domingo, 27 de abril de 2025

A Francisco



EL PÁJARO HORNERO


Sin desearlo, una mañana,

despertaste entre nubes

de dorados y cardenales destellos.

El suave pastizal,

dejó de acunar tus desnudos pies.

Ya no podías encontrar tus huellas.

El riguroso y dictatorial mármol, lo impedía.

Poco duró esta desidia.

Con sones de armoniosa libertad,

fuiste adornando, a tu manera, el paisaje.

Desde tu sobrio nido,

repartiste ternura

y tu figura no tembló,

cuando impediste el aposento en él,

al renegrido y avasallador tordo.

Compañero infatigable

de la honradez y la pobreza.

Ahora,

has vuelto, nuevamente,

a tu gaucho terreno.

Anida bien, Jorge María Bergoglio.

Fructifica la Tierra, que padece.


Andrés Osado, 27-4-25

1 comentario: