REUNIÓN DEL
GRUPO DE CÓRDOBA
Taberna de Plateros, jueves 30 de junio de 2016
El día había transcurrido como siempre, con
las tareas cotidianas a las que ya estamos acostumbrados, a pesar de sus
correspondientes alteraciones del orden establecido. Pero en el acontecer de
hoy, algo esperado y reglamentario había dado un toque especial a su devenir.
Es el jueves de los locuelos de Hornachuelos…
¡Qué casualidad! En el autobús, que me conducía al sitio de
reunión, iba escuchando Radio Clásica y más concretamente la interpretación de
unas piezas gregorianas. En ese momento pensé que los dioses estaban preparando
mi espíritu para entrar con buen pie en ese “sacrosanto recinto” muy conocido por todos ustedes, pues no es la
primera vez que hablamos de él. En la parada de Fuentes Guerra he de interrumpir mi ensimismamiento al tomar
asiento junto a mí, nada y más y nada menos que nuestro entrañable amigo MAM
(Manuel Aranda) ¡Cuánto tiempo llevaba sin verlo, estaba con una apariencia
fenomenal! ¡Con lo malito que lo habíamos visto en su última comparecencia!
La entrada fue apoteósica, no por mi presencia,
sino por la de Manolo Aranda… a todos les causó la misma impresión y alegría
que a mí. Celebramos su mejoría y le deseamos lo mejor.
Foto: PacoMo |
Pero mi sorpresa fue morrocotuda al observar
dos zagales, plantados detrás del mostrador. ¿Dónde estaba la hierática,
enigmática y sobrecogedora figura a la que mi espíritu ya se había preparado
para contemplar? Enseguida me aclararon que había pasado a mejor vida, no a la
inmortal sino a la terrenal… ¡se ha jubilado!
Al lugar le faltaba algo sin esa presencia; sin la sorpresa que causaba
al plantarse a las espaldas de uno y preguntar, con esa voz: ¿Qué va a tomar?
En su lugar… dos mitades que quizás
superpuestas llegaran a alcanzar la altura de aquel servicial y espigado
camarero de la triste figura. Dos mitades… una sonriente y la otra… la otra no
me atreví a calificarla: ni triste, ni alegre, en ella no se movía ni un
músculo. ¿Habría sido seleccionado para no desentonar, en demasía, con lo
arcaico del lugar y lo entrañable del camarero anterior?
Eran
el “yin y el yang”, las dos caras de ese teatro griego donde estábamos celebrando
nuestra reunión “juevenil”
Después de la animada conversación provocada
por esos dos nuevos y serviciales camareros, pasamos a festejar, por medio de una
invitación de Antonio Gómez Ramírez, el nacimiento de su nieta Claudia, otra
personita más que vino a incrementar este gran grupo y por supuesto a causar
una gran “secreción salivar” a nuestro querido abuelo y compañero. (Está chochito perdío)
Animada tertulia se creó, la celebración y los buenos deseos de salud y
felicidad para Claudia. Recuerdos, anécdotas, propuestas, fueron amenizando la
velada. Se notó que ya el verano había hecho acto de presencia, al ser más
reducida, de lo normal, la concurrencia de compañeros. Pero no por ello faltó animación,
pues la ganas de pasar un buen rato nunca flaquearon. Tampoco faltó, como de costumbre, ese bocata de "caramales" : espirituoso alimento que le dió su puntillo a la reunión (que nunca falte)
Foto: PacoMo |
Hasta pronto.
Andrés Osado Gracia
Es un verdadero placer leerte, Andrés. Cerrar los ojos y notar trasminar el duende de Plateros....se le hace a uno la boca "caramares" con una cervecita fresquita en un santiamén.
ResponderEliminarGracias por dejar constancia de nuestros ratos de amistad compartida.
Un abrazo.
Rafa: con el toque maestro que tu le das, cualquier cosa resulta buena. ya sólo faltaría que pudieras poner el olor de los "caramales"Gracias
EliminarGracias Andrés Osado. Otra gran crónica que en pocas palabras resume lo que aconteció.
ResponderEliminarSólo añadir que esta vez quedamos sólos en amenizada y entretenida charla, tú y yo aunque en wl bar de la esquina a Lucano. Y por supuesto esa batalla que libraste con la empresa de taxi y que por fin pudiste coger uno después de casi una hora en la parada.
Por último, agradecer que hayas escogido mis fotos para ilustar tu crónica.
Un fuerte abrazo.
Pacomo.
Gracias Pacomo, tuve un magnífico acompañante en mi hora de tribulación. Por cierto, las gracias se las hemos de dar a Rafa Vilas... él ha sido el artífice de la selección y de la buena presencia del texto. Es todo un profesional, aparte de su buen espiritu de servicio
EliminarMagnifico relato tocayo, como todos los que haces.
ResponderEliminarLa verdad es que eres tú el que animas todo. Un gran abrazo y gracias por tus buenos ojos.
EliminarQue gran cronista Andrés
ResponderEliminarGracias Rafa. Un abrazo
EliminarEnhorabuena Andrés por tu fabulosa crónica. Los que estamos lejos parece como si lo hubiesemos vivido, aunque me he quedado con las ganas de conocer al camarero de triste figura...
ResponderEliminarRecibe un fuerte abrazo:
Manolo Jurado.
No se... quizas tengas una segunda oportunidad. Creo que ha quedado una copia suya. Gracias Manolo
EliminarÁgil pluma y relato preciosista. ¡Grande, tú!
ResponderEliminarUn abrazo
Tengo de donde aprender, Maestro. Gracias . Un abrazo
EliminarAndres, como siempre relatas lo acontecido con fina pluma e ironía. Magnifico. Solo corregirte que no estoy "chochito", estoy "derretio". Un abrazo
ResponderEliminarAntonio Gómez
pues nada... "derretío". Gracias abuelo
EliminarEn hora buena por volver a deleitarnos con otro encuentro, aunque en el lugar anterior. Yo fui en abril a Córdoba y me pasé por los Pedroches con la intención de poder saludaros, pero ese día no hubo encuentro según me comentó el dueño, así que me volví de regreso con la esperanza de que será en otro año.
ResponderEliminarDe todas maneras con los magníficos comentaristas y el detalle de las fotos, parece que hayamos estado allí quienes estamos lejos.
Felicidades a todos.
Un abrazo.
Juan Martín.
¡Qué pena Juan, menudo chasco te llevarías! La verdad es que lo siento mucho.
EliminarComo dices: otra vez será, pero te aconsejo que nos avises porque con estos "locuelos" no sabemos lo que pasará de un mes a otro. Un abrazo
Yo también estuve Plateros (gracias a ti Andres) y aunque sea con un poco de dilación temporal lo hemos disfrutado igual todos los que te leemos. Sigue siendo así, jovial, entretenido, creativo y poeta, amarrado a la vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es un placer escribir para amigos como tu y los demás. Me congratulo si os hago sentir lo mismo que yo experimento con los compañeros. Un abrazo Francisco
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