REUNIÓN DEL GRUPO DE CÓRDOBA:
ULTIMO JUEVES DEL PRIMER MES DEL AÑO BISIESTO DE 2016
Poco a poco fuimos llegando al punto de
encuentro: ese donde se entretejen
sentimientos… “esos jueves últimos de mes”.
Esta vez una de esas ideas fijas
era darle un fuerte apretón a Andrés Luna por sus buenos resultados de su
último informe médico. Su semblante era radiante, digno reflejo del interior.
La primera copa fue invitación
suya. Con ella brindamos por él y por todos los que formamos esta gran
pandilla, ¡exuberante pandilla!. Un nuevo motivo de júbilo fue la presencia entre
nosotros de nuestro compañero Rafael Marín Palomares. Todos le mostramos nuestra más sincera felicitación por su reciente jubilación, así como el seguir viéndolo en esos jueves últimos de mes. Y sin más dilación… pusimos la “sinhueso” en ristre y a luchar con ella. ¡Y tanto que
se lucho! El tumulto de la batalla fue en aumento hasta el punto de despertar a
unas palomas de dormían, plácidamente, en el último rinconcillo de la almena
más alta de la torre de la Malmuerta. ¡Anda… sajeraooo! Bueno, por lo menos de los que estaban en la
andanada baja de “Los Pedroches” (ha de entenderse el bar).
Magnifica plática, sólo
interrumpida cuando hizo su presencia en la alargada mesa, un cochinillo frito
que encendió los ojos de allí presentes, hasta el punto, y dado que esa “sin hueso” hubo de
entretenerse en otros quehaceres más placenteros, de provocar la detención del
fragor del combate. Donde ponemos el
ojo, ponemos nuestro destino.
Duro poco la paz. Nuevamente se
reanudó el combate. Voló en los alrededores nuestro recuerdo de Manuel Cuenca,
al que esperamos ver en abril. Grato semblante de su paso entre nosotros. Yo
diría: fructífero recuerdo el dejado; un buen poso; un grato sentimiento hacia
un hombre bueno y entregado. ¡Gracias Manolo!
Voló otra vez entre nosotros, a
propuesta de Manolo Ruiz Nieto, de celebrar la próxima reunión de los jueves
(que debería ser sábado o domingo) en su parcela, a la que muy gustosamente se
ofreció Antonio Gómez Ramírez como gran chef de arroz con “delicatesen de mar”.
Esperemos que esta vez no se malogre a última hora y con todo el pescado
vendido… mejor dicho “comprado”. A ello habrá que dedicar nuestro esfuerzo.
Así fue trascurriendo la noche
hasta que, igualmente, poco a poco, fuimos abandonando el lugar, satisfechos
del emocionante y vibrante encuentro mantenido. Allí quedaron las ascuas del
combate y aquellos a los que aún les sobraba algo de valentía.
¡Hasta la próxima!
Andrés Osado Gracia
Andrés Osado Gracia
Como siempre, tocayo, magnífica pluma la tuya.
ResponderEliminarEn hora buena cronista vicariano.
ResponderEliminarEn hora buena cronista vicariano.
ResponderEliminarAl menos rstamos informados los de fuera, gracias Andres Osado
ResponderEliminarAndres vales lo mismo para un roto que para un descosido, o sease que vales mucho.
ResponderEliminarBien contado lo bien pasado. Eres bueno Andrés.... Y lo sabes
ResponderEliminarY si no lo sabes te lo digo yo.
Bien contado lo bien pasado. Eres bueno Andrés.... Y lo sabes
ResponderEliminarY si no lo sabes te lo digo yo.
Buen resumen, como siempre, de las vivencias del grupo. ¡Eres bueno, macho, muy bueno!
ResponderEliminarMuchas gracias, es un placer
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