lunes, 27 de febrero de 2023

Reunión G. Córdoba 23 de febrero de 2023

CRONICA DE LA REUNION CELEBRADA POR EL GRUPO CÓRDOBA

Sociedad de Plateros de Córdoba
Calle de San Francisco

Antonio Martínez y yo habíamos quedado a las diecinueve treinta en el autobús de la Línea 3. Así fue. Dos paradas más adelante, sin tenerlo previsto, se subió Antonio Gómez. El destino quiso que, otras dos paradas más se subiera Juan Villén. Por supuesto, no tuvimos que preguntar hacia donde se encaminaban. Seguro que coincidiremos alguna vez más, yo así lo deseo. En la parada Del Portillo, dimos por finalizada nuestra estancia en el bus.
Haciendo la “esquina” de la calle San Francisco, todo feliz y contento, nos aguarda Carlitos.
Como de costumbre, a las veinte en punto, se abrió el portón (no de los sustos sino de la alegría)
Al poco tiempo ya estamos todos sentados con la ilusión de siempre que, desde lo más íntimo de nuestro corazón, se reflejaba en nuestros rostros.


Nuestro primer recuerdo y brindis, como no podía ser de otra forma, fue para nuestro querido amigo Agustín. Durante un buen rato, expusimos nuestras impresiones sobre él. Valoramos, fundamentalmente la entereza que demostró ante esa enfermedad que iba deteriorando su cuerpo. Nunca escuchamos una queja, sino todo lo contrario. Quedó suficientemente ensalzada la gran lección que nos ha dejado. Paco Raya, nos hizo un pequeño resumen del funeral de nuestro querido Agustín.

¡GRACIAS, AMIGO AGUSTÍN!

Como a él le hubiera, pronto empezamos con nuestra tertulia distendida. Mejor debería ser calificada como verdaderamente cordial y entrañable. La reunión anterior, estaba dando sus frutos.
Mi más sincero agradecimiento por el comportamiento demostrado. En un momento me encontré pensando en aquellos inicios de Plateros. Por fin, estábamos retornándolos.
Hay que resaltar un hecho importante. A criterio de la nueva dirección de Plateros, ya no van a servirse “bocatas de camarales”. A partir de ahora, habrán de ser los platos indicados en la carta. Pues no sucedió nada. ¿Pensáis que se alteraron nuestros gustos? ¡Totalmente no! Si no había bocatas, tiramos de agudeza gastronómica y se pidieron medias raciones de… “camarales”. ¡Todo solucionado! Por supuesto aumentaron las degustaciones por otros platos.
Un hecho importante es que pudimos bromear sobre el equipo Barcelona, sin que hubiera piques. Eso es importante, la amistad por encima de todo. Incluso no pasó nada cuando quedó eliminado. Otro día le tocará al Madrid.
Lo cierto es que ironizamos de todo y por todo.
Dado que este año se cumplen los sesenta años en que estrenamos en recien remodelado Seminario de Santa María de los Ángeles, nuestro amigo Diego hizo la propuesta de que se fuera pensando en actos que podrían celebrarse durante este año. Por supuesto el primero será el Encuentro de Primavera. Las ideas se las podemos mandar a nuestro amigo Antonio Luna. Por supuesto también al “Insigne Anotador de Acontecimientos, nuestro amigo Manolo Sepúlveda.
Entre bromas y historietas y chascarrillos, también hubo lugar para una reflexión seria de nuestra situación vital. Nos hicimos conscientes de los amigos que faltan y de las enfermedades que nos vienen haciendo conscientes de la edad que ya soportan nuestros cuerpos. Quedó claro que ello no debe ser impedimento, en la medida de lo posible, para no seguir PALANTE.
Creo haber reflejado lo acontecido.
Si alguna cosa me he dejado en el tintero, que alguno de los asistentes, lo indique en “comentarios”
Que tengamos buena salud y se nos vayan curando esos pequeños achaques.
Sed felices y vamos palante.

Andrés Osado Gracia
Córdoba 26 de febrero de 2023





domingo, 26 de febrero de 2023

La otra infancia de Agustín - (Manuel Fernández)

La otra infancia de Agustín

La infancia de Agustín rompió balones y botas de invierno, manchó ropas de sudor y en más de dos ocasiones echó sangre por sus rodillas al caerse por las piedras de la calle Esperanza de Villaralto, donde tenía su casa y vivía cuando no estaba en la escuela. En el corral de su casa, en el rincón según se salía a la derecha, Agustín nos enseñaba el horno donde habían hecho pan sus abuelos cuando la vida había que fabricarla desde principio a fin, sobre todo si se tenían que ir a la sierra a coger aceitunas en el invierno. Esa era la infancia de cualquier muchacho cuya vida había empezado en la mitad del siglo XX, cuando no había móviles, ni ordenadores, ni televisiones ni, a veces, en algunos casos, nada de comer. Fue en ese momento cuando Agustín dejó la infancia de Villaralto, su pueblo, compró el baúl y el colchón, le hicieron la maleta, y se montó en el coche de línea que tenía la parada en la calle Bodega de Córdoba, por donde hasta los billetes del autobús olían a gas-oil, y transformó su infancia.

Si la patria es la infancia la que marcó el pensamiento de Agustín de por vida fue la que encontró, de pronto, sin esperarlo, en Hornachuelos, en el Seminario de Nuestra Señora de los Ángeles. En ese pueblo de Sierra Morena, a 43 kilómetros de distancia, está Sierra Albarrana, donde se encuentra el cementerio de residuos radiactivos de baja y media actividad El Cabril, que era un secreto en los tiempos de Agustín. También estaba el castillo, el palacio de Moratalla, la iglesia parroquial de San Calixto, la iglesia mudéjar de Santa María de las Flores​ y la muralla urbana. Pero desde el primer día Agustín lo que vió.fue la gran puerta de madera del Seminario donde al entrar le pareció que su historia iba a dar un vuelco. Y vaya que lo dio. A partir de ese día Sierra Morena sería como el corral de su casa de Villaralto y el río Bembézar, el milagro por donde transcurría, a su estilo, la vida, tanto la real como la imaginada por el cordobés Duque de Rivas, Ángel de Saavedra, nacido en la actual Vimcorsa, en su obra de teatro “Don Álvaro o la fuerza del sino”, escrita en 1835, que allí la situó.

Agustín, cuando empezó a fabricar su nueva infancia para incorporarla a su historia, entró en el seminario de Santa María de los Ángeles, un antiguo monasterio franciscano del siglo XV, que pasó a ser residencia privada de los marqueses de Peñaflor después de la Desamortización española en el siglo XIX, y además fue seminario desde 1957 a 1971. Tras varias décadas de abandono, en agosto de 2021 fue reconvertido en el centro de reinserción social San Gabriel.

Pero tuvo tiempo de guardar su corazón en esa Sierra Morena donde la Virgen del Buen Suceso, la patrona de Villaralto, y Santa María de los Ángeles, natural de aquellos montes, convivieron en su mente y consiguieron crear su nueva infancia, llena de historias, vivencias y paisajes.

La patria de Agustín fue su infancia, la que se construyó en aquellos amaneceres nublados del Bembézar con vapor de agua y atardeceres donde las campanas y la música transformaban el paisaje en una antesala del Cielo. La patria de Agustín, que se nos ha ido estos días.

Manuel Fernández


miércoles, 22 de febrero de 2023

Agustín Fernández Gómez - En su memoria

 


Querido Agustín:

La noticia de tu marcha ha corrido como la pólvora por nuestros Grupos de WhatsApp. Estamos todos consternados. Dice Alberto Cortez que:" Cuando un amigo se va/queda un tizón encendido/que no se puede apagar/ni con las aguas de un río ". Pues eso.

La última vez que nos vimos fue en Alcalá de Henares, el 7de julio de 2018, en el vigésimo noveno encuentro del Grupo Madrid. Damos gracias a Dios por haber sido parte de nuestras vidas.

Ahora te toca disfrutar eternamente de la misericordia y ternura de Dios y dejarte abrazar por Nuestra Señora de los Ángeles a la que tantas veces rezamos.

Agustín, haznos un favor: Pídele al Señor por todos nosotros para que nos mantenga unidos, y abraza a todos los compañeros que te estarán esperando con los brazos abiertos.

Recibe un fuerte abrazo de todos tus compañeros.

Con cariño,

Antonio Estepa