Crónica de la 16ª Reunión GRUPO MADRID
2 de julio de 2016
2 de julio de 2016
Casa
de Cari en
Maello
(Ávila)
Antonio López Arenas, Carmen, Consuelo, Manuela, Caridad, Andrea y Manuel Jurado Caballero Rafael Vilas García, Antonio Estepa Romeo, Victoriano Castillejo Molina y Antonio Crespo García |
Desde
el 11 de diciembre pasado no nos reuníamos con el Grupo. La salud de Andrea impidió
los encuentros durante estos meses. Ahora, felizmente recuperada, salimos del
dique seco para seguir surcando los mares en este paquebote construido con los
mejores materiales: amistad, respeto, entrega, alegría, empatía, generosidad… .
Eran
las doce del mediodía cuando llegábamos a Maello. Ya estaban en casa de Cari,
Carmen y Rafa. Lo primero que hice, después de saludarlos, fue estudiar, con la
exactitud de un científico de la NASA, la trayectoria del sol y después de hacer
mis cálculos y cambiar el coche de lugar, lo estacioné con la seguridad de que
la sombra lo protegería durante todo el día. Sólo cuando el astro rey se ocultó
detrás de cercana loma dejó de calentarlo. Estoy perdiendo precisión, ya lo sé.
Comenzaron
a llegar los demás: Consuelo y Victoriano, Manuela y Manuel. La alegría del
encuentro se palpaba en el ambiente. Ya estábamos en casa, porque Antonio y
Cari consiguieron con su entrega absoluta que así nos sintiéramos. La casa es
un remanso de paz, con su inmenso patio preparado con todos los elementos para
vivir momentos intensos de convivencia. La antigua vivienda la han ido
transformado con gusto hasta conseguir que sea funcional y acogedora, como sus
dueños. Porque para mí las casas son lo que son sus moradores.
Hicimos
nuestro primer paseíllo por el pueblo, visitando un céntrico bar y tomando
contacto con sus habitantes. Pequeño refrigerio y “de vuelta a los corrales”.
Estaban nuestras hacendosas mujeres vistiendo la extensa mesa de viandas cuando
llegó Antonio López. ¡Ya estamos tós!
Comenzamos
la ingesta. Cari y Antonio se multiplicaban para que no nos faltara de nada y
lo consiguieron con nota alta. Una vez más abordamos los temas de siempre:
política, religión, pensiones, chistes, risas, rollo del bueno. Sobremesa
distendida y larga hasta que Victoriano propuso el segundo paseíllo al bar. Los
efluvios estomacales no le dejaban parar en la silla. Necesitábamos
urgentemente la verticalidad para dejar escapar, disimuladamente en la bajada,
los siete kilos de aire que estaban ansiosos por salir.
Después
de la cena, ya terminado el partido de Alemania-Italia, comenzamos la
despedida. Abrazos y buenos deseos.
No
quiero terminar sin antes agradecer a Antonio y Cari la velada que nos han
hecho pasar. Por abrirnos su casa y sus corazones para que nos sintiéramos como
en las nuestras. Por estar siempre pendientes de que no faltara nada y sobre
todo por el cariño y la amistad que una vez más nos han demostrado. Es un lujo
tenerlos de amigos. Muchas gracias. Y a los demás, muchas gracias también por
estar pendientes de nosotros en los momentos duros.
Paz
y bien.
Antonio Estepa Romero
Antonio Estepa Romero
Maravilloso relato de lo acontecido ayer, amigo Estepa. Mi congratulación por el disfrute.
ResponderEliminarBuena descripción de los hechos, bueno he echado de menos alguna alusión al sufrido columpio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por hacernos participes de vuestra alegria y felicidad. Es como si hubieramos estado alli con todos vosotros. un abrazo
ResponderEliminarEstupendo relato el descrito amigo Antonio, se ve la juventud y las ganas de vivir pero se ha hecho de menos un video con la voz del cantaor el niño de Priego. Un abrazo y enhorabuena por el relato Antonio
ResponderEliminarEnhorabuena Antonio. Ya echábamos de menos a este cronista audaz y rápido en reflejos literarios. Es todo un lujo tenerte entre nosotros.
ResponderEliminarTambién es un lujo tener unos compañeros como Cari y Antonio que se multiplicaron en atencinciones para que pasa semos un día inolvidable.
Lo del columpio merece, sólo él, toda una crónica aparte. Esos tres cardenales tremendamente relajados y en amistosa charla...no tiene precio.
Bueno Antonio, gracias por tu bonita crónica y esperamos teneros siempre en nuestras reuniones una vez que Andrea, nos demostró que está felizmente recuperada.Abrazos.
Manolo Jurado.
Felicidades amigo Antonio por querer compartir con todos los que os seguimos de cerca desde estas las líneas, el encuentro y la camaradería que habéis disfrutado.
ResponderEliminarUn saludo.
Juan Martín.
Suntuoso el relato, descriptivo y asaz detallado. Es un placer leerte, casi, casi estuvimos todos en Maello, sigue deleitándonos Antonio. Un abrazo desde Donosti
ResponderEliminarGracias, compañeros, por vuestras generosas opiniones. Estoy de acuerdo con Jurado; dejé atrás la prueba de resistencia del columpio, el vals que se marcaron Manuel y su mujer, la lección magistral de Antonio López sobre el olivo...tantas cosas. Pero no quiero ser muy cansino y me obligo a recortar. Un abrazo a todos.
ResponderEliminar