viernes, 29 de marzo de 2024

Antonio Estepa Romero - Cofrade

GENERACIÓN TRAS GENERACIÓN

«En Semana Santa intento llenarme de Jesús para después vaciarme en los demás»

Antonio Estepa Romero, montalbeño de nacimiento y madrileño de adopción, es un cofrade y seguidor de Cristo.



Entrevista:

¿Cómo llegó al mundo de las hermandades y cofradías?

Corrían los años 50. Tendría unos seis o siete años. Recuerdo que era un Viernes Santo y estaba contemplando, con mis padres, la procesión de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores. Cuando el Nazareno llegó a mi altura sentí, al mirarlo, como un latigazo dentro de mí. Aquella experiencia me empujó a pedirle a mis padres el ingreso en la Cofradía.

¿Qué significa para usted ser cofrade?

Significa pertenecer a un grupo de cristianos que se esfuerzan cada día en vivir con coherencia el amor a Dios y a los demás. Ese estilo de vida se exterioriza públicamente cada año en Semana Santa, dando testimonio y celebrando de forma especial la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.

Las cofradías reúnen a los creyentes en torno a una advocación de Cristo, de la Virgen, de un Santo, un momento de Pasión. ¿Ser cofrade le ayuda personalmente a estar más cerca de Dios y de la Virgen?

El 5 de mayo de 2013, Año de la Fe, el Papa Francisco convocaba en Roma a las hermandades y cofradías. El Papa celebró una Eucaristía en la Plaza de San Pedro. En su homilía dijo que: “A lo largo de los siglos las hermandades han sido fragua de santidad de muchos que han vivido con sencillez una relación intensa con el Señor.
Caminad con decisión hacia la santidad. No os conforméis con una vida cristiana y mediocre”. Y añadía: “En las parroquias y en las diócesis, sed un verdadero pulmón de fe y de vida cristiana, aire fresco”. Aquellas palabras del Santo Padre me hicieron reflexionar mucho sobre mi vida de cofrade, ayudándome a ser mejor persona y, por ende, mejor cristiano. 

Y al hilo de esto, ¿ayuda a transmitir la fe de padres a hijos?

Nací en el seno de una familia humilde, campesina y muy alegre. Desde pequeño observaba el amor que se tenían mis padres y crecí, junto a mi hermana, en un ambiente cálido rodeado de cariño. En él aprendí muchos valores que me han servido en la vida: la generosidad, la empatía, el valor de la palabra dada, la honestidad, el sacrificio… Con unos padres así era fácil encontrar a Dios. Con trece años ingresé en el Seminario. Estuve cuatro años en el Seminario Menor “Santa María de los Ángeles” (Hornachuelos), y dos años más en San Pelagio (Córdoba). Conocí a compañeros maravillosos, como por ejemplo a Pedro Soldado o a Manolo Vida, dos buenos sacerdotes. Aquellos seis años de Seminario marcaron positivamente toda mi vida. Recibí una educación integral humana y espiritual. Todo lo bueno que recibí he intentado transmitírselo a mis hijos.

¿Qué siente cuando ve a sus hijos o a sus nietos trabajar en el seno de la Hermandad?

En el año 1976 contraje matrimonio, en Montalbán de Córdoba, nuestro pueblo, con una mujer maravillosa y nos trasladamos a vivir a Madrid. Allí formamos una familia, siendo el Señor el centro de nuestra vida. Por este motivo no hemos podido colaborar con la Cofradía de forma activa. Siempre sentí añoranza de poder “arrimar el hombro”, y el mecanismo de defensa por el que opté fue hacerme “hombre de trono”. Mis hijos, desde pequeñitos, ya tenían la ilusión de seguir un día los pasos de su padre. Yo no dejé nunca de atizar esa llamita que ardía dentro de ellos y cuando alcanzaron la edad, ilusionados y orgullosos, se agarraron también a los varales. Los años que portamos juntos el paso del Nazareno se han quedado impresos para siempre en mi memoria.

¿Con qué vivencias se queda y qué considera que le puede aportar a sus hijos el sentirse parte de una Hermandad?

Son muchas las vivencias que a lo largo de los años he ido guardando en mi interior. Pero, sin ninguna duda, elegiría el momento de vestirnos, cada madrugada del Viernes Santo, con las túnicas moradas, ayudándonos unos a otros a que todo estuviera perfecto, y siempre con la mirada atenta de la madre. Cuando veía esas caritas de ilusión y de impaciencia por hacer un año más la Estación de Penitencia con nuestra Cofradía, era algo que siempre me conmovió profundamente.
Mis hijos nunca han perdido el

sentido de pertenencia a la Cofradía. El estar lejos les ha impedido, como jóvenes, disfrutar de muchos momentos de convivencia cofrade, pero al mismo tiempo les ha ayudado a ser más sensibles y receptivos con todos los acontecimientos que rodean la vida de la Cofradía, interesándose siempre por la buena marcha de la misma.

Cada uno aporta su granito de arena según su tiempo, pero ¿Cómo es la vida cofrade el resto del año?

Antes de trasladarme a Madrid disfrutaba de los días previos a la Semana Santa. La parroquia era un hervidero de trabajo ilusionado para que todo estuviera a punto. Siempre he recordado y valorado el trabajo de tantos hombres y mujeres que, movidos por la fe, han dado lo mejor de sí mismos. Mi vida de cofrade durante el resto del año es una continuación de lo vivido en la Semana Santa. Intento llenarme de Jesús para después vaciarme en los demás. Lucho por ser un buen discípulo de Él. Nada me gustaría más que, al observar mi testimonio de vida, comentaran de mí: “...este es uno de ellos”.

Por último, un recuerdo o una imagen especial que tenga en su cabeza junto a su familia.

Un recuerdo que resume el esfuerzo, junto a Andrea, mi mujer, en educar a nuestros hijos, es la fotografía que se adjunta en la entrevista y que condensa “Una vida de cofrade de generación en generación”.
Agradezco a Teresa Ruz, excelente cofrade y amiga, y a la Delegación de Medios de Comunicación Social de la Diócesis de Córdoba por la oportunidad de poder expresarme en esa maravillosa revista diocesana.

jueves, 21 de marzo de 2024

Nacido del corazón - Fernando Prior

CRONICA DE LA PRESENTACION DEL LIBRO “NACIDO DEL CORAZÓN” ESCRITO POR FERNANDO PRIOR CASTRO

Córdoba 21 de marzo de 2024

—Claro, Andrés, no puede faltar que hagas la crónica de la presentación del libro de Fernando Prior— Me dijo Rafa Vilas.

—Es que me da un poco de corte, relatar un acto en el que un yo intervengo como presentador.

—Venga, déjate de modestia y ponte con ello.

Tiene toda la razón Rafa. Debo hacer todo lo que sea por Fernando. Se lo merece.

Pues vamos allá.

A las dieciocho treinta, del pasado jueves, día veintiuno, estábamos un grupo de nosotros en la portada tardo gótica del Palacio del Bailío, donde sobresale la decoración plateresca del tímpano, atribuida a Hernán Ruiz II. Allí se ubica la Biblioteca Viva de al-Andalus.

Dentro, estaba ya Fernando, rodeado de su esposa, familiares y amigos. No paró de dedicar libros, a quienes amablemente los compraban.

Algunos de nuestros compañeros, cuya intención fue asistir, tuvieron que ausentarte por diversos motivos. Por supuesto siempre estamos sujetos a imprevisibles asuntos que nos trastocan las previsiones.

Siendo las diecinueve horas comenzó el acto. La sala estaba prácticamente llena. Eran muchas las personas, allí reunidas, que querían demostrar el cariño que sentían por Fernando.

En primer lugar, tomó la palabra un representante de la Editorial ExLibric, como responsable de la publicación del libro a presentar. Explicó los fines de esta editorial. Decía sentirse enormemente feliz de haber colaborado en la publicación del libro “Nacido del Corazón”.

Luego me tocó a mí. Experimentaba una gran responsabilidad, a la vez que un gran orgullo, al haberme confiado Fernando la presentación de sus sentimientos escritos.

Más o menos esto expuse:

“Conozco a Fernando desde hace más de cincuenta años. Es una persona sencilla, humilde y nada pretensiosa. Ha defendido siempre los valores de la honradez, la amistad y el compañerismo. Un enamorado infatigable de su profesión de maestro. Después de su familia, me decía, sus alumnos eran lo más entrañable en su actividad como maestro.

Aún sigue siendo un gran luchador en contra del egoísmo, de la pobreza y de la injusticia social, que tanto daño están haciendo en nuestra sociedad. Si bien, como dice, ya no con tanto ímpetu y fuerza como antes. Si embargo, en Fernando aún perdura un rescoldo. Ninguna injusticia pasa por su lado, sin que la haga notar en sus poemas. La duda, desde el punto de vista existencial, ha hecho acto de presencia en él. Relativiza mucho el mundo que le rodea, aunque sin sobresaltos. Suele decir: “lo veo todo con más tranquilidad, más sosegadamente” Ahora bien, su fe, desvestida de fanatismos y adornos deslumbrantes, es inquebrantable.

Es un entusiasta empedernido de la naturaleza. Ferviente amante de los escritores, tanto clásicos como modernos.

Le entristece lo mucho que aún le queda por hacer.

Es una persona muy dulce y de tiernas palabras de amor. Lo demuestra aún más, cuando se refiere a su esposa, sus hijos y sus nietos.”

Yo noté a Fernando, cansado, pero con una fuerte esperanza. Su rostro, a pesar de la alegría que quiere irradiar, dejar entrever el sufrimiento de su interior.

Después de mi exposición, puso un video donde resumió lo que había pretendido con este libro. El mismo lo confeccionó. No sólo para mí, sino para todas las personas presentes, consideraron su contenido tanto visual como musical, de una grandeza inconmensurable. Sencillamente rezumaba belleza por todos lados. Nos llegó profundamente a lo más íntimo de nuestro corazón.

Luego, tres amigas suyas, leyeron unos de sus poemas.

Por último, Fernando, para concluir el acto, recitó algunos poemas, aquellos considerados, para él, como más significativos de su obra.

Dentro del turno de preguntas, Pacomo, viendo las fotos tan maravillosas insertadas en el video, le preguntó si tenía algunos poemas relacionados con la fotografía. Le contestó que no. “Ya llevo tiempo que no hago fotos, mi cámara pesa mucho como para llevarla colgada.”

Posteriormente un profesor, compañero suyo, elogió, no sólo su dedicación como maestro, sino la profundidad, vitalidad y encomiable realismo, en la que está inmersa su poesía.

Ya para terminar, una alumna suya, comenzó a agradecerle todo lo que había hecho por ella. Sus lágrimas no la dejaron seguir. Todos supimos leer, en esas gotitas sinceras salidas de sus ojos y llenas de ternura hacia su maestro, lo que su corazón le quería transmitir. ¡Otro instante de emoción, como adorno y colofón de un acto tan propio de quienes amaban al escritor! Sobre todo, como esposo, padre, maestro, compañero y amigo

Esa fue, nada más y nada menos, la presentación del libro “Nacido del Corazón”.


Acceso a la galería y otros vídeos:


Vídeos de la presentación: Vídeo 1 - Vídeo 2 - Vídeo 3 - Vídeo 4 - Vídeo 5 - Vídeo 6

miércoles, 6 de marzo de 2024

Reunión Grupo Córdoba, 29 defebrero de 2024

CRONICA DE LA REUNION CELEBRADA POR EL GRUPO CÓRDOBA

Sociedad de Plateros de la calle de San Francisco


Córdoba, 29 de febrero de 2024

Alguien dijo entre el murmullo de quienes esperábamos la apertura de Plateros: “la próxima reunión la celebraremos, dentro de cuatro años “

Que si quieres arroz catalina. Tenemos ya nuestras mentes para muchos acertijos. Alguna cara de incertidumbre apareció entre los reunidos.

Como el expresivo Carlitos había sido el que a los cuatro vientos había derramado tanta sapiencia, le pedimos explicación. Menos mal que derrama sapiencia por doquier, enseguida nos sacó de dudas. “Se trata de un año bisiesto y como tal, el día 29 de febrero, día de hoy, no volverá a repetirse hasta dentro de cuatro años.

Eso me lo podía hacer dicho a mi, antes de hacer la convocatoria y no la hubiera indicado para el día 1 de abril. ¡Cosas de la edad!

Rafael, nuestro anfitrión, se quedó perplejo y boquiabierto al oír eso de hasta dentro de cuatro años.

¡Menos mal que tenemos a Carlitos!

Nos habíamos presentado una buena charpa de amigos. Alguno más de lo que venía siendo frecuente.

Una vez servidas las copas, su santidad, Sr. Sánchez impuso el solideo vicariano a nuestro querido amigo Pablo Adarve, quien con gran alegría y satisfacción aceptó ese honorable nombramiento. Quedó, pues, incardinado en el “Grupo de Vicarianos” Fue tal su gratitud hacia todos los presentes que nos obsequió con unas tapitas.

Como siempre nuestra amigable tertulia tocó todos los palos relacionados con lo divino y lo humano. Por qué no decirlo, del Madrid y del Barcelona –por cierto, sin acritud–

Tiramos de hemeroteca, al hilo del futbol, al realizarse pesquisas sobre quién vendía pipas en los partidos, que veíamos en la tele de San Pelagio. No hubo duda, casi unánimemente se indicó el nombre de Manolo Vida. Sin embargo, al referirnos a quiénes cortaban el pelo en el seminario, se mostró algo de inseguridad en aceptar que Pacomo era uno de ellos. ¡Con la iglesia hemos topado! El cuestionado, tiró de móvil y nos mostró todos los artilugios que usaba en su faena de peluquero. No obstante, quedó demostrado históricamente, aún con más rotundidad, por el sacrilegio tan aterrador que, el susodicho peluquero, cometió en la cabeza de Paco Raya, al dejarlo al cero patatero. No fueron excomulgados, pero casi. Por lo menos quedaron apartados de la comunidad durante algunos días.

Echamos un buen rato. Nos alegramos de vernos y de contemplarnos tan jóvenes. ¡Ole la gracia, que no se puede aguantar más!

Como siempre cada uno para su casita, después de la foto general.

Hasta otro 29 de febrero, sed buenos.

Córdoba, a bisiesto de 2024


P.D. El próximo día 21, a las 19 h. en la Biblioteca Viva de Al-Andalus, nuestro querido amigo Fernando Prior, va a presentar su último libro “NACIDO DEL CORAZÓN”. Le gustaría mucho contar con la presencia de quienes podamos. Vamos a hacer un esfuerzo y acompañarle en este acto.