REUNION (JUEVERA) DE LOS VICARIANOS CORDOBESES
27 de octubre de 2016
(casi vísperas de la noche de difuntos)
Francisco Sánchez Sánchez, Antonio Martínez Rangel, Juan García Parra, Paco Nieto Molina, Andrés Luna Prieto Francisco S. Raya Marqués, Manuel Ruiz Nieto, Andrés Osado Gracia y Antonio Gómez Ramírez |
Antonio Martínez Rangel, Carlos Samaniego Ortiz y Manuel R. Muñoz Medrán |
Al pasar por la Posada del Potro, diome un subidón de adrenalina. Dirigirse hacia “La sociedad del Laurel” en días previos a la noche de difuntos, ciertamente sobrecoge, a la vez que pone.
Figuróseme ya a la gente disfrazada, a la usanza de tiempos de nuestro amigo Tirso. Yo, con mi mantón negro en la mano, que a fuer de ser jersey, daba el pego soberano, como si de un de ellos se tratara. Sólo faltome el sombrero: no importome al ser ya noche cerrada y libre del implacable sol justiciero.
Por la puerta postrera de la “Sociedad del Laurel”(antes Plateros), colome a toda priesa, sin más razón alguna que la de evacuar la vejiga, llena de líquido tanta, que hasta la cara me mudaba. Sorpresa fue la mía que al salir del excusado, encontrome, frente a frente, al sin par Carlitos con cámara en ristre; cegome los míos ojos de los imnumerables destellos salidos del monstruoso instrumento. (jodio Carlitos y luego seguro que no llevaba carrete)
Y allí al frente, engolletados en sus aposentos y presididos (controlados) por el tenorio, el señor de Luna, apodado por más señas, Andrés, se encontraban los amigables comensales, indicados en este pergamino. Digna escena de ser descrita por Cervantes o por Góngora ya que por Tirso fue glosada largamente.
Y como lo que va primero no conviene soslayarlo, se pasaron a las invitaciones de algunas señorías presentes.
Primero el Marqués de la Raya (tanto monta) ofreció una invitación debida al nacimiento de su segundo nieto, Arturo, hijo de su primogénito Paco. Buenos brindis y brindis… (Sólo brindis pues las viandas aun no estaban presentes). Tras el deseo de una larga vida, pasose a la siguiente celebración.
Su señoría Ruiz Nieto, Señor del Higuerón y sus aledaños (que por cierto algunos de sus convecinos se manifestaban por el pueblo de Córdoba, provocando con ello un gran atasco de carruajes y otros viandantes motorizados) también ofreció una copa por la larga felicidad de su hijo, el cual había celebrado nupcias días antes. Brindis y más brindis (y aún con sólo aceitunas y cacahuetes, mal asunto era este).
Pensarán vuestras mercedes que este relato va algo acelerado… en verdad que tienen toda la razón. Pero no vayan a pensar que:
He olvidado al posadero,
pues en esta noche especial
no necesita disfraz
para notar su paradero.
Allí estaba el buen mozo, con “Chuti” su ayudante. Dispuestos a dar con su “tenebroso talante” emoción y alegría a la velada. Sí, sí, alegría nos daban, porque más mirábamos las viandas que portaban que lo pétreo de sus rostros. Tal para cual. Ahora bien, iban a tono con esa noche de “Walpurgis”
Y en mentando las viandas, se abrió la caja de Pandora y con buena mano alzada los dignos señores, aclamaron a voz en grito: “BOCATA DE CARAMALES”.
Eso si, como siempre ha de haber algún díscolo, el más pequeño de los presentes, señor de cámara en ristre, se decantó por “ATUN CON TOMATE”. Bueno… a decir verdad el señor de Gómez y Ramirez dio cuenta de un buen REBOZADO DE FINAS GAMBAS.
Gran alborozo produjo la presencia de Juan García, comendador de la Parra que tras meses de convalecencia dio muestras de su inmejorable restablecimiento y a buena fe, que su adonis figura así lo demostrara.
Ya repuestos y animados se pasó a contar y contabilidad de las largas fechorías y andanzas de tan dignos caballeros. Cada cual expuso las suyas y al final, tras el recuento, se declaró un empate.
También hubo debate para tomar algún acuerdo y así se llegó a la conclusión de que la próxima reunión, en casa de Ruiz Nieto y Blanca se celebrase. Púsose la fecha del veinte y seis del mes de noviembre, sabadete (por lo que no habrá juevera) y al que todo “quisqui” queda invitado por esta solemne proclama.
Ha de mencionarse, de una manera pública, especial y notoria, que Andrés, con su presencia, estuvo dando solera y señorío a tan magnífica velada. Aguantó con un par, como de normal costumbre, hasta que las fuerzas le abandonaron un poquillo. ¡Cuánto se le ha de agradecer! (sí Andrés, aunque te joda, porque no quieres honores, digo que tú nos das unión y ganas de seguir para adelante, gracias).
Y colorín colorado…
Sed buenos.
Andrés Osado Gracia
Que gran relatador y cronista querido Andrés.
ResponderEliminarTu, siempre tan cordial amigo Rafa
EliminarBuen relato de acuerdo a la fecha ya señalada, con su muertecito y todo (el de negro)
ResponderEliminar¡Que no estaba muerto... que estaba tomando cañas...! Un abrazo
EliminarComo siempre, como si estuviere presente. Qué bueno eres ¡¡cojones!!.
ResponderEliminarP.d. esa foto del sin igual tabernero es de hace un año ehh, y a su lado estaba la sra. Del sr. Vilas.
Buena memoria. Es que Maese Vilas hace filigranas. ¡vivan los tomates!
EliminarNotable crónica, Andrés, aunque de Rey te equivocaste pues no es Ricardo sino Arturo el segundo nieto del Marqués. PACO RAYA.
ResponderEliminarPerdon, tan importante fue uno como otro, al igual que este pequeñín de pocos dias. Dire a Vilas que arregle el entuerto. Nuevamente perdón. ¡Viva el bebe Arturo!
EliminarAmigo Andrés, enhorabuena por tan excelente crónica magistralmente enlazada con las fechas poéticas del Tenorio. No vamos a encontrar calificativos suficientes...
ResponderEliminarRecibe un cordial abrazo.
Con amigo me es suficiente. Gracias y un abrazo desde lejos.
EliminarMagnífica la crónica, enmarcando a los protagonistas con una prosa propia de cualquiera de nuestros grandes clásicos españoles.
ResponderEliminarFelicidades a todos.
Un abrazo.
Juan Martín.
Más quisiera yo yo, amigo Juan. Un simple imitador de ellos. Gracias y otro abrazo para tí
EliminarMás que recreación tu crónica es creación, así los que no la vivimos in vivo tenemos la oportunidad de vivirla, aunque sea virtualmente, eskerriz asko Andrés jauna y un abrazo.
ResponderEliminarAlaaaaa, Francisco, no exageres... voy aprendiendo-
Eliminareskerriz asko Francisco jauna y otro abrazo para ti
Laudes sean ofrecidos a vuesa merced por su excelsa y quevediana crónica.
ResponderEliminarUn abrazo. El señor de Gómez y Ramírez.
A vos, ¡Oh Niño de los Angeles sean proclamados los honores! Gracias y un abrazo
EliminarNo he podido leer hasta ahora tu crónica, Andrés. ¡Magnífica, vive Dios! Ese castellano antiguo es todo un lujo. Gracias por deleitarnos, maestro.
ResponderEliminarUn abrazo.
El antiguo soy yo, lo del castellano es un intento. Gracias amigo Antonio. Un abrazo. ¡Viva la alegria y la juerga!
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