martes, 10 de septiembre de 2019

Jornada de convivencia en Órgiva

En el cortijo de Lola y Manuel
Órgiva, 31 de Agosto de 2.019

Hacía tiempo que no tenía contacto físico con los amigos. Quiero recordar, si la memoria no me juega una mala pasada, que ahora hace justamente un año, un curso escolar. Y este encuentro ha sido en el mismo lugar, en la Alpujarra Granadina, en esa “Tierra de hierbas” o “Tierra de pastos”, a los pies de de la gran reserva (Sierra Nevada) de agua fresca y cristalina, con sus puertas siempre abiertas para regar ese valle que te hace sentir que siempre, o es primavera o es otoño. Hablo de Órgiva, corazón de la Alpujarra Occidental, y que forma parte de los pueblos más pintorescos y blancos del enclave.

Allí estábamos citados “a la hora que queráis”, según palabras de nuestro buen amigo Manuel Sepúlveda, que junto a su bondadosa, cariñosa y “buena gente”, Sra. Lola, estaban esperando, sin olvidarme de la madre de Lola, callada pero tierna, y cómo no, de los “amigos” del hombre, los perros Tigre y Dandi.

Poco a poco, sobre las once pasadas, de la mañana, fuimos llegando. Paco Moreno, Pepe Garcia Torres, Rafael Pérez, Antonio Llamas, Antonio Naz, Juande, Paco Sánchez, Muñoz Medrán, y nuestro fotógrafo oficial, Carlos Samaniego.. Todos con nuestras respectivas “donas”, y Rafa, fiel acompañante en mis asistencias, que también ha encontrado cariño en el grupo.

El encuentro era (y fue) en el cortijo “Nazaret”. Se encuentra en las afueras de Órgiva. Sus naranjos, limoneros, parras, almendros,… y sobre todo el gran árbol del aguacate, daban una sensación de encontrarnos, donde realmente nos encontrábamos, en un lugar privilegiado. La guinda al pastel la ponía el sonido relajante de la acequia (sabor árabe) de agua que pasa por el centro del mismo cortijo.

El ambiente festivo se percibía en los rostros de los asistentes. Los abrazos y saludos fue la nota dominante. Los corrillos no tardaron en aparecer. A veces, las preguntas no esperaban a las respuestas ¡Era tanto el deseo de comunicarnos! ¡Había que ponerse al día. Había mucho que recordar! De todo y de todos se hablaba: Los Ángeles, San Pelagio, profesores, compañeros pre-sentes y ausentes ¡Todo era motivo de conversación! ¡Cuánto se notaba el cariño! ¡Cuánto la amistad! ¡Cuánto se echaba de menos a todos y a cada uno de los no allí presentes!

Y mientras tanto, Manuel y Lola, Lola y Manuel, ayudados, eso sí, por las Sras., preparando los aperitivos tan exquisitos con los que se nos estaban agasajando. Jamón, queso, chacinas, frutos secos, … Y todo regado con caldo rubio. Vino y cerveza.

El plato estrella, fue el principal. Cómo no, fue una sorpresa. Comida alpujarreña. Habas fritas con jamón, chorizo, huevos fritos,… ¡Qué rico estaba todo! Y la faena se remató con ¡Una tarta helada! No se podía pedir un mejor refrigerio. Gracias Manuel. Gracias Lola. A “Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar”.

La sobremesa fue larga y fructífera. Amena y plácida. Hasta que llegó el momento. Los nidos estaban esperando, y comenzamos a despedirnos con un “hasta la próxima”. Un día para recordar. Un día para no olvidar. Aunque, seguro, eso sí, como todos los días en los que nos hemos visto y encontrado.

Un saludo.
Pepe García Torres (Pepe Torres)

Si queréis ver la galería de fotos, clicar sobre la imagen


6 comentarios:

  1. Excelente crónica,a mi parecer, por la descripción de los detalles del entorno, vistos y oídos,así como, por la expresión de los sentimientos surgidos, en tan entrañable día de convivencia de compañeros y amigos.Enhorabuena.

    ResponderEliminar
  2. Que buena pluma tiene Pepe, porque estuve presente!, de no haber sido así, con su brillante crónica, habría sido como estar allí. Por la forma de describir el entorno,así que lo he disfrutado por partida doble. La primera por estar con todos ellos y recordar los buenos anfitriones que tuvimos.. Y la segunda tu CRÓNICA que ha sido como pasar una película de mis vivencias. Gracías a todos por la convivencía,
    I. Valle.

    ResponderEliminar
  3. Pepe, se te nota, que eres profesor, lo digo por tus buenas maneras de redactar ese gran día. Salud!!

    ResponderEliminar
  4. ¡Cómo me hubiera gustado haber podido compartir con vosotros esa jornada! No pudo ser.
    Y compruebo con enorme satisfacción y un poco de "pique" que a Andrés Osado, al Bronco y a mí mismo nos ha salido una dura competencia. Jajaja. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Fue un día inolvidable en recuerdo de una época inolvidable.
    Pepe Torres qué buena pluma tienes

    ResponderEliminar
  6. Gracias,, amigo Pepe, por hacernos partícipes de tal agradable día. Espero algún día poder estar ahí. Ganas por lo menos no me faltan. Menos aún observando cómo os trataron Lola y Manolo Sepu. No digamos de poder haber compartido con las demás personas que acudieron. Excelente crónica. Un abrazo.

    ResponderEliminar