martes, 9 de abril de 2019

XXVI Encuentro en Conil de la Frontera 2019

En Conil, aguas mil






Crónica de José Mª Rivera Cívico "El Fili"

Hubo una sola cosa en Conil que nuestros abnegados anfitriones, Rafael Raya y Helena (me gusta ponerla con H, como la de Troya), no pudieron remediar: la climatología. Todo lo demás, del diez, como se dice en Córdoba.

Y es mi deseo iniciar la crónica por ellos, por los anfitriones. No recuerdo una convocatoria nuestra de las grandes con tantas dificultades y contratiempos como ésta. Nacida en Priego en un día también lluvioso de abril del año pasado, no fue bendecida por todos, alegando unos lejanía, otros distancia, otros, en fin, que ya veremos... En nuestro imaginario colectivo quedará este encuentro como el más pasado por agua, empatado, quizás, con aquel lejano ya en los salones parroquiales de Pedro Soldado, en Córdoba. Y como el más rácano. Y no podemos achacar la escasa concurrencia al tiempo, puesto que mucho antes de conocerse las predicciones solamente se habían apuntado quince criaturas. Ciertamente, produce un poco de sonrojo el comprobar que había más gente para el perol de Plateros de hace una semana que para la reunión de hermanos melojos en Conil. Y esta circunstancia se nos antoja a todos muy dura y penosa para quienes con tanto esmero, dedicación y cariño se esfuerzan con toda la logística y los preparativos. Muchas gracias a Rafael, Helena, Antonio Luna, Manolo Sepúlveda, Andrés Osado, don Francisco... Y pese a ello, dentro de las limitaciones del clima, todo salió perfecto. Y con una parte muy positiva: al ser tan pocos pudimos conversar todos con todos y con todas en un ambiente muy apetecible y muy parecido al de antaño.

Bien, y una vez desahogada esta regañina suave y constructiva, viene la penitencia para aquellos que este año han sido renuentes: dos padresnuestros, y una semana sin follar, que sumada a otra que es que no tocaba, son quince días de alivio para las señoras. Y no queda otra que rendirse al buen hacer y la cordialidad de Rafael, y a la simpatía explosiva de Helena. Me perdonaréis hoy mi empalago por ambos dos, pero es que creo que toda alabanza hacia ellos es poca. Muchos besos para ellos.

Conil nos recibió con viento y aguacero, con mar rizado, con ambiente hostil. Para más irritación hubo de suspenderse la visita a Bolonia por mor del agua, aunque alguno que no se enteró de la noticia se presentó solito, por su cuenta, ¡con dos cojones!, y completó la visita -de gorra- con un grupito de guiris, de esos que no le temen al clima ni a ná. ¿Quién sería el temerario ignorante? Premio para quien lo acierte. Una pista: es del 63, tiene barba canosa, una risotada estentórea y nunca pierde las ganas de comer.

Algunos ya estaban allí desde la noche anterior para recibir los primeros las asperezas de un levante frío y desagradable, eso sí, en un hotel de cierto postín de los de a cien euros la noche. Otros llegamos la misma mañana del sábado, más modestos, nuestra pensión fue solo de veintisiete euros. De toda la vida de Dios, siempre ha habido ricos y pobres. 

Del hotelito hasta el salón de eventos, la Ciri de nuestro Google Maps nos perdió por las huertas y vegas de los alrededores, lo que agradecimos un montón como paseo turístico bajo el inclemente aguacero.

Todo se da por bien empleado cuando ya nos encontramos todos en el salón restaurante. Pese a lo variado y rico de los entremeses -¡uhmmm, las tortillitas de camarones!...- nadie perdió luego los apetitos para engullir el buen solomillo o la jugosa Urta a la roteña. Ya lo pronosticó nuestro querido "Bronco" en el primero de los brindis: "Que siempre nos sigamos viendo con tan buenos ojos y que nunca perdamos las ganas de comer". Desde luego, él cumple con ambos preceptos, no hay más que ver qué bien anda de la vista... Y del buche. ¡Qué tío más grasioso, coño! Como su paisano Miguel, otro que tal baila, que, enterado del excesivo precio del hotel de los cien euros, le preguntó entre risas que para qué tanto dinero solo pa dormir y echar un casquete. A lo que responde el otro: "Uno... o ninguno, que será lo más probable". A la mañana siguiente, nos enteramos que fue ninguno, lo mismo que yo, cero pelotero; pero es que mi mujer -tienen las puñeteras respuestas para todo- dice que no se siente motivada en una habitación tan modesta de veintipocos euros. En fin...

A los postres, nunca nos cansaremos de insistir en la bonhomía de nuestro amigo Casimiro Gómez quien, ausente por necesidad, nos envió sus regalos para cada uno de los presentes: ya sabéis, cuadros con un estilo propio, cada vez más conseguido. Mil abrazos y muchas gracias para él. Por mayoría absoluta ganó el seminario de Hornachuelos como sede para la próxima reunión de primavera. Se debería intentar una fecha muy próxima a la Semana Santa, a fin de evitar doble desplazamiento a los madrileños y a los de Levante. En cuanto al formato culinario, también se votó a favor de un catering local que nos abastezca el condumio y nos desocupe de todo lo referente a comida, asientos, mesas y basura. Bien saben Dios y todos los presentes los heroicos esfuerzos que realizamos Jesús Cantarero y un servidor para intentar volver al pasado alimentario, esto es, que cada unidad familiar aporte lo suyo para luego compartirlo todo. Ni siquiera subiéndome a una escalera como estrado improvisado conseguí nada. Más pueden dos tetas que dos carretas, dice el sabio refrán.

Y el Levante que no cesa, nene. Algunos valientes se fueron a pasear a la playa. Otros nos echamos la siesta para amortizar mejor los veintisiete euros de la habitación. Y luego, a la anochecida, nos juntamos casi todos, de nuevo, para tapear relajados y la mar de a gusto en los bares del centro. Siendo los mismos en número, la mesa de la mujeres, sin embargo, facturó casi el doble de la de los hombres. Ea. ¡Como ellas no pagan...¡ ¡Las doce de la noche, y yo levantado!!! ¡Cuándo se vio cosa igual? Con frío y viento nos recogimos por fin en la ilusoria esperanza de algo calentito que llevarse uno a la boca, y luego, ya puestos, como caído de su propio peso, acertar con la pluma en el tintero. Pero, ya sabéis, para mi señora el ámbito no resultaba lo suficientemente motivador. ¡Hay que joerse! Nosotros, que nos motivamos con unas bragas rotas colgadas en un tendedero...

¡Sed felices, coño!




Crónica de Andrés Osado Gracia         



Escalonadamente, fuimos llegando a Conil de la Frontera. Unos (yo no me voy a poner a decir, unas y unos) lo hicimos el viernes y otros, los más cercanos, el mismo sábado. 

A todos nos acuciaba el deseo de estar juntos. 

El recibimiento que nos ofrecieron Helena y Rafa estuvo repleto de alegría, emoción y agradecimiento. Habían puesto en el, todo su empeño. No sería justo e incluso mentiría, si no hiciera mención de que, en el fondo, se les notó una leve pena, por la poca asistencia. Pena superada inmediatamente, ante la afluencia de los amigos. 

Quienes llegamos el viernes, comenzamos a disfrutar de la presencia de unos y otros. El señor de la Fargo (Miguel), llegó algo más tarde. Hubo de superar alguna rotonda que otra. Ya sabéis, eso de darle vueltas a las rotondas “le pone a Miguel”. Eso si, el siempre llega… De perderse, sólo se perdió una pequeña tertulia que mantuvimos algunos de los allí ya presentes. 

Por la mañana unos churritos, el paseo de rigor y rápidamente para el restaurante. La entrada fue triunfal. No sonaron trompetas ni timbales, sino un atronador aguacero, como signo de grandeza de las personas que allí se estaban reuniendo. Alguien se libró, pues anduvo entretenido en alguna rotonda que otra. ¿No es verdad, querido Fili? 

Abrazos y más abrazos para, rápidamente, dar cuenta de los excelentes caldos y aperitivos que nos fueron ofreciendo. 

Todo funcionó a las mil maravillas. El restaurante, el servicio y la comida, rayó la perfección. Nuestro reconocimiento al esfuerzo realizado por Helena y Rafa, se hizo patente con un clamoroso aplauso. 

Como a nuestro Fili, eso del púlpito de Priego de Córdoba, parece que le gustó, se sirvió de unas escaleras, que servían de acceso para la planta superior y allí fue a exponer, con sabias palabras, sus cuitas. ¡La verdad es que al “joio” se le da bien eso de hablar, aparte de otras cosas! Consiguió que se tomaran algunos acuerdos, de los que, nuestro diligente Manolo Sepúlveda, pondrá en conocimiento de todos. 

Magnifico día, no teniendo en cuenta el tiempo tan desapacible, el disfrutado en ese Encuentro de Conil de la Frontera. Algunos pudimos seguir disfrutando de tertulia, en diferentes sitios, más o menos resguardados de la gélida tarde que nos fue cubriendo. 

Vuelvo a reiterar nuestro agradecimiento a Helena y Rafa. Cumplieron con creces, las expectativas que habíamos puesto en ese Encuentro. 

Gracias a los reporteros Paco Sánchez y Pacomo, que nos han inundado de fotos de tal acontecimiento 

Será hasta el próximo.


Crónica de Antonio Estepa Romero

XXVI Encuentro en Conil de la Frontera
6 de abril de 2019

Ayer, día 30, estuve hablando un rato con Rafael Raya. Entre otras cosas me comentó que echaba de menos mi crónica del encuentro en Conil. Le prometí que la haría, y aquí estoy trabajando en la festividad del Día del Trabajo.

El pasado día 5 de abril llovía bastante en Montalbán. El paraguas sólo me tapaba un tercio de espalda. -¿Por qué harán las sombrillas tan chicas…? Llegué al coche medio empapado.

El día anterior quedé con Sánchez en un punto de encuentro: Restaurante Venta El Empalme, entre La Carlota y Écija. Como siempre, llegué el primero pero no tuve que esperar mucho. Enseguida ví a Pérez Molina con su mujer Toñi y a Mari con el frondoso Paco, como le llamáis. Segundo desayuno y p´alante.

A medida que nos acercábamos a Sevilla la lluvia iba cediendo terreno a los claros. Almorzamos en un restaurante de carretera, cerca ya de Conil. Llegamos sin problemas al hotel. Después de deshacer el equipaje de mano nos lanzamos a la conquista de este precioso y pintoresco pueblo. Calles tortuosas y pulcras, no vi ni una pintada en sus fachadas, que te invitaban a descubrirlas. 

Tuvimos un primer encuentro con algunos compañeros en la Cervecería Horno Nazaret, para ir haciendo boca. La excitación emocional iba creciendo a medida que pasaban las horas.

Y llegó el momento. Destino: Restaurante La Primera Piedra. En una rotonda perdí a Pérez Molina y tuve que poner el navegador para poder llegar. ¡No llovía ná…! ¡Fijaos si llovía que el agua me impedía ver el rótulo del restaurante!

Tardamos poco en saludarnos todos. Los anfitriones, Rafael Raya y Helena, se encontraban repartiendo cariño y amistad a manos llenas. Es verdad que estaban un poco desilusionados por la exigua asistencia, pero le echaron corazón y ganas para que todo saliera bien. ¡Y vaya si lo consiguieron!

El ambiente fue extraordinario. Tuvimos tiempo de hablar todos con todos, interesándonos por nuestra salud, sobre todo la sexual. ¡Ahí hubo quorum! No voy a desvelar las coincidencias porque la conversación de hombres, entre hombres se queda.

En los postres hubo regalos: un “detalle” de Helena para las chicas y las pinturas de nuestro querido compañero Casimiro Gómez. Muchas gracias a los dos. Seguidamente el Fili subió al “púlpito” para abordar el próximo encuentro. Después de votar a mano alzada se aprobó Los Ángeles. 

La noche la dedicamos a tapear. Los camareros se frotaban las manos cuando nos veían llegar. “Los niños con los niños, las niñas con las niñas…” Llegó el momento de tocar retirada. Yo me frotaba las manos al pensar en la noche loca que me esperaba. ¡En ese pedazo de cama que me esperaba podría pasar de todo! ¡Nada, mucho hotel, pero nada de nada! Esperaré a que la líbido me visite algún día. ¡La madre que la parió…!

La mañana del domingo la dedicamos a recorrer los jardines del hotel. Mientras Sánchez, Mari, Rafa y Toñi desayunaban, Andrea y yo disfrutábamos de un apacible paseo entre crisantemos, acebos, jazmines, durillos, heléboros o lavandas. ¡Lo nuestro, ya lo sabéis, es más…espiritual, más etéreo!

Antes de terminar quiero agradecer a Rafael y a Helena todo el esfuerzo y preocupación que han tenido para que todos nos lo pasáramos bien. ¡Lo habéis conseguido, chicos! Muchas gracias por todo.

Soy consciente de que se me ha quedado cosas en el tintero, pero no importa. El Fili y el Osado completaron, en su día, la narración de este maravilloso encuentro.

Paz y bien.

Antonio Estepa Romero
Móstoles, 1 de mayo de 2019

Para ver las fotos del encuentro pulsa sobre la imagen

16 comentarios:

  1. A pesar de no haber podido asistir, me atrevo a hacer una valoración: es necesario tener valentía para la organización (Helena y Rafael), arrojo para todos los que asistieron y por supuesto la elegancia mostrada por los redactores para mostrarnos sobretodo a los que no estuvimos, cómo se desarrolló el encuentro. Muchas geacias, "Fili" y Andrés.

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  2. Como siempre LOS RELATORES fieles a los sentimientos y acontecimientos acaecidos.
    Gracias a todos los que pudisteis venir.
    Gracias al abrazo que nos dimos aquel con el estaba yo un pelin
    mosca y resuelto el entuerto.
    Gracias a Antonio Luna por su dedicación año tras año. Gracias a todos.
    Gracias amigo Fili. Gracias querido Andrés

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  3. Gracias por vuestras acertadas crónicas Sres. Osado y Fili. Y para Elena y Rafa, mi mayor reconocimiento por la labor abnegada a pesar de tenerlo todo en contra.

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  4. Gracias a los dos Osado y Fili, Fili y Osado, que tanto monta, por vuestras crónicas que se complementan perfectamente, con ellas hemos estado, bien que vicariamente, con vosotros. Seguiremos esperando nuevos eventos. Un abrazo para ambos.

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  5. Mirando la foto de Fili, en sus escaleras, no me queda más remedio que exclamar: ¡Qué gran dominico se perdió la iglesia! Da gusto ir en tándem con el.
    Es un honor poder relatar, algunos (otros muchos se me olvidan, para no faltar, incluso con la libreta en la mano) de los buenos momentos pasados. Menos mal que Fili, a la limón, lo ha solventado.
    Por ejemplo la lotería que regaló nuestro querido Manolo Casimiro.
    Ojalá sigamos por muchos años, relatando acontecimientos y vosotros que los sigáis leyendo con tanta magnanimidad.
    Una jartá de besitos para todos.

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  6. Amigos José María y Andrés, mis felicitaciones por esta estupenda crónica al alimón. Muchas gracias también por hacernos participes, desde la distancia, con tanto lujo de detalles y con el excelente reportaje fotográfico.
    Deseo que el enorme esfuerzo y dedicación de Rafael y Elena, se haya visto compensado con el disfrute de los buenos momentos vividos.
    Un abrazo fuerte para ambos.

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  7. La verdad, yo me lo paso tan requetebién en estos encuentros que en cuanto llego a casa me pongo a escribir como un poseso antes de que se me olviden los detalles. Pero veréis que no acostumbro a relatar una crónica en el sentido cronológico de cómo ocurrieron los hechos, sino más bien un poco a salto de mata, incidiendo mucho en aspectos de interés personal, y que si pueden ser picantes mucho mejor.
    Bueno, me dejo de rollos patateros. Muchos abrazos para todos. Y uno especial para mi colega de pluma Andrés Osado.
    El Fili.

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  8. ¡VAYA PEDAZO DE GALERIA DE FOTOS BIEN HECHA¡
    Mis felicitaciones a los fotógrafos y al compositor.
    Muchas gracias

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  9. Magnífico relato por duplicado de los amigos Andrés y José María, y un excelente reportaje gráfico que no olvida a los compañeros que ya nos dejaron, ellos también se alegrarían de participar en los encuentros. Gracias a vuestro esfuerzo, los que estamos lejos nos sentimos integrados en el grupo. Como si todos juntos siguiéramos caminando hacia el llano del pozo a jugar un partido, pero en el presente. Mis felicitaciones a todos y a todas las asistentes.
    Un abrazo.
    Juan Martín

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  10. Es un placer leer los animados y sencillos comentarios de dos cronistas de vocación, ampliamente reconocidos.
    De José María (aunque habitualmente le mencione como el Fili) voy a destacar que el muy jodío tiene gracia presentando los hechos acaecidos y los no acaecidos.
    De Andrés destacaré su maestría en exponerlo todo con cariño y detalle, amén de la excelente redacción, que incluye el comentario magistral del comienzo para no recurrir constantemente al unos y otras, o al unas y otros.
    Mis felicitaciones a ambos maestros relatores y a los excelentes fotógrafos que nos trasladan el evento vivido con todos sus participantes, Paco Sánchez y Pacomo.
    Jartá de saludos para todos. (Perdona Andrés que te copie).

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  11. Me alegra, sobremanera, el comprobar que en algo he contribuido a que algunos paséis un rato agradable de lectura.
    Sería ya el sumo, si alguien más, aunque sea en este apartado de comentarios, pusiera su impresión sobre este encuentro o cualquier otro que se suceda. ¿Os imagináis cuánta riqueza se conseguiría! Animo, todos sabemos entrecoser palabras.

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  12. GRACIAS ANTONIO ESTEPA, por tu crónica.

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  13. Amigo Antonio era evidente que faltaba "la tercera pluma" para completar este trío de ASES que formáis como cronistas y que tenemos la suerte y el privilegio de disfrutar.
    Mis felicitaciones por acudir a la cita.
    Ah! no te preocupes por la libido, al igual que el tiempo en esta primavera, viene con retraso. Seguro que con los primeros días de sol se pondrá "cabezón" y te hará cumplir como un señor.
    Recibe un fuerte abrazo.

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  14. Gracias, Manolo, por tus palabras de aliento. Lo mismo «la cabezona» se pone colorá como la capa de un romano y podemos dar la vuelta al ruedo!!!

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  15. Gracias Antonio Estepa por otra gran crónica.
    No he podido leerla antes por problemas de cobertura en Trassierra.
    Lo de los casquetes...., unos por una cosa y otros por otra, como que nos tuvímos qie conformar con un buen desayuno de jeringos a la mañana siguiente😂😂🙈😭

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