BAJO EL SUSURRO DEL SEMINARIO DE SANTA MARÍA DE LOS ÁNGELES
Restaurante los 3 Califas (Córdoba) |
Por unas horas el patio de Los 3 Califas, de alegre y acogedora vestimenta arabesca, se convirtió en el centro universal (de todas partes de España acudieron a la llamada) de nuestro mundo conocido. También, por unas horas, el pasado se hizo irremisiblemente presente: quizás ambos, se hicieron uno.
Pero otra palabra, “épico” podría entronizarse en este momento para determinar el viaje emprendido por un compañero y su “Fargo” o fragoneta. Desde allá de las Palmeras, como rey mago de oriente, se había encaminado nuestro amigo Miguel. Cuentan las malas lenguas que su fragoneta, por un momento se convirtió en ese coche de Pedro (el de Los Picapiedras) Desde el exterior parecía que, en vez de ser las ruedas quienes la impulsaban, eran los propios piés de Miguel los que ejercía de tal parecer. ¿Es posible imaginarse la situación?
− ¡Señor, algo cuelga por debajo de su coche! –le indica una voz a nuestro alegre viajero.
El, como si nada ocurriera, seguía su marcha. Seguro que sabía perfectamente lo que ocurría, la conoce perfectamente, pues es su irresistible compañera. Ya en nuestra bendita tierra, el ruido delata claramente el hecho. Algo se estaba desprendiendo de los bajos del coche. Después de jugar al escondite con Pacomo: no lograban encontrarse ni “pa tras ni pa lante” y antes de llegar a la cochera, los cansados bajos deciden apearse por su cuenta, sin más contemplaciones. Allá quedan tirados por el suelo, totalmente inservibles. Así de fácil. Así es Miguel.
Relatar el hecho de cómo sus señorías deglutieron los alegres manjares, es cosa fácil. Casi a los diez minutos de iniciar “la marcha” no quedaban aperitivos que llevarse a la boca. ¡Eh! Cuidadín, ¡hubo camarales! Esos no pueden faltar en nuestra mesa. Aunque, a decir verdad, en un buen bocata saben mejor. Un inciso, ¡alegría de camareros! Y una cosa curiosa: el plato principal se sirvió por riguroso orden de llamada, o lo que es lo mismo a la voz de “nombre y apellidos” ¿Acaso suponían que alguien iba a comerse un doble plato? Todo correcto, novedoso y perfecto.
Trompetas y timbales, tronaron por doquier. Un silencio cortante se produjo en el recinto. Nuestro coronado tricolor, que diga… de la triara en ristre, se dirigió lenta y solemnemente para ungir a los nuevos purpurados. Con el boato que le caracteriza, nuestro excelentísimo señor Francisco Sánchez y Sánchez, también conocido como “regulador y campanero” realizó el acto, a la forma y modos acostumbrados. Se dirigió hacia los afortunados e imponiendo sobre sus cabezas el reglamentado artilugio o solideo purpúreo (más bien solinosotros) quedaron investidos como nuevos “purpurados vicarianos” Tal honor recayó sobre: Rafael Ruiz-Ruano, Agustín Fernández, Francisco Molina, Agustín Madrid, Miguel López y Manolo Vida. Y tras los vítores y aplausos, continuamos para bingo, o sea… comiendo. (Las fotos de podrán ver en nuestra página del facebouk de santamaria de los ángeles).
Como no podía faltar, nuestro eficaz Director Musical, Paco Molina “Moli” repartió gustosa y servicialmente, las letras de las canciones que debíamos interpretar y a la voz de ya ¡sonó el coro de angelinos vicarianos! Maravilloso, colosal, altísimas (entiéndase altísimas por lo de desgañitarse) pero salió. Como también salió, y con un notable alto, el himno, el que con grandes esfuerzos por su parte, está logrando Moli, llegue a ser una virtuosa realidad. Seguro… para Lucena sonará majestuoso. ¡Bravo Moli! Es digno de alabanza el esfuerzo que viene realizando. Siguiendo con la interpretación de canciones, decir que se derrochó valentía. ¡Como niños pequeños, que somos, interpretamos nuestras canciones de siempre! A veces, ese patio, se convertía en el otro patio de Santa María de los Ángeles. ¿Nuestra realidad alterada? No, es que somos así, cuando cogemos el hilo de nuestra niñez no hay quien nos pare. ¿Quién dice que retrotraernos al pasado es signo de…? Es signo de felicidad, de vivir nuestra hermandad en grado sumo, de considerar que lo vivido en aquellos tiempos, dejó algo irrenunciable. (Bueno, ya está bien, que me cuelo) Es que es verdad, echamos un rato genial. Incluso las sillas parecían que nos daban calambre, pues por momentos había más gente de pié que sentada, charlando con otros más lejanos a los que ya la voz no alcanzaba. Bueno las voces de Agustín Madrid, Pacomo y Rafa Raya sí alcanzaban… y cómo alcanzaban. Se les oía desde la calle. Y si no que se lo pregunten a quienes de vez en cuando iban a echarse su porrete (mejor dicho su cigarrillo) en el dintel de la puerta.
Por cierto ¡qué frio hacía en esos cuartos de baño! (Creo que pega más decir retretes por aquello de lúgubres y recónditos. Esto lo digo ahora porque me lo han recordado los que salían a lo del cigarrillo, al fresquito de la calle)
Ya tocó la despedida e incluso la cantamos. Poco a poco volvieron a saltar las chispas, pero esta vez aderezadas con el color verde de un hasta pronto.
Como siempre, esas personas de “mal vivir y sin jartera” continuamos un rato más, tratando de robarle hojas y rayitas al tiempo.
Hasta pronto.
Sed buenos.
Andrés Osado
Córdoba, 17 de diciembre de 2016
Día inolvidable, me faltan calificativos para describirlo. F.S.S.
ResponderEliminarVerdaderamente lo fue.
EliminarGran cronista, como siempre tocayo.
ResponderEliminarGracias a ti y a tu valiosa ccompañía. Un abrazo
EliminarEn hora buena d. Andrés, magnifico resumen de un estupendo fin de semana y una maravillosa comida.
ResponderEliminarMuy bueno el apartado de "La Fragoneta".
Un abrazo.
Este tio no tiene arreglo. Otro para ti
EliminarMemorable,por no decir impresionante, todavia estoy con las mandíbulas doloridas de tanto reir.
ResponderEliminarAndrés eres un Crac con tus crónicas.Un abrazo.
Isabel Valle
Gracias Isabel. Un besito
EliminarUNA OBSERVACION: NO HUBIERA QUEDADO TAN BIEN A NO SER POR EL ESFUERZO DE RAFA VILLAS. EL ES COMPLICE EN EL 50%. GRACIAS RAFA
ResponderEliminarAndrés, un compromiso ineludible (estuve fuera de Córdoba) impidió mi presencia allí, pero mi mente estuvo con todos vosotros. Gracias por aportarme al menos el relato y lo vivido de la reunión. Un abrazo. Antonio Gómez !!!FELIZ NAVIDAD!!!
ResponderEliminarUn dia y un fin de semana extraordinario, cuando leo estas cronicas de tan alto e insigne relator me emocionó y ver tantas caras de niños de hace más de 50 años es un placer y un honor de estar en este grupo, irrepetible e inigualable. Gracias a todos amigos.
ResponderEliminarSobrestimas mi colaboración, nuestra cariñosa amistad te lleva a sentarme a tu mesa en el Parnaso y yo me siento orgulloso de compartir contigo el vino de tu copa que tan generosamente me ofreces, pero las musas te han tocado a ti, querido amigo. Yo solo reflejo, con los instantes que otros amigos con maestría capturan, la gracia que tu trazo va dejando sobre estos viejos pergaminos que al contacto de la pluma rejuvenecen y ríen como chiquillos. Un fuerte abrazo, amigo mío.
ResponderEliminarMenos mal, que como tú estimas (para mi erroneamente) no estás tocado por la musa. No sé, entonces, quien te ha inspirado estas hemosas palabras que has vertido por aquí. Cachis en diez, que hasta me has hecho verter unas poquitas lámigras. No te guardes estas cositas y deleitanos con más frecuencia. Un abrazo y gracias por estas emocionantes letras.
ResponderEliminarAndrés enhorabuena por tu crónica, eres el más fiel notario de estos encuentros, que como este de Navidad, se ha convertido en un clásico. Alegría de veros tan felices y que así sea por muchos años.
ResponderEliminarCoincido contigo en el comentario anterior sobre Rafa Vilas. Nos tiene "castigados" sin su prosa, por alguna extraña razón que logro comprender. Desde aquí le animamos a que escriba sobre los innumerables recuerdos que tiene y que en nuestras reuniones no para de contar.
Un cordial abrazo.
Cada uno ponemos un cachito y, entre todos, construimos una gran vidriera resplandeciente. Un abrazo
EliminarLo dicho: no estuve, pero estuve, tal es la capacidad de creación que tiene tu prosa, haces vivir aquello que describes; creo que tu vuelves a revivirlo cuando lo rememoras y por ello puedes darnos a los que no asistimos la posibilidad de experimentar la amistad, la alegría y el fragor fraterno que os envolvía, eskerrik asko Andres Jauna. Y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarCiertamente es así. Otro para tí. Eskerrik asko Francisco. Jauna.
EliminarQuerido, Andrés, día a día te vas superando en describirlo que has vivido. Lo difícil lo haces fácil porque le echas todo lo bueno que llevas dentro. Un abrazo muy fuerte, y una Feliz Navidad para ti, para los tuyos y para la gran familia de Los Ángeles.
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