Comida de Navidad
Córdoba, 16 de diciembre de 2018
Como se demostró, a pesar de la novedad del sitio, todas las personas encontraron el sitio, con más o menos dificultad. Efectivamente, pasando la primera rotonda que dirige el Leroy, la primera desviación de la carretera, dirección Almodóvar, Posadas y Palma (creo que nombrando estos tres pueblos, ya esta bien. “Trato” de que no haya “trato” de favor, “tratando” de poner los pueblos de personas allí implicadas, sintiéndose bien “tratadas”)
Sorteado el mal trago (¡eh, ya pensabais que iba a poner trato… pues nó, aunque verdaderamente, muy bien tratadas no fuimos) iba diciendo lo del mal trago, de si pongo o no ponga más mesas, de si me habíais dicho tantos y sois tantos… “Pues si no, nos vamos”. Comenzamos a hacernos cargo de las viandas, que no caramales. Primero hubo de delimitar el territorio que abarcaba los dominios de cada uno. Es decir, como era un plato para cada cuatro personas y el inicio, o cabecera de mesa, empezaba por impar… nuestro segundo camarero (algo más amable que el primer interlocutor) estableció, a “motu proprio” el terreno de juego: interpuso un muro, que ya muchos quisieran tenerlo, del que nadie podía sobrepasarse, so pena de “excomunión” Como no se oyeron trifurcas, quiere decir que la cosa funcionó.
Lo que no funcionó, no queda más remedio que decirlo, es la distribución: una mesa tan larga, que ni con trompetilla se oía a la persona que teníamos en el muro siguiente; y lo de siempre, dos equipos, uno de mujeres y otro de hombres.
¡Pues sí que he empezado yo bien, con una crónica de comida navideña!
Bueno, no todo tuvo un cariz algo displicente. Charlamos, como pudimos, nos reímos y felicitamos las fiestas.
Antes de nada, brindamos: por los compañeros que aún no estando aquí abajo, si lo están en nuestros corazones; por los que no pudieron venir, por la salud de todos y por las personas allí reunidas.
Como no podía faltar, nuestro querido Manolo Casimiro, tuvo la (poned el adjetivo que queráis, a tanta generosidad) yo diría cariño, regalando, lo pongo bien detallado para que no se olvide nada (por cierto me lo han tenido que chivatear (y eso que llevaba la agenda que me regaló Diego):
- Cruces para, Jesús Yamuza, Alfonso Belmonte y Juan Hinojosa.
- Un cuadro titulado “Las flores de Orjiva, para Lola y Manolo Sepúlveda.
- Otro cuadro para Isabel y Pacomo.
- Una mini cruz para la vitrina de Plateros.
- Dos décimos de lotería, “51.320” para todo el grupo.
- Pero aún más, abundó en su gran sentimiento de grandeza, al sortear el cuadro “Abderramán” La suerte recayó en nuestro querido compañero Antonio Camacho, que con gran alegría recibió tan preciado regalo.
¿Se puede dar más? Pues nosotros, humildemente, le hicimos entrega de un pequeño vale para que, en El Corte Inglés, se comprara aquello que buenamente necesitara para sus excelentes cuadros.
A bombo y platillo, respaldado por unos regios toneles de buen vino, se le impuso el “Solideo Vicariano” al sin par Paco Contreras. A la sazón, organizador del evento. (en cónclave, analizaremos, no la organización, sino el sitio) Algunos, más bien por el gustillo, se sometieron nuevamente a tal imposición: ¿no es verdad, Alfonso y Pedro? Por cierto, Alfonso, te deseamos la mayor suerte del mundo en tu nueva intervención, que sea la definitiva.
Así transcurrió esa comida navideña. No hubo cánticos, pero sí mucha alegría. Muchas anécdotas del pasado, dignas de ser contadas en otro apartado y del que me comprometo a hacerlas. Como a Paco Contreras lo tenía casi enfrente, pude escuchar muchas de ellas. Supongo que, en otras demarcaciones, discurrió el juego por los mismos derroteros. De Mateo también pude escuchar algunas muy buenas, como la de la ralladura en el pasamanos de la escalera, por la cual nos tuvieron dando vueltas, en el patio, durante un larguiiiiiiiisimo rato.
Y como siempre que algo empieza… Fuimos despidiéndonos y deseándonos todo lo deseable.
Que tengamos unas Felices Fiestas. Todo lo mejor para el año que viene.
Sed felices.
Andrés Osado
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Muy bien, como siempre, Andres O. Cómo siempre digo muy claro para que nos enteremos, en esta ocasión, con algunas incognitas, que ya explicarás, porque a los que no tuvimos la suerte de estar, se nos quedan al aire y sin clavo al que asirse
ResponderEliminarGracias Andrés por esta crónica, nos transporta al lugar y tiempo en que tuvo lugar el ágape. Un abrazo
ResponderEliminarMis felicitaciones Andrés, por la crónica y por lo bien que lo pasasteis.
ResponderEliminarMe quedo con la curiosidad de conocer esas divertidas anécdotas de las que fuiste afortunado testigo. Espero el momento para que nos las puedas relatar.
Te envío un cordial abrazo para ti y para toda tu familia y que disfrutes mucho con los nietos.
Una vez más el deleite de ver de la mano de un excelso cronista, a antiguos compañeros y sus esposas degustando un buen ágape conmemorando la Navidad.
ResponderEliminarFelicitar a Andrés por su sapiencia, a la hora de presentarnos el encuentro a los que vivimos lejos. A la par que animar a los compañeros presentes, a que se animen a compartir en el foro sus valoraciones y recuerdos.
Feliz Navidad a tod@s.
Juan Martín
Como veo por los comentarios de Paco Nieto y Juan Martín, no soy el único que se ha perdido un tanto en los primeros comentarios de la crónica, algunos de los cuales parecen poseer una clave exclusiva para los participantes.
ResponderEliminarMe ha parecido de justicia inexcusable hacerle a Casimiro una dotación para lienzos, óleos, acuarelas y bastidores. Con mucho gusto me hubiera sumado a la iniciativa. Este hombre ha añadido a las reuniones, encuentros, memorias, fotos, crónicas y cánticos... una nueva ligazón al grupo, distribuyendo una parte de su pinacoteca entre todos nosotros. Eso me demuestra que la generosidad en un signo evidente de la amistad.
Felices fiestas (sin atiborres o excesos, que luego se pagan) y un amistoso año nuevo para todos.