lunes, 26 de septiembre de 2022

Se nos jubila El Añoro

Merecido homenaje

Como ya sabéis, días pasados La Asociación Española de Derecho Mercantil ha homenajeado a nuestro ínclito amigo Agustín, en un Congreso celebrado en la Universidad Pablo de Olavide, con motivo de su ya inminente jubilación. 

Total, tampoco era para tanto... ¡Para dos horitas lectivas semanales que es lo que da el tío!...

Pues sí, se nos jubila nuestro querido añoro. Pero yo no me fío, con este hombre nunca puedes estar tranquilo: un pajarito me ha cantado que ya lleva un año metido en la Licenciatura de Filosofía como un alumno más. ¡Un añoro filósofo!!! Añora, sin duda, a su gran maestro en san Telmo, el profesor Garrido Luceño, cuyos apuntes de clase los escribía a máquina sobre la marcha. Éste, como se lo proponga, deja en mantillas a Kierkegard y a Heidegger.

Se nos jubila Agustín. El hombre camaleónico. Pueblerino en el pueblo y catedrático en la ciudad; blando en el agasajo y férreo en la exigencia; campechano en el bar y rígido en la tarima; un paisano más en la Añora y autoridad mundial del comercio en Nueva York, Viena o Tegucigalpa. Un hombre sencillo y familiar, y a la vez sobresaliente y conspicuo.

Se jubila, sí, un hombre insaciable a quien en su día diagnostiqué de huérfano del núcleo hipotalámico de la saciedad, pero rebosante de neuronas del gozo; un bon vivant sin pijotadas; un disfrutón de la vida. De una vida sencilla, en familia o entre amigos.

Se nos jubila el amigo más vitalista y positivo; el que venció con optimismo al tifus, a la meningitis y al cáncer; el que me conmueve con su mono azul, su bicicleta mohosa y su sombrero de paja; el que escandaliza a la concurrencia con sus estentóreas risotadas.

¡¡Larga vida para él, el más añoro de todos los noriegos!!

Clica sobre la imagen para ver el artículo publicado por la UPO

Jose Mª Rivera Cívico "El Fili"

sábado, 24 de septiembre de 2022

Homenaje a Antonio López Sicilia - Sociedad de Plateros de San Francisco

UNA JUBILACION QUE NO FUE UN ADIOS, SINO UN HASTA SIEMPRE 

Reunión del grupo de los vicarianos de Córdoba

En la Sociedad de Plateros de la calle de San Francisco

Córdoba, 22 de septiembre de 2022

El día 20 pasado, había quedado con Pacomo para, entre otras pláticas, saber del estado de su operación.

Cuando ya paseábamos a la fresquita de la mañana, me advirtió que Antonio López Sicilia, dueño de Plateros, nos dijo que nos daría un perol por su jubilación. Dicho y hecho, le llamamos y nos dijo que estaba esperando a que le avisáramos del día que mejor nos viniera a todos, menos el fin de semana.

Para no darle mas vueltas, consideramos que el mejor día era el jueves de esa semana. La fortuna quiso que nos encontráramos con Rafael Serrano, nuestra tabla de salvación como viene siendo costumbre. Propuso hacerle una placa de la cual el se encargaría. Solo necesitaba texto y escudo. Sin dilación alguna nos pusimos a organizar. Como siempre, la lista de rigor y Rafael, ya con el texto y el reconvertido escudo de Santa María de los Ángeles-San Pelagio (realizado por Rafa Vilas) encargó la placa. Antonio ya supo del día y todo marchando.


A las trece horas del día en cuestión nos dimos cita en la puerta de Plateros: (como en el teatro, por orden de aparición) Rafael Serrano, Antonio Martínez, un servidor, Antonio Hidalgo, Pacomo, Carlitos, Diego, Pepe López, Paco Raya y Manolo Vida.


A la voz de ya, esta vez no hubo campana que avisara, nos entramos al salón, donde estaba dispuesta la mesa. Rafael Serrano tuvo que irse con antelación debido a las tareas de abuelo, que no pudo eludir. Sentimos su ausencia, pero a igual que todos los no presentes, fueron tenidos en cuenta.

Nos sirvieron la bebida y como Antonio debía marcharse, pasamos a entregarle la placa. Carlitos en nombre de todos hizo los honores: dándole las gracias por habernos dejado su casa y deseándole mucha salud y felicidad. Hay que decir que Antonio se sintió muy emocionado. Alguna lagrimilla dejó entreverse en sus mejillas. Resultó un momento conmovedor y sincero.

Luego la tertulia, haciendo hincapié en aquellos primeros momentos en que empezamos con estas reuniones. Hubo recuerdos para todos y para quienes están en el otro lado.

Dio para mucho el tema pues creo que no quedó momento importante sin recordar.

No, no vayáis a pensar que ahora voy a decir eso de “caramales”. Esta vez no hubo bocatas sino un buen queso, embutido variado y una excelente paella. ¡Estaba riquísima! Buena cuenta dimos de todo.

Eso si, como toda reunión de las nuestras, se tomaron algunos acuerdos.

1.- Cambiar los encuentros de fin de mes. Seguirán siendo fin de mes, pero en lugar de los jueves serán los miércoles y en vez de por la noche, al medio día. MIERCOLES FIN DE MES A LAS 13H.

2.- La próxima reunión del mes de octubre, la vamos a cambiar por una avanzadilla hacia el seminario Santa María de los Ángeles. Ya lo comunicaremos la semana que viene. No se trata de la reunión general, sino para preparar la reunión de primavera.

3.- La Comida de Navidad, tenemos previsto celebrarla en el Restaurante el Bandolero, el día 14 de diciembre, sobre las dos. Precio aproximado 33€. A las doce treinta, de ese mismo día, queremos celebrar una Misa, a poder ser en el Seminario, por aquellas compañeras y compañeros que nos han ido dejando. Así como por la salud de quienes vamos quedando.

De esto le daremos traslado a Antonio Luna, como encargado general la convocatoria de estos eventos.

Y por hoy no hay más que contar

Os deseo mucha salud.

 ¡¡Vamos palante!!


Andrés Osado

jueves, 15 de septiembre de 2022

Juan Martín - Control de calidad a nuestra conciencia

Las monjas con sus cánticos, representaban la otra cara de la condición humana proponiendo Solidaridad y Esperanza desde la Fe.

Entonces recordé las noticias sobre las víctimas, y las familias que huían de las bombas.

La destrucción gratuita de personas y poblaciones, es un hecho imperdonable.

Las noticias mostraban imágenes de ciudades bombardeadas y de víctimas abandonadas en las calles. En pleno siglo XXI no se entiende que naciones desarrolladas, hoy elijan la guerra ocasionando miles de víctimas civiles y militares, para resolver problemas de tipo político o demográfico. El futuro de la humanidad se merece otra solución.

Nos vino el cambio climático, el virus, el volcán, y ahora la plaga de la guerra. Estamos viendo morir a población civil y a soldados, sin saber el por qué de tanto desastre. La democracia en retroceso, por un caballo de Atila que galopa desbocado.

El calentamiento y el precio real de los combustibles, nos llevarán a una crisis económica global.

Está claro que el Planeta sigue su curso evolutivo aun a pesar de los desastres de cada época. Siempre hubo guerras, pandemias y hambre, pero iban con lanzas y en carro. En este siglo XXI se debería haber aprendido algo, para avanzar conjuntamente hacia el futuro.

Una contagiosa alegría inocente traspasaba la pared del colegio.

El Sol matinal animaba a salir de casa para despejar la mente, así que haciendo caso al consejo del médico, mi mujer y yo nos pusimos las zapatillas y salimos a la calle con precaución, para no pisar entre las hojas las heces de algunos canes que sus dueños no retiraron: Eso también es otra forma de asumir en primera persona, el concepto de la democracia mal entendida en los espacios públicos.

A medida que avanzábamos, se empezó a escuchar en la calle el barullo característico del patio de un colegio infantil.

Ahora casi no se ven pájaros volando, y aquellos niños y niñas llenaban con sus juegos el aire de alegría, animando la mañana saturada por el tráfico.

Los padres siempre hemos admirado el candor infantil.

Algunas mamás y papás en la puerta daban los últimos consejos a sus hijos, colocándoles bien la mochila antes de entrar en el colegio. Los hijos son la continuidad ante el futuro, por encima de penalidades y virus.

Las crías de cualquier especie son cuidadas con mimo por sus madres, la protección de los hijos es un néctar espiritual que va en la genética de todas las especies. La vida es el motor del crecimiento que ha propiciado la perfección física de las funciones, y los seres humanos no somos una excepción. La culminación de ese recorrido de millones de años, hoy se resume en la inteligencia, la civilización, y en los valores morales.

Caminábamos a buen ritmo, mientras iba distraído con aquellos pensamientos.

El tráfico fluía incansable y el olor característico de los gases del motor mal quemados, se filtraba por la mascarilla llegando nítido hasta la nariz y pasando a los pulmones de forma inapelable, provocando a veces un carraspeo recurrente.

Íbamos en paralelo a la salida de la ciudad, cuando divisamos el edificio del Museo de la Ciencia, un centro que difunde el avance tecnológico y la cultura. Sin saber por qué me vino a la memoria mi época de aprendiz de herrero, cuando Antonio, Paco y yo con un mallo en la mano, golpeábamos sincronizados las rejas al rojo vivo justo donde Juan el maestro herrero, nos señalaba con su martillo. Una forma de convertir con el trabajo ordenado un trozo bruto de hierro, en algo útil para sembrar campo.

Aquel Monasterio de estilo Modernista parecía una Iglesia

Tocaba dar la vuelta y regresar a casa, así que rodeamos el enorme edificio del Museo para volver, cuando la silueta esbelta de una Iglesia Modernista con fachada de ladrillo visto nos llamó la atención, estaba adornada con grandes vidrieras.

Ante la puerta de entrada había un espacio no muy amplio, en cuyo lateral se encontraba instalada una pequeña tienda en la que se podían comprar dulces y recuerdos. Luego supimos que el edificio no era una Iglesia, sino que aquella era la entrada del antiguo Monasterio Cisterciense de Santa María de Valldonzella.

Vimos cruzar la puerta a varias personas sin detenerse, y las imitamos para conocer su interior. Iban a oír misa, dentro pudimos admirar los altos arcos y vidrieras junto al altar sobreelevado. Unas diez monjas todas revestidas con un hábito blanco, empezaron a entonar un dulce canto acompañadas por el órgano, y enseguida entró el sacerdote para oficiar la Misa. Entonces nos quedamos escuchando la armonía de aquel coro.

Misa cantada por religiosas Cistercienses

Me pareció ver que eran dos formas de entender el Mundo. El Museo de la Ciencia estudiaba el Planeta examinando la evolución y todo tipo de formas de vida, en cuya cima el cerebro humano destacaba claramente.

Y ante aquel Altar, partiendo de la humildad de reconocerse frágiles criaturas, aquellas monjas cantaban para honrar a Dios Creador del Mundo. Era la actitud lógica de la sensatez, reconociendo la Bondad que convirtió la nada en Valores. Una Mano Creadora que tejió neuronas y órganos para descubrir el Conocimiento, y alcanzar los Valores Espirituales.

Aquellas palabras de Compasión contrastaban con la brutalidad de la guerra.

Mientras escuchaba atento junto a mi mujer los cánticos de las monjas, deduje que las personas necesitábamos sentir la trascendencia de nuestras vidas. En el Seminario nos enseñaron a valorar lo que cada persona somos, desde un respeto hacia los demás que empieza por uno mismo como integrante de este Mundo. Se debía mirar con los ojos del Evangelio, que nos aportó la Esperanza en una Trascendencia más amplia.

Un canto familiar me sacó de mis pensamientos: "Padre nuestro que estás en el Cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el Cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, y perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal”…. Amén.

La oración de Jesús pedía amparo a Dios, como única alternativa a esta vida material.

Las oraciones cantadas por las monjas no necesitaban traducción

Hacía tiempo que no asistíamos a una celebración litúrgica de ese nivel, así que mi esposa y yo decidimos sentarnos en un banco, y escuchar hasta el final aquel regalo matutino de oír una Misa cantada por diez monjas Cistercienses.

No cabe duda de que aquellos cantos de las monjas eran alabanzas a la inmensa Bondad de Dios, reconociendo su Misericordia. Y a Cristo resucitado ensalzando su Gloria ante la dura realidad actual de una sociedad ciega. El canto era un bálsamo de esperanza ante nuestra insignificancia material, como criaturas vivas existentes en el Cosmos.

Allí sentado, sentí la misma emoción que en los Ángeles

Intenté afinar el oído por si reconocía la letra, pero los cantos y la música eran nuevos para mí, y seguir los contenidos de aquellas blancas voces me resultaba difícil.

Sin embargo, el conjunto respondía al mismo esquema que vivimos en el Seminario, cuando nuestros profesores nos explicaban hace cincuenta años el profundo significado del Padre Nuestro, la primera oración que Jesús enseñó a sus Discípulos.

Una forma de ubicarnos entre todo lo que nos rodea, el lugar que cada uno ocupa en el Mundo, seres únicos que amamos y sufrimos frente a todos los avatares de la vida, ya desde el mismo nacimiento.

Las monjas parecían repetir, que solo desde la humildad se intuía la Bondad del Dios que nos pensó, y que ante los desafíos de este Mundo, solo sirve la Fe y cumplir su Mandamiento.

La violencia de las guerras representaba el fracaso del proyecto humano.

El repaso del presente entre los muros de aquel antiguo monasterio, nos parecía algo triste si no fuera por la llama de esperanza de aquellas súplicas suspendidas en el aire, para iluminar la mente de quienes gobiernan en el mundo.

Un laboratorio enorme este Planeta, gestionado desde el nacimiento de la vida de forma magistral por un Impulsor, que ahora seguramente no permitirá que se destruya de esta forma tan burda, a base de estupidez, contaminación y bombas.

Era un bálsamo para el alma saborear aquel recogimiento oyendo cantar a las monjas, la música nos hacía ver las diferencias que existían entre la fecundidad de la paz, y la destrucción de vidas y ciudades para alcanzar liderazgos políticos.

Hace cincuenta años en los Ángeles, la Misa tenía la misma solemnidad melódica que estas monjas conseguían con sus cantos, se buscaba de igual manera elevar a Dios una plegaria de reconocimiento, de iluminación ante el futuro en la vida, y de amparo y perdón por los errores cometidos.

Recordaba las voces de mis compañeros cantando el Tantum Ergo, el Pange lingua, o la Salve Regina.

El regreso a casa lo hicimos a buen paso, pero ahora íbamos más reconfortados después de oír la sentida petición por la Paz, que las monjas hicieron en aquel Monasterio.

Juan Martín

sábado, 10 de septiembre de 2022

Reunión G. de Córdoba, 25 de agosto de 2022

CRONICA DE LA REUNION CELEBRADA EN LA SOCIEDAD DE PLATEROS

Córdoba, 27 de agosto de 2022

Un día más, como ya viene siendo frecuente, comenzamos la reunión brindando por quien nos había dejado hacía unos días. En esta ocasión se trata de nuestro compañero

Francisco Castro Jiménez.

Va por ti, querido compañero Paco:
Tuvimos la gran Suerte de conocer. Unos por más tiempo que otros.

Dejaste un grato recuerdo en todos nosotros. Degustamos juntos, los manjares de Plateros y nos deleitamos con los relatos de nuestras experiencias en aquellos peroles, que tuvimos la suerte de compartir en ese salón tan emblemático para nosotros. Pasarás a estar juntos a nosotros, además de en la querida vitrina.

GRACIAS POR TU AMISTAD QUERIDO PACO.

Brindamos también por la salud de esta Gran Familia del Seminario de Santa María de los Ángeles.

Sabíamos que muchos de vosotros estabais de vacaciones. A pesar de todo consideramos oportuno reunirnos, aunque fuéramos pocos. El caso es reunirse y pasar un rato agradable.

Como aquello de que la cabra siempre tira al monte, nuestras conversaciones que, de una u otra manera empezaban por temas diarios y personales (de gran valía) siempre terminaban retrocediendo a tiempos pasados. Buen repaso le pegamos a todo nuestro pasado.


Pero esta vez le dimos fuerte a plantearnos una realidad irrefutable: “Nos hemos hecho mayores” Manolo Vida, el respecto de ello nos contó como no hace muchos días una persona, refiriéndose a el dijo: “sí, ese cura mayor”. Yo digo que será mayor, pero ¿a que no lo aparenta?

Como éramos pocos, pero bien avenidos, tuvimos una fructífera tertulia. No faltaron las sonrisas que a eso no hay quien nos gane.

Como tampoco nos gana nadie a tomarnos esos:

Bocatas de caramales y de atún con tomate; a veces aprieta el hambre y cae también alguno de jamón. A lo hecho pecho.

No podían faltar acuerdos:

-Para que no nos pille el toro, esta vez, vamos a preparar, con tiempo suficiente, la Comida de Navidad. Rafael Serrano, con esa gran virtud de servicio, que le caracteriza, se responsabilizó de ofrecernos sitio y menú. Se comunicará a su debido tiempo.

-Como Antonio, dueño de Plateros, se jubila para el próximo mes de septiembre quedó poner en práctica el compromiso adquirido hace tiempo, de ofrecernos un perol allí en Plateros. Será al medio día, como en otras ocasiones. Ya nos diría la fecha, en la que quizás no podamos decidir nosotros.


Una gran noche la que mantuvimos el jueves 25.

Ya estamos esperando la siguiente, como debe ser.

Mucha salud y vamos "palante".

Andrés Osado Gracia