martes, 30 de octubre de 2018

II ENCUENTRO DE OTOÑO EN HINOJOSA DEL DUQUE


Coplilla al encuentro en la Finojosa a modo de introito


De la crónica seria Andrés se encargará,
pero yo he querido adelantar
una coplilla de trovador,
intentando ser buen imitador 
del marqués de Santillán.

A tan grato encuentro vamos con retraso,
cúlpese de ello a las mujeres, la verdad, 
que gustan mucho más de trasnochar
que de mañana aligerar el paso.

Las ocho, y todavía en blanda cama,
El Luna surca el campo por Antequera,
y nosotros, al uso de un día de calma,
pensando en desayunar en carretera. 

En el Culebrín paramos y comimos, 
ya vamos tarde, qué más da, 
comed sentados y tranquilos 
que Jaime el acelerador pisará. 

Por extremeñas tierras un atajo 
nos conduce de forma milagrosa 
acortando tiempo y espacio 
para llegar con decoro a la Finojosa. 

Agraciada fue nuestra premura 
pues no vimos por doquiera 
moza de tan lozana hermosura 
como Sara, nuestra guía campera. 

En ancha plaza de piedra y de flores, 
escuchando su plática con mis amigos, 
la vi tan versada en cañadas y pastores 
que fuimos venturosos de ser sus testigos. 

Y luego de la visita guiada 
del hermoso lugar de los pedroches 
con alegría despreocupada 
tocaba almorzar con derroches. 

Y así fue tal como lo he contado, 
comimos, charlamos y reímos, 
y a los postres cantamos hermanados 
cantinelas que antaño aprendimos. 

Bien agradecidos al amigo Ramón 
que sabiamente todo lo dispuso 
brindamos por él con toda razón 
y le ofrecemos nuestro sincero discurso. 

Espero y deseo de corazón 
disfrutéis de este primer poema, 
no del marqués de Santillana, 
sino del Filiberto de Palenciana.



José Mª Rivera Cívico
Antequera, 21 de octubre de 2018

Crónica del encuentro

"...Venid a casa.
Hay queso fresco,
frutas y nata
y viejo vino
de verde pitarra.
Véngase y yante
lo que le apetezca..."


(La Vaquera de la Finojosa de Iñigo López de Mendoza)

Estas palabras, resonaron en mi mente cuando,al pasar por el Puerto del Calatraveño, nos dirigíamos hacia el Encuentro en Hinojosa del Duque. Palabras de bienvenida que, tan dulcemente, nos dirigía la bella Catalina, esa tan gustosa en ser llamada “La Vaquera de la Finojosa”.

Una vez llegados y sin dilación nos dirigimos al Ayuntamiento. Allí nos esperaba su Regidor, D. Matías González, acompañado del Teniente de Alcalde D. Enrique Delgado. Por supuesto, entronizados por Isabel y Ramón, los anfitriones.

¡Esta vez, nos convertimos en auténticas señorías! Con toda amabilidad, el Señor Alcalde, nos cedió un sitio de honor. ¡Nos sentamos en los asientos del Pleno del Excmo. Ayuntamiento de Hinojosa del Duque! Esta vez sí fuimos de verdad señorías, no como en Plateros. 

Ya se sabe, hablaron y hablamos todos (Incluido el Sr. Torraor). Pero quiero resaltar unas palabras de D. Matías González, que aparte de su generosidad en el recibimiento, manifestó su hondo pesar y el de todo el pueblo, por la situación, aún no resuelta, en el terreno de comunicaciones. Todos asentimos en la necesidad de una pronta solución, para un mejor desarrollo económico de toda la comarca. Por si fuera poco, fuimos agasajados con unos exquisitos y prácticos recuerdos. GRACIAS 

A partir de aquí, se acabó la tranquilidad. 

Menos mal, que Sara, nuestra docta y magistral guía, supo atraer la atención de todos. Nos fue enseñando y dando pelos y señales de los más importantes rincones y monumentos de la muy honorable Hinojosa, primero Condesado y por último Ducado.Condesado y Ducado, bien demostrado por nuestra profe, insistiendo en que nuestros ojos se volvieran hacia los escudos que hacían mención de ello. Aquí mi cuello empezó a resentirse… mirad al de la derecha, ahora al de la izquierda, luego al centro (me refiero a los escudos) Por supuesto, no faltó centímetro, de la Catedral de la Sierra, que no fuera perimetralmente explicado por Sara. Bravo por ella.

A partir del Museo, no sólo mi estómago sino las bisagras de mi cuerpo dieron la voz de alarma. Creo que la de algunos también. Ramón (del que he dejado para el final) me condujo a “verdes pastos” como buen “Vaquero de la Finojosa” y enseguida logré calmar tanto lo uno como lo otro.

¡Qué fresquita estaba la cervecita que me puso “Ramón Chico”! Es casi calcaito a su padre, cuando pequeño.

Al poco tiempo, estábamos ya todos sentados a la mesa. Ahora empezaba el momento más deseado. El de la tertulia y la “condumia” En fin, qué os voy a contar. Aquello parecía un corral de gallinas. Por cierto, excelente lugar. A mi me daba la impresión estar en una caseta de feria, con muy buen gusto adecentada.

Hubo un momento, en el que solemos decir… “ha pasado un ángel” Me hizo hincapié de ello mi contertulio de la izquierda (otra vez el cuello) Manolo Sánchez Toledano. ¿Te has dado cuenta del silencio que hay ahora mismo?Enseguida llegamos a la conclusión, previo análisis de la realidad… es que ha llegado el plato, individual, con ricos manjares de ibéricos y quesos. No falla, o hablamos o no decimos ni “mu”, ante un celestial plato. ¡Cómo no, salió a relucir el nada celestial chorizo y morcilla de Santa María, que Dios los tenga en su santo río Bembézar!

Un hecho primordial, o mejor dicho dos, me llamaron la atención. El Señor Sánchez, me dice que ha descubierto una forma de que puedan poner cadena en la cisterna del wáter de Plateros. Me enseña la foto, en la que se observa un tubo que sale de la cisterna, verticalmente hacia una media altura, de este tubo, se vislumbra una cadenita como de unos diez centímetros, suficiente para tirar de ella, pero insuficiente como para mangarla. ¡Eso es lo que queremos! Llevado de mi curiosidad, me acerco a verlo con mis propios ojos y poder comentárselo a Antonio de Plateros y me quedo aún más perplejo o sorprendido al observar que no había taza, sino aquel wáter donde nos poníamos en cuclillas, en Hornachuelos. ¿Recordáis? ¡Qué tiempos aquellos! Verdaderamente, creo que eran más higiénicos.

Seguimos comiendo, bebiendo, brindando, cafeteando. ¡Nos pusimos de grana y oro!

¡Ah! Hablando de grana y oro. Como debe ser y no puede faltar, se impuso el solideo Vicariano, a los siguientes neófitos: Ramón, Agustín, su hijo José María y su nieto Mario. ¡Qué alegría, segunda y tercera generación! Bienvenidos han sido. Por cierto, lo dejo para ser pensado… ¿para cuándo el nombramiento de Vicarianas?

El día fue genial. Como debe ser. Sin sobresaltos. Sin reproches. Genial.

Fili nos dirigió unas palabrillas que, como siempre, estuvieron sembradas.

Y ahora toca hablar de Isabel y Ramón. Nuestros anfitriones. Desde las palabras de Ramón en el Ayuntamiento, hasta las del final de la comida, todo fue a las mil maravillas. Tanto una como el otro, nuestros amigos, derrocharon amabilidad. Estuvieron pendientes todo el rato de que nada faltara. Que todo marchara dentro del horario previsto y a la más mínima ahí estaban. Serviciales al máximo. Por supuesto, como no podía ser de otra forma todo salió perfecto. Para colmo nos obsequiaron con excelente vino de Pitarra. ¡GRACIA ISABEL Y RAMON!


A modo de epílogo

Tras dejar atrás, el puerto del Calatraveño, dije “Adiós Vaquera” A lo que ella respondió:
"...Santa María,
Tres veces Santa
Virgen y madre
Pura y sin mancha,
Faz que retorne
Otra vegada;
Que yo en tu fiesta
Darete galas
Y cuantos cirios
De cera blanca,
Que mis abejas
De nardo labran..."

Andrés Osado Gracia
Córdoba, 22 de octubre de 2018

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10 comentarios:

  1. Gracias Rafa, como siempre, ¡Ha quedado perfecta con tu aportación!
    Esta vez encabezada, magistralmente, por el incomparable Fili.

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  2. Está feo que yo lo diga, pero es verdad: ha quedado muy bien. Sobre todo por la pluma maestra de Andrés o por el máquina del Rafa, que todo lo captura. Lo mío ha sido un intento gracioso de romance de ciego.
    Un abrazo para todos, y un nuevo agradecimiento para Isabel y Ramón, que tan requetebién nos asistieron.
    El Fili

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  3. Lujazo de crónica. ¡¡Dos maestros haciendo las delicias de los alumnos!!¡¡Grandes!¡

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  4. Sara, cual Catalina, la sin par vaquera de la Finojosa, supo llevar de calle y de museo étnico a su excelente ganadería de ex-seminaristas y dignas allegadas.
    Honores, regalos y un festín, aderezado con sus correspondientes cafetitos y sus cánticos, agradaron sin duda a la gentil y culta manada, que muestra su alegría y contento en numerosas fotografías desenfadadas.
    Felicito a todos los participantes y en especial a los cronistas y fotógrafos que nos acercan la fiesta a los ausentes.
    Perdóneseme el uso irreverente de la metáfora, pero es que Andrés me la ha puesto a huevo.
    Saludos afectuosos, como siempre.

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  5. José María, has estado "sembrao" con esas coplillas que maravillosamente dan entrada a la excelente crónica de Andrés. Sois un lujo para este blog.
    Ha merecido la pena la espera de varios días pues ha quedado perfectamente relatada la buena jornada que pasamos en la bonita población de Hinojosa. Desde aquí me uno al agradecimiento a nuestros anfitriones Isabel y Ramón.
    Un abrazo enorme para vosotros, José María y Adrés.

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  6. El caso, Manolo, es que mis coplillas estaban ya redactadas al día siguiente del encuentro, y que la crónica de Andrés, editada al segundo día. Pero nuestro editorialista, el gran maestre Vilas, con el mejor de los criterios, decidió retrasar la edición unos cuantos de días a propósito, para que todos tuviésemos tiempo de leer primero el relato de Pedro Calle sobre su visita a Córdoba y su "pelea" de gallitos del ajedrez con Rafa Ruiz Ruano. Besos para todos. Y, por favor, vacunaros de la gripe. Esto es ya cosa profesional.

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  7. Pedro, a veces, ni el mejor "mayoral" fue capaz de contener y encauzar a tan brava ganadería.
    Sinceramente, creo que lo pasamos muy bien. Una vez "embarcados" dio lugar a una "gran corrida"

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  8. Ninguna reunion sería igual sin la recreación literaria posterior, esa faena "al alimon" que habéis lidiado Andrés y Fili quedará para la pequeña historia de los eventos colegiales. Muchas gracias a ambos por ponernos los dientes largos a los ausentes. Un abrazo.

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  9. Una magnífica reunión de amigos y consortes, descrita con magistral maestría por los geniales maestros de la pluma y el encuadre.
    Felicidades a Rafael, Andrés, José María, Ramón y a todos y a todas por igual, al ofrecernos una detallada exposición de vuestra feliz visita a Hinojosa del Duque.
    Un recuerdo nostálgico se nos viene a la memoria de aquellas excursiones juveniles en los Ángeles.
    Un saludo a todos.
    Juan Martín

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  10. Mas que las crónicas, lo que verdaderamente debería permanecer en los anales, son los comentarios posteriores. Ellos dan sentido a todo. Además, sirven de acicate para esforzarse cada vez más. Gracias a todos, amigos. Un abrazo para todos.

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