sábado, 25 de abril de 2020

Relato de Juan Martín Santiago

Regreso al futuro

Ante aquel hombre arrodillado con los ojos como platos, pude notar claramente el enfado de quien nos observaba, destilando un oscuro olor a soldadura eléctrica 

En este año 2020 confinados por la presión del coronavirus, el encierro a la fuerza nos obliga a mitigar las horas escarbando en los recuerdos, buscando alrededor de lo que somos y deduciendo a partir de lo que fuimos, o pudimos ser. En un vano intento de encontrar explicación a este castigo planetario. 

Sobre la mesa virtual, aparecen una tras otra cada secuencia de nuestra vida separando las emociones, al revisar despacio cada acierto y cada error hasta donde nos alcanza la memoria. Fue entonces cuando apareció la imagen de aquella salida de juventud en un utilitario, que nos llevó hasta las inmediaciones de Sevilla, en donde fuimos expuestos en grupo ante alguien, que desde arriba miraba nuestros pensamientos. 

Empezando por el principio, he de recordar la infancia que pasó muy rápida, quedaron prendidos en la memoria el olor del alpechín en el pueblo en invierno, la escuela de las monjas, la casa de mis abuelos junto al taller mecánico, el ruido seco de los aperos de labranza mientras los mulos tiraban del arado entre los olivos, y la escarcha humeante sobre la yerba. Recuerdo las mujeres y los hombres en la lumbre, pinchando el pan y el tocino sobre las brasas, y comiendo migas con leche antes del duro trabajo. 

En la juventud, tiene un lugar preferente el recuerdo de la etapa de estudiante en el Seminario Menor de los Ángeles y en S. Pelagio. Junto a las asignaturas, de la mano de los superiores aparecieron los conceptos más importantes de la Oración, la Compasión y el Respeto al Creador, que luego se quedaron para siempre como unos referentes de vida troquelados en la conciencia, a los que recurriría a menudo como se hace con los apuntes de clase antes de hacer un examen. 

Los seres Humanos llegamos como una parte culminante de la vida, hechos de la misma pasta que el resto de criaturas. La voluntad y la conciencia eran como las herramientas, que ayudan en el camino de la maduración a lo largo de los años. Luego en el momento de descansar en la presencia de Dios Padre, a todos se nos premia según los logros y las obras realizadas: Eso era lo que nos decían en aquellas enseñanzas. 

El año 1974, estando viviendo en Barcelona aproveché unos días de vacaciones y decidí ir a visitar la familia en Córdoba, tenía la nostalgia de la tierra. Allí me quedaban algunos amigos y amigas con los que me escribía, y a los que pasé a visitar sin falta. Recuerdo que tomando unas tapas en un bar de la judería, alguien dijo que podíamos ir a un pueblo de Sevilla, en donde pasaban unas cosas muy extrañas y curiosas, animándome a no dejar pasar la oportunidad de poder unirme a ellos en aquella aventura. 

Un joven del grupo tenía disponible el coche de su padre, y yo les podía llevar por tener carnet de conducir, así que los cuatro dos chicas y dos chicos, nos metimos en el 850 y salimos por la N-IV en dirección a Sevilla a media tarde. 

Al llegar al pueblo indicado, aparcamos el coche en un barbecho a las afueras, allí se había levantado un sencillo altar junto a una cruz de grandes dimensiones, y en un lado contiguo destacaba una imagen de la Virgen María. Hacia allí nos fuimos caminando sin dejar de observar el entorno, que era en realidad un puro rastrojo de trigo. 

En el suelo junto al altar medio acurrucados en unas mantas, se podían ver una serie de personas que en silencio parecían esperar algo. Nosotros por no estorbar nos fuimos hacia un lado, y desde allí observábamos aquel conjunto de hombres y mujeres, que en voz baja hablaban sin poder oír lo que decían. 

No llevábamos mucho rato mirando cuando una mujer dijo en voz alta y clara: Por allí vienen. 

Mirando hacia Sevilla pudimos ver a media altura en el cielo oscuro una luz que a intervalos se hacía pequeña o grande, que venía lentamente hacia donde estábamos. 

Luego un avión normal de pasajeros apareció en el cielo y la luz menguó hasta no verse. 

Después volvió a salir aquella luz, y otra vez aumentó de tamaño, luego bajó de intensidad y desapareció. 

A continuación empezamos a notar en la explanada un viento no muy fuerte, nadie dijo nada, pero en la tarde calmada aquella brisa parecía chocante. 

Aquel hecho ya por sí solo, era una cosa de lo más curiosa, pero a continuación pasó algo que nos dejó totalmente sorprendidos: Un señor de los que había allí sentado entre los presentes, empezó a caminar de rodillas de forma rápida hacia el altar hasta quedar parado. A su alrededor nos fuimos congregando todos los presentes y pudimos oír que hablaba con alguien en lo alto, invisible para los demás y esbozando una media sonrisa, pero por mucho que mirábamos encima nuestro, allí no se veía a nadie ni a nada. 

El vidente que así lo llamaron, estiró un brazo hacia una mujer y empezó a decir cosas que la hicieron llorar. Después siguió haciendo la misma operación con el resto de personas del corro, hablaba y contestaba a preguntas o pensamientos de los presentes. 

Aquello me pareció algo inaudito, por mis creencias yo no podía aceptar que el vidente estuviera en contacto directo con Dios, los Ángeles, Jesucristo o la Virgen María. 

En mi cabeza noté un rechazo total hacia todo lo que allí pasaba, fue entonces cuando la mano apuntó hacia mí y la tomé como hicieron los demás, yo no me arrodillé ni articulé palabra alguna, el vidente hablaba por su cuenta y mi cabeza seguía bloqueada. Sin abrir la boca yo me pregunté para mis adentros: ¿Si allí había alguien, quiénes eran, y qué querían aquellas supuestas criaturas celestiales? 

Noté de inmediato en el entorno como un fuerte enojo o sorpresa, de quienes fuera que estuvieran suspendidos en el aire: Mi cabeza seguía bloqueada, entonces intuí una duda o consulta entre...¿dos criaturas de diferente rango?.. La oleada del enfado la noté con toda claridad, con brusquedad inesperada una orden mental me mandó arrodillarme. 

Entonces si que me asusté un poco, junto a la orden imperativa noté el olor a soldadura eléctrica o de carbón de fragua que también conocía de mi época de aprendiz de herrero, me llegó nítidamente a la cara como si fuera el aliento de un dragón. 

Todo el mundo estaba expectante y en silencio, la mano del vidente seguía cogida con la mía y en mi mente seguía la pregunta:... ¿Quiénes sois? 

En ese momento me arrodillé junto al vidente, demostrando con ello humildad y respeto ante mi ignorancia de no saber con quiénes estábamos hablando. El vidente seguía hablando y me dijo que yo era un descreído, que no aceptaba lo que allí pasaba. Siguió con la mano buscando a los demás, y la volvió hacia mí por tres veces con el mismo resultado. 

Luego el vidente pidió bendecir lo que quisiéramos ofrecerle, algunas medallas, cruces y escapularios que elevó hacia arriba. Pasado ese momento dijo que cantáramos alguna canción: Entonces todos los presentes en coro, como se hace en las procesiones de los pueblos, improvisamos una canción mariana: "Con flores a María". 

Luego se puso a comentar con quienes tenía a su lado algunas impresiones, y la gente poco a poco empezó a irse, dejando libre aquel sitio y marchando para sus casas. 

Igual hicimos nosotros que nos fuimos hacia el coche, y al pasar junto a la imagen de la Virgen de una forma espontánea, nos arrodillamos y cada cual en silencio rezó alguna oración. Fue al subir al coche cuando me noté algo confuso o mareado, entonces decidí andar un poco por aquel rastrojo segado para despejar la cabeza. 

De regreso cada cuál se centró en sus pensamientos, hicimos el camino hablando solo lo justo, aquella escena nos había impactado, ya no había el mismo clima de alegría y desenfado que se respiraba entre nosotros al iniciar el viaje. 

El trabajo en Barcelona me absorbía por completo, y aquella salida en Córdoba se fue quedando en el olvido. No obstante a lo largo de los años, algunas situaciones en las que me vi involucrado me hicieron pensar, si por alguna razón quienes asistimos a la reunión con el vidente, quedamos protegidos contra daños que de otra manera hubieran sido serios accidentes: Intuiciones, ayudas inesperadas, caminar por un sitio y parar unos segundos antes de que se desplome un bloque de piedra de un alero, o cambios repentinos en la profesión que ahorraron descalabros insospechados. Coincidencias que comentaban las personas que las veían, como unos simples golpes de suerte. 

En mi interior no obstante hice cábalas, y recordé, que el primer cambio importante que se dio en mi vida empezó mucho antes, cuando inicié en el Seminario de los Ángeles el primer curso de bachillerato por el año1966. 

Allí empecé a relacionar la oración con el compromiso personal basado en el respeto hacia la Divinidad, pareciendo que a partir de esa forma de entendimiento o diálogo, se deducía la evidencia de que alguien nos observaba ya desde el nacimiento y actuaba individualmente con cada criatura desde la altura Celestial. Siempre desde esa distancia entre la condición humana y la Divina, con una actitud seria de prudencia, y avanzando hacia la mayor madurez personal y global a lo largo de generaciones. 

En esta pandemia del coronavirus no obstante, pienso que el momento nos obliga a reflexionar muy en serio sobre el tipo de camino que tomará la Humanidad, ante la evidencia real de todo el daño que sufre el Planeta, por la contaminación del aire, del agua, la tierra y los seres vivos. Más la ingente cantidad de productos no reciclables. 

25 de abril de 2020

20 comentarios:

  1. Juan Martín, éste que relatas es ese tipo de experiencias de juventud que, sin saber uno muy bien por qué, se convierte en una especie de hito con gran repercusión en tu vida posterior. Todos hemos tenido alguna de estas cosas, quizás no tan mística como la tuya, pero parecidas. Para mi entender, más que revelaciones divinas, se me antojan capacidades virtuales de nuestra mente que, en determinados momentos se hacen reales. No sé... Hoy todas estas experiencias nos parecen anacrónicas, pero en nuestro tiempos teníamos un espíritu mucho más inocente, virgen y esponjoso. Un abrazo.

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  2. Hoy mismo querido José María venimos del Valle Hebrón, la suegra se nos va, su vida se apaga lentamente. Se ve diferente el paisaje cuando se está allí dentro de la plaza, viendo pasar de cerca los estragos, algo que tú conoces de primera mano. Superados los profesionales, recurriendo a llevarse a casa a los enfermos porque hay que despejar. En diez días dos idas y venidas sin más solución que esperar el desenlace.
    Las caras de las familias y las prisas de todos ante el hecho real, nos deja sin palabras y sin poesía.
    Un abrazo amigo
    Juan Martín

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  3. Me hago cargo de la situación tan dramática para todos. Nos ha desbordado. Cualquier invierno normal los hospitales españoles exhiben sus carencias más vergonzosas. No te digo nada ahora. En fin... Que os sea breve la hora. Un abrazo.

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  4. Amigo Juan, creo que las dos verdades a las que nos enfrentamos son, la Vida y la Muerte. Tú has explicado maravillosamente un relato (para tí verídico) sucedido en una parte de tu vida. Ahora te enfrentas a la otra verdad, que es totalmente real, la muerte, Ahí no cabe interpretaciones, ni videncias.
    Sólo deseo lo que mejor convenga a tu suegra. Eso sí, nosotros a seguir con la otra realidad, viviendola a tope. Un abrazo.

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    1. Ese es también nuestro deseo amigo Andrés, muchas gracias por tus palabras, esperar el desenlace que por otra parte es solo un eslabón más de la cruda realidad, de nuestra existencia de hoy y siempre como seres Humanos.
      Estamos que ya es mucho, y desde esa posibilidad hemos de ayudar lo que se pueda.
      Un abrazo amigo Andrés

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  5. 6.522 Hay, ciertamente, lo inexpresable, lo que se muestra a si mismo; esto es lo místico.

    Ludwig Wittgenstein.

    Tractatus Logico-Philosophicus.

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  6. Es un placer recobrarte en este blog.
    Creo que lo que os ocurrió fue real. Algún seres, o seres, de 4ª dimensión, estableció o establecieron contacto con los allí presentes a través del médium.
    No me da buena espina que te obligaran a arrodillarte y que te reprocharan tu incredulidad.
    En la experiencia de más de dos años comunicándonos de modo continuado, semanalmente, con seres de la Hermandad de Luz, jamás nos han faltado al respeto y siempre nos han contestado amablemente, incluso amorosamente.
    En una de las meditaciones de Registros Akhásicos de hace como un año, me permití dudar y se lo expresé mentalmente a los maestros, guías y señores de los Registros.
    Inmediatamente escuché un ruido seco y potente. Imaginé, sin abrir los ojos, que alguien había descargado un golpe fuerte en la caja grande de cartón que teníamos allí al lado nuestro, la caja del gato.
    Acepté mi falta de fe y continué la meditación como si no hubiera pasado nada.
    Al terminar la sesión, unos 15 ó 20 minutos después, pregunté a mis dos compis si habían oído algo. Me dijeron que habían oído un golpe muy fuerte, pero que siguieron como yo la meditación sin saber qué lo había producido.
    Constatamos que el gato no babía sido, pues se hallaba en la terraza, y aceptamos que fue una respuesta paternal a mi incredulidad.
    En la última sesión de Registros de Mónica, hace una hora, nos avisan que no permitamos de ninguna manera la manipulación de nuestro ADN, algo que, por lo visto, farmacéuticas y gobiernos están dispuestos a realizar con las supuestas vacunas antivíricas.
    En el nº 236 de D Salud, el de este mes, un artículo, entre otros aconseja tratar a los virus y bacterias bien, pues de esa manera se asocian a nuestro organismo como biomas y en vez de atacar defienden. Los antibióticos, según reputados científicos, destruyen el equilibrio sodio/potasio entre el interior y exterior de las células y dañan el sistema inmunológico. El ascorbasto de potasio y el hierro regeneran el equilibrio y evitan la agresividad de microorganismos que consideramos patógenos.
    Mejor leedlo vosotros mismos y no os entreguéis como pichones a la farmacopea que nos preparan.
    Gracias, Juan Martín, por tu excelente relato. Un abrazo amigo en estos momentos tristes que vivís.

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    1. Gracias amigo Pedro, un abrazo.

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    2. Amigo Pedro, la rutina diaria de nuestra vida de jubilados ha cambiado en un suspiro, todas las prevenciones saltaron por los aires en cuanto hubo que ponerse delante, era alguien de los nuestros de las nuestras.
      Las mejores lecciones las dio sin cátedra, subiendo a sus hijos desde el trabajo diario.
      Ahora tampoco pedía nada: Iros no os quedéis conmigo marchad que tengo el bicho.
      Pero los hijos no pudieron dar un paso atrás, no en este momento: Era su madre, una mujer de carácter fuerte y recia salud castellana.
      No era el virus, por dos veces la miraron y dio negativo, era un ictus que se ha llevado su valor, y luego unos ataques epilépticos que la han ido desarmando a traición.
      Y aun resiste, ella si resiste, la sientan y come sola, pide agua y que la acuesten o la lleven al baño. Limpia las manos, y el bastón con gran insistencia, y se asea el pelo: Ella le teme al virus.
      Desde siempre ha resistido, y ahora ella resiste, pregunta por sus hijos y por los nietos, que a veces ya confunde con los bisnietos.
      Lo tiene todo hecho, ya ha ganado todas la batallas: No tiene el virus, pero está acabando con ella el confinamiento.
      Sus hijos están a su lado, y quizás era todo lo que necesitaba para recorrer este último tramo del camino.

      Agradecido por tus palabas de ánimo, te mando un abrazo amigo Pedro.
      Juan Martín

      de

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  7. Amigo Juan, en primer lugar te deseo muchos ánimos para que podáis afrontar los duros momentos por los que estáis pasando.
    Tu experiencia de 1.974 me resulta curiosa y seguramente en aquellos momentos os impactó a los amigos que acudisteis a aquel evento. Soy bastante incrédulo para este tipo de experiencias pero al mismo tiempo no me gusta indagar o exponerme al mundo paranormal o esotérico.
    Como en otras ocasiones te digo que lo que más me gusta de ti es tu gran FE y tener las cosas tan claras, en eso te envidio sanamente...Yo no tengo nada claro y me gusta creer en las cosas que se pueden demostrar o que la ciencia me ayuda a comprender.
    Desde aquí te envío un fuerte abrazo.

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  8. Manuel muchas gracias por tus palabras de ánimo, esta situación de la pandemia nos sacado de quicio a todo el mundo.
    En mi caso, he tenido la suerte de vivir la vida a ras de suelo, como la mayoría de nuestra generación. Siempre con el riesgo de perder lo poco que uno tiene. Luego vino el trabajo y la familia, que exigían aun más responsabilidad: Esa ha sido toda mi filosofía amigo Manuel, repasar las secuencias de la vida y tratar de sacar conclusiones de la rueda que gira sin parar. Como ves es bien poca cosa, suficiente para discernir que estamos de paso, sin más holgura que llegar un día y partir otro: Yo solo me pregunto ¿Por qué, para qué, con qué objeto?
    Como siempre encantado de leer tus opiniones, y agradecido por tus palabras de ánimo.
    Recibe un cordial abrazo amigo Manuel.
    Juan Martín

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  9. Estamos aquí porque decidimos libremente encarnarnos en este tiempo y en este maravilloso planeta.
    Vinimos para cumplir alguna misión o realizar algún tipo de aprendizaje, conveniente a nuestro Ser espiritual.
    El objetivo principal es ascender como almas a una realidad de mayor vibración, a una dimensión superior.
    En la escuela de acupuntura se nos decía que si volvíamos una y otra vez a la Tierra era porque no acabábamos de aprender las lecciones de la vida, que casi todos éramos simples repetidores.
    La primera lección es la del Amor incondicional a los demás, superando el EGO.
    La segunda es la del Conocimiento, a través del compromiso con la Verdad.
    La tercera es el desarrollo de la Voluntad a través de la responsabilidad, el autodominio y la sobriedad.
    Cuidar y aumentar nuestra vibración energética nos aumenta la percepción y esta nos permite comprender que tenemos tres dimensiones: la personal, la social (Humanidad) y la espiritual (la realidad de donde procedemos).
    Caer en emociones de vergüenza, miedo o temor, celos o envidia, daña nuestro cuerpo aurico por vibrar en frecuencias muy bajas, que nos conducen al sufrimiento y la enfermedad.
    El amor, la alegría y la fe o la confianza, elevan nuestra vibración energética, mejoran nuestra aura y nos otorgan el disfrute de la vida y la salud.
    ¡Que nuestros pensamientos sean siempre elevados!
    ¡Que nuestras emociones se centren en la Belleza y el Amor!
    ¡Que nuestra Fe no flaquee, pues no estamos solos en el Cosmos!
    ¡Animo, hermano!

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  10. Muchas gracias Pedro por tus palabras de ánimo, comparto contigo que la evolución del ser Humano es un ir escalando niveles, tanto personales como a nivel social.
    Cada cual lo vamos asimilando según nos lo permite la vida.
    Gracias por tus palabras de apoyo, amigo Pedro.
    Un abrazo
    Juan Martín

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  11. Muchachos, perdonadme pero yo me pierdo en vuestras alturas. Mi punto de vista es que estamos en el mundo por pura casualidad. Yo podría haber sido otro. Pero como soy yo, una vez aquí, debo buscar la manera de encontrarme bien conmigo mismo, hacer algo con mi vida que me satisfaga, y procurar no dañar a nadie a conciencia; incluso, ayudar a ese alguien a alcanzar su propio estado de bienestar. Y mirara y cuidar la casa que me ha sido concedida, nuestro mundo. Un abrazo.

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  12. Querido José María, todas las definiciones creo que hablan de la misma cosa, según el punto de vista.
    Cada persona podemos percibir la identidad como una parte o como el todo. Lo cierto es que nos planteamos estas cuestiones desde muy antiguo, y el resto de animales no lo hacen.
    La moral, la bondad, el respeto por los derechos son cuestiones que solo infringen las personas.
    Gracias por aportar tu parecer, siempre encantado de escucharte. Recibe un cordial abrazo.

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  13. Amigo Fili:
    Tu punto de vista es el del materialismo humanista.
    La casualidad es un concepto completamente absurdo para mi mentalidad.
    La Naturaleza no acoge leones, humanos, etc. al azar, sino que desarrolla ecosistemas de un modo ordenado y nada caótico, en primer lugar. Luego, aparecen los animales adecuados en los hábitats que pueden mantenerlos vivos.
    El ADN es un invento tan sofisticado que resulta impensable y ridículo creer que se ha formado por azar. Pensemos que cada criatura viviente tiene su propio ADN, operativo y específico.
    No es el azar, sino las energías terrestres y celestes las que producen el mundo que conocemos.
    Como con ello no se explica todo, debemos considerar la mano de arquitectos o creadores.
    Además, contamos con la consciencia (darnos cuenta de nuestra existencia y del mundo) y la conciencia (sistema que guía nuestra manera de obrar a nivel personal y social), elementos complejos que cuesta creer que forman parte de nosotros por casualidad.

    No pretendo aburrir. Mi creencia es que además del mundo material y el de la especie humana ("el guapo sapiens"), existe un orden espiritual que rige el Cosmos, a escala, en los diferentes niveles posibles: galaxias, sistemas solares, planetas, etc.
    En este Cosmos que vislumbramos, se desarrolla una descomunal lucha entre razas humanoides en las dimensiones 3ª y 4ª. De un lado están las razas conquistadoras, esclavistas, a quienes denominamos Hermanos de la Oscuridad, y las razas pacíficas y respetuosas con los seres de todo tipo a quienes denominamos Hermanos de Luz.
    La Tierra es un mundo en que dominan las fuerzas oscuras, pero en el que también hay seres de luz intentando la liberación y elevación de la Humanidad.
    Esa lucha, la del Bien y el Mal, existe en cada uno de nosotros, y es la base de las religiones.
    Todo tiene su causa o razón de ser y todo pensamiento, emoción o acción conllevan las correspondientes consecuencias.
    No comprendemos apenas la naturaleza de la Realidad porque nuestra percepción está condicionada para una supervivencia acomodaticia, que nos resulte poco traumática.
    Es fácil comprobar que cualquier especie animal está aún más condicionada que nosotros y se desenvuelve dentro de límites más específicos de supervivencia (valga la redundancia).
    Estas creencias mías, seguramente plagadas de error por ignorancia, en siglos pasados formaban parte de las doctrinas secretas.
    Hoy día están al alcance de cualquiera que desee acceder a ellas. "El que tenga ojos para ver, que vea..."
    Un abrazo, amigos.

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  14. Agradezco las aportaciones de todos los compañeros, incluidos los que solo nos leen, buscando en el blog un espacio común de escape.
    Os escucho con atención, y me reconozco como un lego en el tema filosófico, y no digamos el místico. Mi filosofía es de pueblo, tan corta como los pocos años que llevo caminando: He leído que la Tierra se formó hace 4.500 m/a, año arriba año abajo. Que de las algas se formaron en el mar de las bacterias y los virus, y que de ellas nació la vegetación. Por la misma regla de tres, de aquella primera salsa marina aparecen las primeras células pluricelulares en el Precámbrico (540 m/a) más o menos. Siendo los pequeños trilobites, los peces y batracios el primer eslabón terrestre.
    Así hasta final del Cretácico (60 m/a), donde se mueren los dinosaurios y llegan los mamíferos. En el Cuaternario (5 m/a) aparecen los homínidos que tras un largo recorrido: Hace 80.000 años aparece el Sahara por razones que no vienen al caso, eso parece que favorece el desarrollo del cerebro, luego llegan Neandertales y Sapiens. El resto ya lo conocéis de sobra por los libros que hicieron estudiar: Mesopotamia, Fenicios, Griegos, Cartagineses, Romanos, Las tribus bárbaras en Europa. El Cristianismo, el Islam, el derrumbe de los Visigodos y la llegada de Bereberes y Almohades.
    Aparece en la Península La marca Hispánica (año 795) del imperio Carolingio, luego andando el tiempo llega el 600, el destape y el turismo. Sube el precio del petróleo y aparece el efecto invernadero, la contaminación y el coronavirus: Y todo el mundo en casa.
    En resumidas cuentas, que desde el átomo del Big Bang hace 13.800 m/a, a esta parte ha llovido un montón, y nadie sabe cómo ha sido.
    Amigos todos, los que colaboráis con vuestra opinión y quienes solo nos leen, gracias por compartir este rato de descarga en el blog del Seminario.





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  15. ¡Vaya si estamos aprendiendo cosas! Yo lo reconozco: me declaro materialista humanitario como muy bien me ha definido el amigo Pedro. La vida me ha enseñado que lo importante es sentirse bien con uno mismo, respetar y ayudar a los demás e intentar alcanzar la felicidad cada cual en su concepto de la misma. La verdad, a estas alturas de nuestra existencia, la cosmogonia me interesa bastante menos. Un abarzo.

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  16. Es innegable amigo José María, que estamos en una etapa crucial de la Historia del Mundo.
    Antes fueron los conflictos entre los grandes imperios del pasado: Carlo Magno, Darío, Julio César. Luego las guerras mundiales modernas, y ahora es el coronavirus, a medida que ganamos en cultura el ser Humano se vuelve más frágil e insulso. Queremos avanzar a toda velocidad, y seguir montados en un carro de bueyes quemando combustibles fósiles y contaminando el Planeta en todos los ecosistemas.
    Está claro que el ser Humano necesita una puesta al día urgente, y pasar de vivir sometidos por las exigencias de un mercadillo, a vivir en familia en un Planeta, gestionando la economía mundial para poder vivir en la Tierra.
    Un abrazo amigo José María.
    Juan Martín

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