lunes, 4 de junio de 2018

Crónica de la reunión de los vicarianos cordobeses

PEROL EN NUESTRA SEDE DE LA SOCIEDAD DE PLATEROS
Córdoba, 31 de Mayo de 2018

Con alegría, despedimos este mes de Mayo. Mes de recuerdos, entrañables recuerdos y fiestas cordobesas.

Con enorme entusiasmo, también, nos reunimos, unos cuantos, en la Sede, para celebrar uno más de nuestros queridos encuentros. Esta vez el reclamo estaba bien diseñado: “toca perol de arroz con carne”.

A la hora prevista, se presenta nuestro querido cocinero, Paco Nieto con su perol a cuestas, ayudado muy gentilmente por el servicial Manolo Sepúlveda. A Manolo Vida y a un servidor de ustedes, nos dejaron con la miel en los labios. Es decir, nos dieron un regate: esperábamos a un taxi, que se detendría en el parking de la Cruz del Rastro y luego, cual incógnito que sale de los jugados para no ser visto, realizaron su llegada en coche camuflado -léase de Manolo Sepúlveda- y claro está, “si te vi, no me acuerdo” El caso es que el perol había llegado sano y salvo, que era de lo que se trataba.

Esta vez no hubo imposición de “gorrilla”. Los presentes estábamos ya muy vistos y no era cuestión de repetir.

Claro está, rápidamente comenzamos con la algarabía y el desenfreno “voceril” ¡Y qué desenfreno! Manolo Vida, por mucho que trató de explicar a sus señorías aquello de… escuchar a uno y los demás callan… quedó en saco roto. Fieles a nuestros principios: hablábamos todos y escuchaba uno. ¡Así es, como debe ser! No tenemos arreglo.

Bueno, el caso es que la conversación y los acuerdos se iban tomando. Incluidas las autocríticas. Como también debe ser.

Y por lo tanto, previa consulta con el interesado y vista su propuesta, acordamos que el encuentro, de otoño, se realizará en el muy honorable pueblo de Hinojosa del Duque; a lo que muy gentilmente se ha ofrecido nuestro querido compañero Ramón. Será el día 20 de octubre de 2018. Ya se hablará más detenidamente de ello, pero se dice para ir reservando el día, a ser posible.

He de resaltar que, al rato de estar dando cuenta de nuestras viandas, se presentó José María, la persona que actualmente se encarga de custodiar Santa María de los Ángeles. Echamos un buen rato con el y se mostró muy contento con el grupo.

Brindamos, por supuesto, por todos los enfermos del grupo, a los que dimos nuestros mejores deseos de salud. De los ausentes, realmente, ni nos acordamos… que hubieran venido.

Y llegó el momento crucial de la reunión. No sólo porque ya estábamos todos, sino porque el arroz estaba listo para ser servido. ¡Menudo arroz con carne nos preparó Paco Nieto! Dicho y hecho. Se sirvió muy ceremoniosamente, como, también, debe ser. Estaba riquísimo, de lo que hicimos gala, dando nuestras felicitaciones al cocinero. ¡Hasta repetimos! Satisfecho quedó el cocinero, al ver que, a su perol, se le había dado buena cuenta. Con lo que ofrecimos a las personas que nos había estado sirviendo, no quedó gota alguna. Se le devolvió el perol totalmente limpio. ¡Que más puede pedir un cocinero!

Así, terminamos nuestra entrañable reunión, con el deseo de vernos pronto.

Mientras tanto… que nos vaya a todos lo mejor posible.

Andrés Osado Gracia

6 comentarios:

  1. Sr. Osado, Plumilla mayor del grupo Vicariano, me encanta tu crónica como se dice en el argot futbolístico: Cortita y al pie. Eres todo un crack de las letras, borra lo de plumilla y pon "PLUMA MAYOR DEL GRUPO VICARIANO, sin doble sentido. Un abrazo.

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  2. Muchas gracias Andrés por hacernos partícipes de esa reunión, a medida que pasa el tiempo ya no sabemos, gracias a tus escritos, si estuvimos o no en esas reuniónes los que vivimos en la diáspora. Un abrazo.

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  3. Si algo fue cojonudo, fue el arroz que nos metimos entre pecho y espalda. Pero para lo que no sirvió el excelente arroz, fue para aplacar "al pueblo" en su gran algarabía. En honor a la verdad, sólo lo aplacó, lo que duró el arroz; luego le dio más fuerza y brío.
    Tal vez, se debería organizar una reunión donde no hubiera diáspora. Será cuestión de "darle vueltas al coco" y ponerse manos a la obra.
    Esa vez la crónica sí que sería más extensa.
    ¡Pues nada, a pensa!.

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  4. Tres hurras: por el cronista, por el cocinero y por todos los comensales. Abrazos para todos

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  5. Tal vez se pudiera llevar mejor la reunión, sin duda es lo razonable...
    Pero si el pueblo se expresa incontenidamente es porque sobra emoción y alegría del corazón.
    Que sigáis disfrutando de vuestros animados encuentros y del arte culinario de Paco Nieto, que es otro artista en alza.
    A Andrés, mi fraternal consideración por mantener el pabellón escribano en alto.
    Abrazos a todos.
    Pedro

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