotearon y se mostraron de impetuosos. Sobrecogieron, en su primer momento, hasta la liberación de todo corsé, donde la luz volvió a provocar destellos chispeantes. Debió hacerse y se hizo.

Como es natural, el hambre se incrementó. Menos mal que las aceitunas y unos platos de ensaladilla atenuaron algo los retortijones de estómago. Algún enchufado, comió ración doble de aceitunas. No tiene hartera o como decimos correctamente jartera. Otro entendido dijo al camarero que esas aceitunas no eran como las de la mañana. A lo que el interpelado contestó afirmativamente. El motivo: se habían terminado. Normal y así de claro.

Como siempre saboreamos el elixir de los buenos recuerdos, de los chistes más o menos contados a trozos porque nuestras memorias dan para más y de las puestas al día de nuestras enfermedades.


Repasado todo, saboreados los buenos vinos y las sabrosas viandas, nos despedimos, no sin antes realizar la foto de rigor.

Y esto es todo.

Sed felices y mucha salud.

Andrés Osado

viernes, 24 de enero de 2025

Reunión del G. Córdoba del 23 de enero de 2925

CRONICA DE LA REUNION CELEBRADA POR EL GRUPO CÓRDOBA EN LA SOCIEDAD DE PLATEROS DE LA CALLE DE SAN FRANCISCO.

Como decía nuestro querido Séneca: “para reunirse, no hace falta nada más que tener ganas y un motivo”
No sé si realmente lo dijo. Creo que, como buen cordobés y teniendo tan buenas tabernas como existían en aquellos tiempos en la Córdoba romana, lo diría.
¡Y lo bien que me ha quedado el inicio! Ha merecido la pena.

Bueno en serio. En esta primera parte, había un motivo y ganas. Como nos enseñó nuestro querido profesor de francés Pedro Antonio: C'est pourquoi cela a été fait (si no recuerdo mal) Es decir, “maomeno” … que lo hicimos. Muchas compañeras y compañeros excusaron su asistencia. Les fue imposible acudir.
La propuesta, efectuada por Pacomo, no fue otra, sino la de celebrar ese día el cumpleaños de Pedro Antonio.
Como no podía ser de otra forma, la mayoría de las conversaciones fueron relativas a nuestra relación con él: de aquellos tiempos y de la actualidad.
Insistió mucho en que nos tiene en gran aprecio. Fueron unos años de su vida muy bonitos. Guarde un maravilloso recuerdo de ellos. No se arrepiente de haberlos vivido.
Muchas anécdotas salieron a relucir y revolotearon por aquellas paredes.
Aparte de la grabación de Pacomo, que se subirá junto con la crónica, estaba sucediendo algo fuera de lo normal.
Nos pidieron permiso un grupo, de dos japonesas y un japonés, para hacer un reportaje sobre nosotros. Bueno, a decir verdad, lo estaban haciendo de las tabernas típicas de Córdoba. Se trataba de una cadena de televisión japonesa. La casualidad es que, al vernos tan animados, no se resistieron. Obtuvieron dos reportajes en uno. Pacomo y Pedro Antonio, se convirtieron, por momentos, en portavoces. Nos dijeron que enviarían la grabación a Rafael de Plateros. Si llega a ser una realidad, lo subiremos al blog –por supuesto, lo hará Rafa Vilas–.
La presencia de nuestras compañeras le dio un tinte especial a la reunión.
Lo pasamos genial.
Pedro Antonio, agradeció mucho la deferencia que tuvimos con él. Advirtió que nos hacía a todos presentes allí. Tuvo un especial recuerdo para quienes están en otra existencia. Eso de existencia lo digo yo –me cuesta trabajo decir que fallecieron-. Él concretamente dijo que no estaban entre nosotros porque habían fallecido.
Como es normal, en cada cumpleaños que se precie, no pudo faltar la tarta. Fue aportación de Isabel y Pacomo. Los años se ven perfectamente, por lo que no hay que reseñarlos. Ojalá lleguemos, como está él, a esa edad.
Quienes más sintieron, aparte de nosotros, la finalización de la reunión, fueron nuestros amigos japoneses. Dejaron reflejado todo. Hasta tuvieron la gran suerte de oír el “cumpleaños feliz” ¿Quién da más?
Afortunadamente, cuando yo fui al cuarto de baño, tuvieron la deferencia de no acompañarme. De todas formas, no me hubiera importado, no hay mucho que ver.
Aguardaron hasta el último segundo. Tanto que hasta fueron ellos quienes sacaron las fotos del exterior.
Hasta aquí, la primera parte. La segunda, dentro de unos días.
Que seáis felices.

Andrés Osado