Era la primera vez, según nos tenía acostumbrado Antonio, nuestro apreciado tabernero, que nos hacía esperar en la puerta, algo más de la cuenta. Eran ya las ocho y algunos minutos cuando el cerrojo de la puerta entonó su canto de apertura. Tanto Antonio como Jesús, nos recibieron con los “puños extendidos” (ahora no se puede decir con los brazos abiertos) La pandemia solo ha sido capaz de ralentizar las agujas del reloj ya que nuestros deseos de estar nuevamente juntos han podido con ellas. Bueno, si lo pienso bien, gracias a las agujas, no del reloj sino a las que han servido para inyectarnos la vacuna, han posibilitado este encuentro.
Una cosa era cierta, sabía que íbamos y fue fiel, minuto arriba o abajo, a darnos el paso franco.
Por cierto, nos dio tiempo a chorrear de alegría al vernos de nuevo. ¡CUANTO TIEMPO! Más aún cuando uno de mis queridos margaritos, venido allá del sur, nos dio la oportunidad de abrazarlo. Nada más y nada menos que Rafa Raya. ¡Ya estábamos los tres! A los demás que le den. Que no, que es broma. Cómo no me iba alegrar de ver a Pacomo, Diego, Carlitos, el otro margarito Antonio “alias volaor” a Juan Villén.
CHORREO TOTAL.
Bueno, sentimos las ausencias que se produjeron por diversos motivos (lamentaron por uno u otro medio su ausencia). Ello vino a demostrar las ganas de pasar un rato agradable.
Antes de empezar tuvimos un recuerdo especial por quienes están padeciendo una enfermedad. Dimos las gracias porque Antonio Rodríguez se estaba recuperando y nuestro deseo se elevó hasta Trini, para su total recuperación, de la que estábamos seguros.
Ale, al ataque.
Como no estamos, afortunadamente en el WhatsApp, puedo expresarme sin miedo a meter la pata, cosa frecuente en ese medio.
Yo estaba en el centro de la mesa, la verdad es que estos cabrones me pusieron en el sitio peor. Saben que no puedo doblar durante mucho rato el cuello y mirar de un lado hacia otro. ¡Pos toma!, que si no quieres taza, toma dos. Pero no vino mal. Pude estar pendiente a diestra (Juan, Pacomo y Carlitos) y a siniestra (Rafa Rafa, Diego y Antonio) La parte de la izquierda la dejé un poco de lado porque sabía que discurriría por cauces normales: chistes, algo de la política y la calma de Diego. Me involucré más en la derecha. ¡Eh! Mucho cuidadito, me estoy refiriendo única y exclusivamente al lado de la mesa. (es broma, todos mis respetos. Son cuestiones del guion)
Anda, hablando de mesa. Cuando nos aposentamos en esa larga mesa que durante largo tiempo ha venido siendo la nuestra observamos de tenía nombre. ¡JULIO ROMERO DE TORRES!. Pues, buen nombre para una “memorial mesa” que adquiere también honor por se lugar donde efluyen nuestros sentimientos más profundos. Algún día habrá una inscripción donde se indique “aquí se reunían los compañeros y amigos del Seminario de Hornachuelos. Queda dicho.
Pues bien, hablando de derechas, me involucré en esa orientación cardinal.
—Carlitos, que sepas que estoy aquí por Rafa Raya y por Andrés. (palabras de Pacomo, dichas desde toda interiorización de su verdad)
Esa fue la oportunidad para una fructífera y esperada exposición de sentimientos escondidos y no aflorados.
Como sabía de la importancia de esas palabras provoqué que tanto Pacomo como Carlitos entablaran un diálogo, duro y sincero. Se abrieron los corazones y en ese mismo momento maldije al WhatsApp.
Pacomo exponía sus sentimientos de sentirse ninguneado que, como tales, deben ser dignos de tener en cuenta y, en la medida de lo posible, solucionados.
Carlitos argumentaba su falta de estar pendiente del dichoso WhatsApp, pero que para el lo importante era estar presente y abrazarse. De hecho, le pegó tal magreo a Pacomo, que un poco más y hubiéramos tenido que llamar al Equipo de Urgencias COVID.
Afortunadamente en Plateros, se arregló, en parte, un largo entuerto.
Menos mal que aún somos jóvenes e iremos arreglando todos los que se vayan planteando. Pienso que aún quedan algunos escondidos, me refiero a desencuentros, pendientes de afrontarlos. Tal vez si todos ponemos de nuestra parte y dejamos a un lado nuestros “yo” lograremos limar asperezas. Empecemos por estar más pendientes de los demás y “contar hasta diez” antes de hablar (en este caso escribir en el WhatsApp)
La izquierda transcurrió dentro de la normalidad. Comentarios del día a día y de hechos pasados de nuestras vidas en el Seminario de Hornachuelos y sus consecuencias. Una cosa importante fue la comunicación, por parte de Diego, de que el día 16 de junio pasaba a engrosar las listas de los jubilados. Día de su cumpleaños. Le deseamos lo mejor.
Recordamos que, más o menos, por estas fechas, se dio inicio a la creación de este grupo. (Pacomo ha puesto una foto)
Nuestro más sentido y cariñoso recuerdo a María, la mamá de nuestro compañero Agustín Madrid. Manolo Vida (en conversación telefónica) me decía que la quería muchísimo pues estuvo viviendo en su casa. Descanse en paz.
Decíos que ya empezaremos a tener los jueves “fin de mes en Plateros”. Por consecuencia, el último jueves de junio nos reuniremos en Plateros aquellos que podamos. Luego lo dejaremos hasta la finalización de las vacaciones. A ser posible en septiembre volveremos a reiniciar nuestras reuniones.
Fructífero y esperado encuentro el que tuvo lugar este jueves, tres de junio de dos mil veintiuno.
Que vuestras señorías sean felices.
Andrés Osado
Córdoba, 3 de junio de 2021
Que buen encuentro tuvimos después de tanto tiempo. Estupendo relato. Un abrazo para todos.
ResponderEliminarVeo con ilusión la vuelta a nuestra normalidad vicariana. Me alegro mucho por vosotros, pioneros de la reconquista tabernaria. Cualquier jueves me presento.
ResponderEliminarGracias Andrés por la crónica, ajustada, sentida y vívida, como no podía ser menos viniendo de ti, muchas gracias y un abrazo.
ResponderEliminarGracias Andrés.
ResponderEliminarEsta taberna se ha convertido ya en un remanso de paz, aunque se nos siga oyendo en la Calahorra. Gracias
ResponderEliminarNo podía faltar mi reconocimiento especial para Rafa Vilas, porque servicialmente se presta a poner todas nuestras letras en orden y darles un color especial. Gracias Rafa. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarUn saludo de felicitación por el retorno a los encuentros platerenses y a Andrés por su ameno relato de los mismos.
ResponderEliminara ver si el bicho nos deja llegar a la normalidad. Un abrazo Pedro
ResponderEliminarFelicidades amigo Andrés por volver a veros de nuevo recuperar las reuniones mensuales.
ResponderEliminarUn abrazo a todos.
Amigo Juan, ya mismo estaremos a pleno rendimiento. Un abrazo
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