CRÓNICA DE LA REUNIÓN CELEBRADA POR EL GRUPO CÓRDOBA EN LA SOCIEDAD DE PLATEROS DE LA CALLE DE SAN FRANCISCO.
Esta vez, el Sr. Sánchez, D. Francisco, venía con ganas de ser atendido. Inmediatamente después de sentarnos, nos comunicó que: “ya está solucionado, el problema de la ida y vuelta a Torremolinos, para quienes no desean o no pueden ir en coche”.
Ya más calmadamente, expuso que tomaríamos el AVE hasta Málaga y de allí, en cercanías, a Torremolinos. Por supuesto, la vuelta igual, que me da lo mismo. Así de fácil.
Dicho quedó. A la propuesta nos sumamos la mayoría de los allí reunidos. Las buenas ideas se aceptan de inmediato, como en esta ocasión. Pablo no podrá asistir a la reunión de Torremolinos ya que, en esas fechas, tendrá echado el completo en su casa, con la llegada de familiares.
Mientras, sin interrumpir para nada a al disertador, comenzamos a saborear las bebidas. Acto seguido y finalizado el debate del “Área de Transportes”, comenzamos a lo nuestro.
Llegó el momento en que, el que les escribe, no sabía si estaba en un partido de tenis o en un torneo de billar a cuatro bandas. Lo digo porque a diestro y siniestro se solicitaba atención para darle a la sin hueso. ¡Qué dominio de la verborrea tenemos! Mi cabeza o, mejor dicho, mi cuello, comenzó a resentirse de tanto vaivén. Opté por ponerme en la esquina y así dominar mejor el terreno de juego. ¡Qué alivio!
Ya no paramos.
Como es normal, mientras atendíamos algunas conversaciones, que surgían a la vez, no llegaban a lo que, técnicamente, se llama receptor. Pero bueno, lo importante era estar allí. En la medida de lo posible, más no menos, nos enteramos.
A la hora de pedir el papeo, cosa curiosa, todos pedimos “caramales”, por supuesto en plato. Es que la querencia es plena. Esta vez estaban riquísimos. Buena cuenta dimos de ellos.
Por cierto, la taberna estaba “abarrotaaaaá”
Como no me llevé la libretilla de anotar que, tan gustosa y eficazmente, me regaló Diego, muchas de las cosas que se decían han pasado al olvido. Menos mal que me han ayudado Carlitos y Paco Sánchez a recordarlos. ¡Gracias mozalbetes”
Echamos una buena noche de charlas, sobre diversas materias. Incluidas aquellas de más elevado contenido filosófico e incluso divino.
Debatimos largamente sobre la situación, tan fuera de lugar, en la que se ha quedado o desean que quede, el Seminario de los Ángeles. Claro, al hilo de esto, se habló del Obispado y de su nueva situación.
Incluso resolvimos el profundo dilema de un comensal, producido por no saber “ni papa” del significado “Dicasterio”.
En definitiva, echamos una buena noche. Muchos de nuestros compañeros salieron a relucir por uno u otro motivo. Por supuesto recordando sus cosas buenas y la amistad que existía entre ellos y nosotros.
Claro, con tanto entretenimiento, enseguida llegó la hora de irnos. Se nos hizo corto el tiempo.
Esta vez tremendamente contentos, nos hicimos las fotos de rigor, en la calle.
Sed buenos y felices.
Andrés Osado Gracia