Manuel Rafael Muñoz Medrán

Manuel Rafael Muñoz Medrán y Soledad

Nos ha dejado nuestro compañero Manuel Rafael Muñoz Medrán. Desde estas páginas queremos unir nuestro dolor al su esposa Soledad, nuestra queridísima amiga, así como a todos sus familiares y amigos.

Manuel Rafael había nacido el 17 de febrero de 1954 en la localidad cordobesa de Dos Torres. Ingresó en el Seminario Diocesano de Santa María de los Ángeles, en Hornachuelos, en el curso 1964-65.

Córdoba, 30 de enero de 2021

FUNERAL

Nuestro compañero y sacerdote Manuel Vida Ruiz, ha celebrado en el día de hoy las exequias fúnebres por nuestro compañero Manuel Rafael.

Dejo aquí sus palabras introductorias:

Todos estamos afectados y conmovidos ante la muerte de Manolo y desde el afecto y la solidaridad, estamos aquí con vosotros, compartiendo nuestra condolencia y esta celebración de despedida. Desde la fe, los creyentes oramos y proclamamos el único mensaje que puede aportar luz de esperanza en estos momentos: el del misterio salvador de Cristo Jesús: En su muerte y resurrección.

HOMILIA

Punto 1.-

La muerte, una vez más se ha llevado a uno de los nuestros. En estos momentos de profundo dolor, ni se puede explicar la muerte de Manolo y cuesta dar consuelo ante tan profunda pérdida: un hombre sensible, servicial alegre, bueno, cariñoso, (De niños en el Seminario. Adultos en encuentros). Un buen profesional en puestos de responsabilidad en Correos.

• Sentimos y sentiremos la herida profunda de su ausencia. El vacío que deja, tanto más, cuanto más grande haya sido el afecto sentido por él. Quedará en nuestra vida y en la memoria de los que lo hemos querido.
• Cuando el mal y la muerte golpean nuestras vidas, sentimos que se hunden nuestras convicciones y nuestra fe.

En el libro de las Lamentaciones de la primera lectura de hace 25 siglos su autor escribía: “me han arrancado la paz y ni me acuerdo de la dicha; me digo, ya no tengo fuerzas y ni creo en Dios, fijaos en mi aflicción y en mi amargura, en la hiel que me envenena... Pero hay algo que recuerdo y que me da esperanza: que la misericordia del Señor no termina nunca, El es fiel a sus promesas, y las renueva cada mañana.”

Punto 2.- Y recordamos además, que desde hace más de 2000 años, pasó por este mundo, un hombre, Jesús de Nazaret, que vivió para hacer el bien a los demás, que nos habló de que existe un Dios que es Padre, que nos ama y nos dará la vida eterna. Este hombre nos enseñó, cómo vivir siendo verdaderamente humanos. Murió ajusticiado en la cruz. Pero desde ella, nos da su última enseñanza: Se puede vivir y morir confiando en Dios. Confiando en que el bien es más fuerte que el mal. Confiando en que la vida y el amor son más fuertes que la muerte. Luego sucedió la resurrección, la alegría inmensa de aquellos discípulos que lo sintieron vivo. Nosotros también hacemos aquí memoria y recuerdo de esta realidad, porque es la historia de Dios con nosotros, es la historia de cada uno de nosotros, es la historia de Manolo..., vivo ya para Dios.

Y termino con esta oración: «Manolo: Estamos aquí los que te queremos. Quedarás en nuestra vida, en la memoria y corazón de los que te hemos apreciado. Pero ahora no sabemos qué hacer por ti. Nuestra fe es pequeña y débil. Te confiamos al misterio de la Bondad de Dios. Él es para ti, un lugar más seguro que todo lo que nosotros te podemos ofrecer. Sé feliz. Dios te quiere, como quizás nosotros no hemos sabido quererte. Te dejamos en sus manos».

ORACIÓN DE LOS FIELES:

Hermanos: Invoquemos con fe a Dios Padre misericordioso que resucitó de entre los muertos a su Hijo Jesucristo para la salvación de todos:

• Para que afiance al pueblo cristiano en la fe, la esperanza y el amor, roguemos al Señor. Todos: TE LO PEDIMOS, PADRE.
• Para que libere al mundo entero de todas sus injusticias, violencias y signos de muerte. OREMOS al Señor.
• Para que acoja e ilumine con la claridad de su rostro a todos los que han muerto en la esperanza de la resurrección, OREMOS al Señor.
• Para que reciba en su reino a Manolo y a todos los difuntos de nuestras familias. OREMOS al Señor.
• Por todos los que sufren por la muerte de algún ser querido, para que la fe en la resurrección de Cristo les ayude en esos momentos difíciles. OREMOS al Señor.

Que la fe en Cristo mueva nuestros corazones para dar frutos de solidaridad y de justicia, por Jesucristo Nuestro Señor.

Córdoba, 31 de enero de 2021